Escapando

Capitulo 3

Capítulo tres

Mikel salta de las escaleras y toma mi mano, pero en ese momento se me ocurre una idea: me vuelvo y tiro la escalera. No los detendrá pero si los retrasará. Llegamos a la salida del pasadizo y corremos hasta el escondite de nuestras mochilas: una casa para perro. Las mochilas son casi idénticas, pero la mía tiene un cordel azul de cuero trenzado.

Pongo la mochila sobre mis hombros y Mikel está haciendo lo mismo cuando un guardia golpea a Mikel en el hombro y mi hermano se tambalea. El guardia se aprovecha de eso y le da un rodillazo en el estómago a Mikel, pero solo se golpea el mismo: Mikel tiene la computadora atada a su cuerpo. El guardia maldice, saca su pistola y apunta a Mikel.

Yo no pienso. Actúo. Corro hacia el guardia. El hombre duda entre mantener un ojo sobre mi hermano o defenderse de una niñata. Lo que él no sabe, es que la niñata esconde un cuchillo filoso del tamaño de mi antebrazo.

Todo es borroso, siento adrenalina dentro de mí, mucha adrenalina. Apenas noto a mi hermano gritándome que no lo haga. Levanto mi brazo izquierdo para golpear al guardia, el levanta sus brazos para evitar mi golpe y mi cuchillo se clava en su costado.

El hombre cae de rodillas, mi cuchillo sigue en su cuerpo. Entonces sus ojos pierden toda la maldad y odio de hace un instante estaban en ellos. Esta muerto. Muerto por mí. Yo lo maté.

Siento un frio recorrer mi columna y después en todo el cuerpo. Mis extremidades se entumecen.

Yo maté. Le quité la vida a alguien. No. Esto no está pasando. Yo no soy una asesina.

Mi mejilla arde. Un golpe.

-¡MARGOT DEBEMOS IRNOS! -Esa es la voz de Mikel. Entonces salgo de breve ensoñación, o burbuja de pensamientos, o shock. No lo sé.

-Mamá –logro mascullar-. Hay que ir por mamá –mi voz se siente lejana.

-Margot ponte la mochila –ordena. Obedezco su orden. No puedo pensar por mí misma. He matado. Es demasiado.- Mírame –dice con sus manos a los lados de mi cara-, está bien ¿okey? Ya se los llevaron a mamá y papá. Ahora debemos huir porque si no nos atraparán y no podremos ayudar a nuestros padres.

Me habla como se le habla a un niño pequeño. Pero la idea de no poder salvar a mis padres impulsa mis piernas a correr.

*****

Estoy sentada en un sofá. No sé bien como llegue aquí ni donde exactamente estoy. Solo recuerdo mi cuchillo en el cuerpo del hombre, luego que Mikel sostenía su cuchillo y tomaba mi mano mientras corríamos...

Mikel sostenía un cuchillo. Él me estaba por defender pero yo mate al hombre antes de que el pudiese hacer nada.

Lagrimas empiezan a caer por mis mejillas y entonces un llanto incontrolable se apodera de mí y me sacudo mientras me descargo. Un par de brazos fuertes me rodean y unos labios besan mi frente. Me dejo consolar. Pero una voz que conozco demasiado bien y me desagrada mucho dice:

-Shh... Está bien "Maggie", quisiste defender a tu hermano. No te culpo, lo hiciste por amor. Yo haría lo mismo por ti.

Me alejo bruscamente. Quiero decir suéltame, pero no puedo. Un recuerdo horrible viene a mi mente y más lágrimas brotan.

Necesito salir de aquí. Alejarme de él.

-¿Qué carajo haces? –mi hermano sale de la cocina de Anna. Ahora sé dónde estoy: en la casa de mi ex novio.