Capítulo 8

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Capítulo 8

Tobias es el primero en reaccionar, levanta su pistola pero entonces el soldado dice:

-Baja esa arma o la muñequita lo pagará.

Tobias hace caso y deja el arma en el suelo. Quiero decirle que no haga eso, pero no puedo.

-Eso es, muy bien. Le irá mejor a la pelirroja si se portan bien.

Veo que Mikel tiene raspado todo el brazo izquierdo. Peter tiene los nudillos manchados de sangre y Tobias tiene un corte en el pómulo derecho, sangra.

-Les daré a su amiguita -sigue el guardia con su perorata- solo si me los entregan a ellos dos -dice señalándonos a Mikel y a mí con el mentón.

Empiezo a caminar hacia el centro sin pensarlo cuando Tobias grita:

-¡No!

Me paro en seco y lo miro. El extiende su mano en señal de "stop" y se coloca en medio de los dos grupos.

-No te acerques. -El guardia al ver que se acerca retrocede un poco pero compone su cara al momento en que se da cuenta que tiene cara de miedo.

Sé que Tobias también se da cuenta de eso, destensa los músculos de su espalda.

-Escucha, aceptamos cualquier otro trato menos ese -tiene voz de líder.

-No -niega el guardia y aprieta más el cuchillo en el cuello de Cara; ella suelta un quejido.

-Pues si quieres te damos una recompensa, pero no entregaré a mis amigos.

El guardia vuelve a negar con la cabeza, pero esta vez suelta a Cara, saca un revolver y la apunta.

No, por favor. No.

El guardia levanta las manos, listo para disparar pero entonces el arma cae de su mano. Cara grita y corre hacia mí. La abrazo y está sollozando.

-Está bien cariño, está bien -peino con mis dedos su cabello en partes salido de la trenza.- ¿Qué es lo que...? Oh Dios.

El guardia está tirado en el suelo, y clavado en su sien un cuchillo todo de acero, fino y del tamaño de mi mano.

-¡Buen tiro camarada! -Peter palmea el hombro de Tobias, que está a un metro del cuerpo tirado en el suelo, y mira al hombre sin vida- Ya, la salvaste. ¿Está bien?

Tobias asiente, se da la vuelta y camina hacia nosotros.

-Debemos irnos ahora.

Volvemos a subir al jeep y nos dirigimos de vuelta a la carretera.

-¿A dónde vamos? -pregunta Peter.

-No lo sé... -el plan era quedarnos en el motel un par de días, pero ahora todo eso obviamente no se puede hacer.- Llamaré a Scott, él nos ayudará -digo.

*****

Scott nos dijo que hiciéramos lo menos razonable, y eso fue volver a casa. Voy en el asiento trasero del jeep, entre Cara y Mikel. Es un poco incómodo hacer de enfermera a noventa kilómetros por hora en una carretera sin pavimento, pero mi hermano comenzó a sangrar demasiado.

Limpio las heridas en su brazo y pongo una venda provisoria. Me ofrezco a curar la mejilla de Tobias, pero solo consiente en ponerse una gaza con agua oxigenada el mismo para limpiar el corte. Luego guarda el desecho en su bolsillo.

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