A lo que nos lleve el destino

Capítulo 8 - ¿Qué me está pasando?

     Habían pasado unos días desde la conversación de Miyuki y Kuramochi. Y en la mente del capitán no dejaban de ahondar las palabras "No te atrevas a arruinar su relación", ya que no entendía el por qué el peliverde le había dicho tal cosa. "¿Por qué diablos yo iría a hacer eso?" se preguntaba constantemente.

     No tenía odio hacia ninguno de ellos, ni ningún otro sentimiento negativo capaz de hacerlo llegar al punto de querer acabar con una relación ajena a él. A parte de todos estos persistentes pensamientos, había empezado a experimentar molestos dolores de estómago y de corazón.

     Pensaba que tal vez podría haberse enfermado por comer algo en mal estado, eso justificaría su dolor estomacal, pero ¿qué justificaba el dolor en el pecho?. Nadie de su familia padecía del corazón o de algún tipo de enfermedad relacionada.

     Llevaba desde aquel día sin charlar con el pitcher, después de todo lo había tratado mal, así que naturalmente se iban a distanciar un poco. Pero eso en cierto modo ponía irritable al de gafas, no entendía porque, si más bien debería de molestarse al tenerlo cerca después de las preguntas tan directas que le realizó.

     Estaba urgido de hablar de nuevo con Kuramochi, necesitaba respuestas y también de cierto modo quería disculparse con Sawamura, eran una batería, por lo tanto debían de estar en buenos términos, de lo contrario serían una molestia para el equipo.

     "¡Argh! Estoy fastidiándome de todo será mejor que vaya a dormir temprano hoy" se dijo disgustado. De camino a su habitación se topó con Watanabe, fue un momento incómodo así que lo único que hizo fue apartar sutilmente la mirada.

     Continuó caminando hasta llegar a su destino, abrió la puerta y se dispuso a dormir, pasaron cerca de dos horas y el catcher no podía conciliar el sueño. Ya era tarde, se había perdido la cena; su cabeza, pecho y estómago le atormentaban.

     Entonces decidió dar un paseo nocturno, hasta la máquina expendedora en busca de una bebida que le engañara el hambre que tenía. Los pasillos estaban totalmente vacíos, era lo obvio, todos dormían tranquilamente, menos él.

     Al llegar se percató que había alguien que parecía estar peleándose con la máquina. Sin tomarle importancia se dirigió hasta su objetivo, hasta que distinguió a la persona... "¿Sawamura?".

     "¡Oh! Miyuki-senpai, ¿tienes dinero?. Es que resulta que no me traje el suficiente" dijo con naturalidad el menor. Quién parecía haber olvidado la pequeña pelea que habían tenido.

     El de gafas metió las monedas y sacó la bebida "Toma yo invito...como disculpa por lo del otro día". Un rostro algo extraño se dibujo en el pitcher, puesto que le parecía raro ver a su senpai más burlista disculparse con él.

     "Hmm... está bien. ¡Lo aceptaré!. La verdad no tienes porque disculparte, yo te hice preguntas fuera de lugar, después de eso me sentí un poco mal. Lo siento" dijo rascándose la mejilla.

     El dolor que sentía en la boca del estómago comenzó a hacerse más pronunciado, y ni que hablar del pecho, ese estaba sintiendo cosas que jamás había experimentado.

     Su rostro denotaba las sensaciones que le envolvían en ese momento, pero intentó controlarse. No le parecía normal tener tantos días con esas molestias. "Está bien, entonces ya no tenemos problemas ¿verdad?" dijo el de gafas, para cerciorarse.

     Una sonrisa fue suficiente para responder a su pregunta, "Bueno entonces, hasta mañana" se despidió el menor, dejando los síntomas del mayor aún más fuertes.

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     "Tenemos que hablar, veámonos después del colegio", decía una nota que se encontraba sobre el escritorio del peliverde. De inmediato supo que provenía de su compañero, sí aquel que era tan tonto que no podía comprender lo que le estaba sucediendo.

     Como habían quedado, se encontraron y buscaron un lugar pertinente para hablar.

     "¿Ahora qué?" preguntó tosco el más bajo. No parecía estar nada feliz, de hecho era como si en cualquier momento éste le fuera a agarrar del cuello de la camisa.

     Ajustó sus gafas y habló, "Es sobre lo que me dijiste aquel día... quisiera que lo explicaras, últimamente he estado enfermo y con esos pensamientos rondando mi cabeza ha sido fatal. Por lo menos quisiera liberarme de una cosa".

     "...Escucha, te voy a explicar pero a cambio necesito que me prometas que no te meterás con Chris-senpai y Sawamura, si llego a enterarme de que les hiciste algo no te perdonaré. Te lo voy a decir porque creo que es justo que tu también sufras un poco, y porque me has insistido. Y ¿Por qué dices que estás enfermo?" explicó el más bajo.

     Miyuki asintió con la cabeza ,"Está bien, te lo prometo... aunque no del todo. Y si, creo que tengo alguna enfermedad cardíaca, me ha estado doliendo el corazón y al parecer comí algo que me ha tenido con molestias en la boca del estómago".

     Al escuchar semejante sandez su furia se desató "IMBÉCIL" dijo con tono alzado...¡Tú estás enamorado de Sawamura!", lo había dicho. No podía saber si fue lo mejor, pero ya estaba harto de soportar tanta estupidez.

     Más que eso, le parecía increíble que alguien como el catcher, quién tuvo una relación tan estable, no pudo percatarse de una cosa tan simple como enamorarse. Porque, se supone que debió de sentir anteriormente lo mismo, pero con Watanabe.

     Ahora ya nada se podía hacer, Miyuki lo sabía, lo que fuera a sentir, pensar o realizar de ahora en adelante ya dependía sólo de él. Pero no le era aconsejable acercarse al pitcher, puesto que ya éste se encontraba justo en una etapa especial con su pareja.

     El silencio los acompañó unos segundos, pero luego se rompió "...No digas esas cosas ni de broma Kuramoch-".

     "Estoy hablando en serio, se nota a kilómetros que estás enamorado de él. Pero te prohíbo acercártele. Haces llorar a Sawamura una sola vez...y te mato" advirtió con total seriedad en sus palabras.

     Mientras el de gafas observaba como su compañero se alejaba, se empezó a cuestionar lo que éste le había dicho. Sus cejas se curvaron asemejando una expresión de dolor junto con frustración, colocó una mano sobre su pecho y se dijo a sí mismo "...¿Yo de verdad...estoy...?".

    Comprendía todo lo que el peliverde le había dicho, y no pretendía desobedecerlo. Estaba dispuesto a aceptar lo que pasara, no metería sus narices entre Chris y Sawamura, después de todo, no creía justo separar a una pareja, sólo para su felicidad.

     Y sobre todo no pensaba intentar nada con el menor debido a que pensaba que jamás se fijaría en alguien como él, aunque anteriormente Kuramochi le había insinuado algo extraño no le hizo mucho caso, por lo que se enfocaría sólo en el baseball y el colegio. Pensaba que pronto ese enamoramiento pasaría, pero no fue así.