Después de que mi vecino me haya dejado tirada en el patio trasero de mi casa, entre un poco enfadada.
Mi madre, y la vecina, ya habían acabado de preparar la comida, así que nos sentamos alrededor de la mesa: como presidentes de mesa estaban sentados mi padre y el hijo mayor de los vecinos, al lado derecho de este, estaba su madre y en el izquierdo, Aitor, en el lado derecho de mi padre se encontraba el padre de los vecinos y a la derecha su mujer, ósea mi madre, y por último yo, que me encontraba ente mi madre y Aitor.
Mi madre nos sirvió el asado que había cocinado, con un poco de ayuda de la vecina.
-Que bien cocinas, Anna- alabó la vecina
Mi madre le sonrió- Gracias a tu ayuda.
Seguimos hablando de cosas sin importancia y más tarde pregunté:
-¿A que hora tengo que estar mañana en vuesta casa?
-Oh, cariño, pues después de que acabes el instituto comes en tu casa tranquila y vienés a las 16:10, que es cuando Blake habrá llegado de recoger a su hermano de la escuela- contesta su madre.
-Muy bien pues a las 16:10 allí estoy.
-Muchas gracias, de verdad. Necesitábamos a alguien para que cuide de Aitor, pero Blake- lo mira furiosa y el lo único que hace es rodar los ojos- no quiere hacerse cargo, así que antes de que sea una persona desconocida, prefería que fueras tú.
-De nada- le sonrió- bueno si no os importa, me voy a mi cuarto- dije levantándome de la mesa.
Después de unos 10 minutos, notó como mi puerta se abre, y ahí está Blake.
-Así que mañana vas a venir a cuidar de mi hermano- dijo posicionandose delante de mi.
-Si, ¿algún problema?
-Muchos
-¿A si? ¿Porque?
-Porque te va a costar mantenerte lejos de mí- me sonrió.
-¿Tienes el ego muy súbdito, no?
-Te cres que no te he visto como me miras a veces mientras hago ejercicio?- me volvió a sonreír.
¿¡Que!? ¿¡Me había visto!? No sabía que me viera.
-N-No te esta-aba mirando- Dios ¿porque me tengo que poner nerviosa ahora?
Me coge de la cintura- y entonces ¿porque te pones nerviosa?
Lo empuje alejandole de mi.
-¡No me he puesto nerviosa!
-Mentirosa- me guiña el ojo y sale de mi habitación.
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Mi vecino es imbécil
RomanceKendall Johnson, 16 años, con unas excelentes notas y un amor hacia los libros que tan solo ella puede comprender. Black Duffman, 18 años, mujeriego de primera, egocéntrico y un claro gustó por los tatuajes y piercing. Todo en la vida de K...