Capítulo 9

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-Nate
¿Ósea que vendreis tu y una amiga?
-Yo
Si, espero que no os importe
-Nate
No, claro que no. Cuantos más mejor ¿no?
-Yo
Supongo

Estamos a viernes y hace ya rato que he vuelto del Instituto, ahora estoy tubada en el sofá hablando con Nate sobre la fiesta esperando a que llegue la hora de it a casa de los Duffman, Black me dijo que nos pasarían a buscar, pero todavía no se quien así que se lo pregunto

-Yo
Oye, al final ¿quien nos va a llevar a esa fiesta?
-Nate
Estuvimos hablando sobre eso ayer y decidimos que os llevará Black en su coche ya que vive al lado de tu casa y así no perdemos tiempo

¿Que? ¿Black? No por favor, hay algo en el que no me acaba de convencer del todo, por eso a veces no quiero estar cerca de él, pero a la vez es como un misterio que quiero descubrir. Sólo sé que se mudó aquí cuando yo tenía 13 años y nada más, nunca hemos hablado hasta que empecé a hacer de niñera de Aitor.

-Yo
Vale:)

***

Cuando llegue a casa de los Duffman encontré a Aitor jugando a la play, me dijo que no tenía deberes, así que lo arrastre hasta un parque para que dejase de jugar con ese maldito aparato y saliese a la calle. Black no estaba, nunca está cuando llego

-¿Quieres ir a tomar un helado?- le pregunto
-Si, lo pediré de chocolate- responde mientras giramos la calle y llegamos a la heladería
Es muy mona, pequeñita pero les va bien así. Llevan bastantes años aquí, creo que mi madre me dijo que 20. El dueño de esta tienda es un señor mayor de unos sesenta y algo de años, también trabajan aquí su mujer que debe tener más o menos los mismos años que el hombre, y el hijo Tayler que sólo trabaja durante su tiempo libre para ayudar a sus padres, este siempre ha sido muy amable conmigo las veces que hemos hablado, tiene 18 años, pelo marrón, ojos verdes y piel morena. Más o menos como yo, 16 años, pelo castaño claro, ojos verdes y piel blanca. Vale que en mi descripción no se parece mucho a la de Tayler, pero en serio si nos vierais tampoco cambiamos tanto.

-Hola Kendall, cuanto tiempo sin vernos ¿Que queréis que os ponga?- pregunta con una sonrisa
-Hola Tay, este es Aitor, el niño al que cuido. ¿Podrías ponernos dos tarrinas medianas una de chocolate y otra de vainilla?
-Claro, en un momento os lo sirvo
-Gracias, estamos fuera- sonrió

Vamos hacia la única mesa que está libre, normal que las otras estén llenas estamos a 30 grados y yo estoy que me muero

-¿Que tal en el colegio Aitor?
-Bien supongo
-¿Supondo? ¿Porque supongo?
-Ayer me enfade con Ian
-¿Porqué? Si el miércoles estabais super bien
-Estábamos jugando a fútbol e íbamos en el mismo equipo, pero me sacó la pelota, entonces me enfade y lo tiré al suelo- explica
-Pues muy mal Aitor, los problemas no se solucionan empujando a otras personas al suelo, tendrías que haberle preguntado que porque lo hizo
-Pero tenía yo el balon- se queja
-Aunque lo tuvieses tu, las cosas se han de compartir y seguramente te lo sacó porque pensó que podría marcar gol.

En este momento llegan los helados, nos los comemos rápidamente, lo pago y volvemos a casa de los Duffman.

Con tan sólo abrir la puerta veo que ha sido una mala idea venir aquí, esta Black en el salón y tiene a una chica rubia de nos más de 17 años a horcajadas encima de él besandolo apasionadamente y ya que Aitor no ha visto nada me lo llevaré de aquí

-Aitor- me giro- ¿Porque no me acompañas a un sitio ahora que me acuerdo?
-¿Porqué? No quiero ir, vete tu
-Porque si, y yo te tengo que cuidar así que te vienes conmigo

***

Han pasado ya 20 minutos desde que encontramos a Black con una de las tantas zorras que le persiguen, y me he llevado a Aitor a la librería officemark que hay en Los Ángeles, para después de volver a casa

-¿Si no lo has comprado para que hemos ido?- se queja entrando en casa
-Quería verlo

Resopla y sube a su cuarto, yo subo tambien pero no a su cuarto, yo me dirijo a la de Black y llamo

-Entra- oigo que grita

Para mi suerte esa zorra rubia ya se ha ido, para mi mala suerte el esta sin camiseta tumbado encima de la cama, y debo decir que no está nada mal, tiene tableta y tatuajes en los brazos, además de los piercings que lleva en el labio y la nariz

-Y venías ¿para...?

Ya debo de estar poniendome roja, me habia quedado analizandolo sin darme cuenta, que vergüenza

-Para decirte que cuando vayas a traer a una de tus muchas zorras avises y no nos pase como hoy que hemos abierto la puerta y te he encontrado en el salón con esa zorra encima tuyo metiendote la lengua hasta el final

Se levanta y se acerca a mi, yo retrocedo

-¿Estas celosa?- pregunta con una sonrisa, que ahora que me fijo, vaya sonrisa
-¿Porque debería estarlo? ¿Porque esa zorra te estaba besando? No, claro que no. Lo digo por tu hermano que por poco os pilla ahí y es demasiado pequeño para ver estas cosas
-¿Y tu? ¿Eres demasiado pequeña para ver estas cosas?- pregunta acercándose peligrosamente a mi, cuando intentó retroceder me tiene acorralada contra la puerta
-¡Ya estoy en casa!- grita su madre desde abajo

Gracias Dios, ¡gracias! Dios como te amo, en serio. Black se tumba encima de la cama de nuevo, acuesto a Aitor rápidamente y me voy.

Mi vecino es imbécilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora