Han pasado ya cuatro días desde que se que mi madre tiene cáncer, ella ha ido a todos los días que le tocaban a las sesiones de quimioterapia.
Hoy había quedado en ir a cenar con Nate y había pensado en anularlo, no me apetece ir a ningún lado ahora que se la noticia, pero me he obligado a salir, me he obligado a salir y a intentar pasármelo bien.
Me termino de preparar y bajo rápidamente a la puerta principal donde me está esperando Nate en el coche
-Hola- saludo dándole un beso en la mejilla mientras lo abrazo
-Hola- responde a mi abrazo
Subimos al coche y nos dirigimos a un restaurante del centro, a un italiano
-Una botella de agua y una cerveza- dice Nate
-¿Y para cenar?- pregunta la camarera mientras apunta lo otro
-Unos espaguetis y una pizza, la de atún- pide Nate
-En unos minutos se lo traeremos
La camarera se va y Nate te empieza a hablar:
-Esta noche te voy a llevar a un sitio, espero que no tengas nada que hacer
-Claro- sonrió- ¿Dónde está ese sitio?
-Lo sabrás en cuanto llegamos
Traen la cena y cenamos tranquilamente mientras hablamos de todo lo que hemos hecho en la semana, obviamente yo me salte la parte de mi madre, no tengo tanta confianza en él como para decírselo, y si en Black tampoco le tenía, pero él me salvo de ese violador y el ya sabía un trozo por lo que le había contado a su madre, así que se lo conté. He insistido varias veces para que me contase donde me iba a llevar, pero no ha querido.
Hoy lo veo más feliz de lo normal, y me encanta que este así.
Acabamos de cenar y nos montamos de nuevo en el coche para dirigirnos al sitio secreto.
Enciendo la radio y pongo Los 40 principales, me apoyo en la ventana cuando ya llevamos en el coche 20 minutos, parece que tardaremos un rato en llegar...
Gira a la derecha y sale a las afueras de la ciudad, estamos en un bosque donde no hay nada, está subiendo a montaña. El coche se para y nos bajamos a la vez del coche
-¿Es aquí?- pregunto
-No, tenemos que andar un poco- responde mirando al frente
Caminamos unos minutos por el bosque hasta llegar a una caseta en la que hay luz.
-Es aquí- dice Nate
Entra el primero y yo lo sigo con ahora bastante más desconfianza y un poco desprotegida
Me pongo más nerviosa cuando veo al mismo hombre de la otra noche, mi violador, me pongo detrás de Nate para intentar protegerme un poco de esta persona, pero Nate me agarra del brazo de mala manera causándome daño y poniéndome al lado suyo.
-Ahora quiero mi parte
-Claro tío- responde el otro- aquí tienes, dos quilos de María- dice mientras se la pasa
¿Qué? ¿Nate es un drogadicto? Intento deshacerme de su agarre pero me es imposible
-¿Q-que? ¿E-eres drogadicto?- pregunto
-Cállate- responde de manera brusca
Me suelta tirándome al suelo mientras el va hacia la salida, lo intento seguir pero él me lo impide
-Tu te quedas- dice mientras ríe
Los ojos se me empiezan a humedecer y por mis mejillas ruedan un par de lágrimas
-Pero Nate, no puedes dejarme aquí- suplico
-Que tonta- dice- pobrecilla, de verdad se pensaba que me gustaba- le dice al otro chico y los sueltan una carcajada
Mi violador se acerca a mí y me agarra fuertemente mientras que Nate cierra la puerta rápidamente y se va.
-¿En serio pensabas que le gustabas?- dice riendo mientras me carga en su hombro
Le doy patadas y le pego puñetazos todo lo fuerte que puedo pero no puedo, no puedo escapar me tiene bien agarrada
Me lleva hasta un pequeño cuarto que no tiene ventanas donde tiene solo una cama de matrimonio con cuerdas en cada pata de la cama. Me deja en el suelo e intento salir huyendo, pero una vez más me lo impide
-Tranquila cariño, te voy a cuidar bien- dice sonriente y me empuja hacia la cama- Nate te intercambio por dos quilos de María, fingía todo el rato, pensé que eras mas lista como para tragarte eso, pero veo que no. Por lo menos estas buena.
Me revisa los bolsillos y me saca el teléfono, lo único que había cogido de mi bolso que deje en el coche de Nate
-Si no te importa, me llevare esto- dice para después salir de la habitación y cerrar la puerta con lo que parece 6 candados y una llave
Corro hacia la puerta y la golpeo repetidas veces
-¡Déjame salir!- grito con lagrimas en los ojos
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Mi vecino es imbécil
DragosteKendall Johnson, 16 años, con unas excelentes notas y un amor hacia los libros que tan solo ella puede comprender. Black Duffman, 18 años, mujeriego de primera, egocéntrico y un claro gustó por los tatuajes y piercing. Todo en la vida de K...