Caminamos en un silencio incomodo que no me atrevo a romper. Cuando lo miro sin que se dé cuenta, me doy cuenta que lleva una camiseta de tirantes ancha que deja a la vista los músculos de sus brazos, también lleva unos pantalones de chándal de color negro mas a bajo de su cintura y unas bambas de color negro ya bastante desgastadas. Retiro la mirada, y la vuelvo a dirigir al frente
Llegamos hasta una plaza donde hay unos pocos niños corriendo de un lado a otro sin parar y las madres hablando entre ellas
-¿Nos sentamos aquí?- pregunta
Asiento con la cabeza y me siento en el banco
Nos hemos sentado en el banco más lejano de los niños y de las madres para que no nos puedan molestar
-¿No tendrías que estar en el instituto?
-No cambies de tema. Hemos venido aquí a hablar de una cosa, y es lo que haremos
La verdad es que me siento bastante avergonzada por contarle todo lo que paso, pero creo que no me vendría mal, además que él es amigo de Nate y me dijo que no me fiase de él.
Subo los pies al banco y me siento como un indio y me giro para así estar de frente a él y estar más cómoda, el se cruza de brazos y estira los pies hacia el frente
Bajo la cabeza mientras voy recordando
-Todo empezó cuatro días después de que me dijeran que mi madre tenía cáncer- digo- cuando quede para cenar con Nate
Levanto la mirada y veo que me está mirando fijamente mientras asiente lentamente para que prosiga
-Me llevo a un restaurante alejado de aquí que parecía bastante caro y todo fue muy bien hasta ahí, me dijo que me quería llevar a un sitio, que era una sorpresa. Entonces subimos una montaña...
No noto que estoy llorando hasta que Black retira la lagrima que caía por mi mejilla con su pulgar de manera tranquila mirándome fijamente a los ojos, mientras deja la mano en mi mejilla más tiempo de lo normal
-Tranquila- dice de manera calmada- ya estas a salvo, no dejare que se te acerque
Hago un intento por sonreír, pero se nota que es una sonrisa forzada
-Subimos hacia una montaña y paro el coche, me dijo que teníamos que caminar un poco, así que eso hicimos hasta que vimos una casa y me dijo que teníamos que entrar. Al final entre seguida por él y vi a Chris, el de la fiesta, intente irme, pero no pude, me tapaban la salida. Nate le dijo que ya me había traído, que ahora quería lo que le pertenecía y Chris le dio dos quilos de maría, entonces Nate se fue y me dejo con Chris en la casa- bajo la cabeza- Este me llevo a una habitación donde, donde me encerró, esa habitación tenía una cama en el centro con cuerdas atadas en las patas, me ataba cada vez que me violaba. Estuve todos los días en esa habitación hasta que conseguí escapar. Un hombre que tendría entre unos 25 y 30 años paso por delante de la carretera donde estaba la casa e iba con dos niñas que eran sus hijas, no me pareció que quisiera hacerme nada, y así fue, así que subí a su coche y me trajo hasta aquí
Cuando termino de contarle lo que paso, levanto la cabeza mientras me seco las lágrimas que caen de mis ojos e intento formar una sonrisa
Me fijo en que tiene la mandíbula apretada y ya no me mira a mí, ahora mira al frente
-Ha-has dicho que te violo ¿Fu-fue esa tu primera vez?
¡No puedo creer que me este preguntando eso ahora mismo! Me siento súper avergonzada ahora mismo, creo que mi cara no puede ponerse más roja así que bajo la mirada para que no pueda verme
-Así que si, esa fue tu primera vez- dice apretando los puños- ¿Has ido a denunciar ya?
Levanto la vista- N-no, iré con mis padres el viernes
-Deberías haber ido ya- dice ahora fijando su mirada en mi
-Lo-lo sé, pero quería que pasaran unos días para estar más tranquila
-¿Puedo acompañarte el viernes?
-Si quieres, entonces si
-Quiero
-Va-vale
Se gira hacia mí
-Siento no haberte apartado de el
-Tú no tienes la culpa, lo intentaste pero no te hice caso
-No dejare que se te acerque de nuevo- dice bajando su vista a mis labios
Como acto involuntario me los relamo para que así estén húmedos y poso mi vista en sus labios
-Gracias- susurro
Se acerca poco a poco hasta que solo nos separan como unos 5 centímetros
Nuestra respiración se acompasa y mi corazón va a mil
Se separa rápidamente en cuanto se oye a un niño que se ha caído llorar fuertemente
-Lo-lo siento, no sé que me paso- intento decir
-Me tengo que ir, lo siento- dice- Nos vemos el viernes
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Mi vecino es imbécil
RomanceKendall Johnson, 16 años, con unas excelentes notas y un amor hacia los libros que tan solo ella puede comprender. Black Duffman, 18 años, mujeriego de primera, egocéntrico y un claro gustó por los tatuajes y piercing. Todo en la vida de K...