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Nuestro barrio, adornado por un manto tan blanco que hacia contraste con un par de corazones oscuros. Los vecinos lo mantienen perfecto. No hay día en la semana en donde no los veas arreglando sus jardines, organizando ferias americanas, campañas para más seguridad. Son personas que afrontan y cumplen un compromiso. Fui bueno participando en ellos, Louis no tanto. Mientras le daba la bienvenida a nuevas familias y jugaba con sus hijos, Louis se quedaba dormido en el sofá luego de una larga partida de Xbox. Cuando marcaba al 911 y socorría a la anciana de al lado que había sido asaltada, Louis pellizcaba sus granos en el espejo y pedía una pizza. Ese es mi esposo, el que no se responsabiliza con nada, quien no cumple promesas ni afronta  compromisos. ¿Cómo pudo casarse conmigo sin irse corriendo antes?

Suspiró, con la pregunta rondando en mi mente mientras me acerco a nuestra casa.

Cuando Louis aparezca, me gustaría mudarme con él a la ciudad. Los pueblos chicos son acogedores, pero de a poco pierden su encanto. La ciudad es un mundo de oportunidades, un mar de gente estresada que no pide disculpas cuando te lleva por delante, pero sería un cambio interesante. Con mis últimos finales en la universidad y recibirme como psicológico, se me abrirían muchas puertas para ejercer mi profesión. Y todas esas experiencias las voy a vivir con Louis a mi lado, dejando atrás el pasado que morirá aquí.

Llego a nuestra casa, pero incluso antes de abrir la puerta, un recuerdo de ayer me desacomoda.

Día anterior

"Tirado en el suelo, comencé a sollozar con fuerza. Louis no podía hacerme esto. No podía terminar nuestra relación. No ahora.

Aun medio débil por el fuerte golpe que me provoco la caída repentina, vi como Louis se metía otra vez en la habitación.

Preso del miedo y la angustia, corrí desesperado por él.

-¿¡Qué haces?! - Chille histérico, viendo con dificultad como Louis tomaba sus ropas y las lanzaba en la cama.

-Me voy. - suspiró, llorando mientras tomaba un bolso. Se lo saque de las manos y lo lance a otra parte de la habitación.

-¡¿Te separas de mi y te vas... como si nada?!

-Es la idea. Harry, estas muy borracho. Tranquilízate.

-No, no...- y era verdad. Yo estaba borracho y desesperado. Tomaba las ropas de Louis y las lanzaba lejos de su agarre, mientras él lloraba y pedía que pare. Al final, pareció resignarse y salió de la habitación.

Tomo las llaves.

-¿¡A dónde vas?! ¡No me dejes! - grité, perdido mientras corría a la sala y chocaba todo a mi paso. Louis huía de mí. Al llegar a la puerta principal, se dio vuelta y apoyo su mano en mi hombro.

-Deja de gritar. - Su voz sonaba tan desesperada que casi se oyó como una súplica - Va a oscurecer y los vecinos van a llamar a la policía por el escándalo que estas armando.

-¿¡Cómo no voy a reaccionar así... - hipé, entre lagrimas. No podía terminar lo que decía, estaba muy fuera de mi.- no... no te vayas.

-Por favor, Harry. Basta.

Intentó en vano correrme pero yo le tome las manos, inmovilizándolo. Esto provoco que comenzáramos a forcejar.

-¿Qué haces? - Chillaba - soltame, Harry. Déjame ir...

-No, no, no. Dijiste que nun... ¡hip! nunca me dejarías... - Apreté aun mas fuerte mi agarre, Louis soltó un grito de dolor. -no te vas a ir a ninguna parte, maldita sea.

Buscando a LouisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora