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Agosto de 2010

"La segunda vez que vi a Louis, me salvó la vida. O yo se la salve a él.

-Lo siento, amigo. – fue lo primero que dijo Zayn cuando cruzó la puerta. Traía una caja de pizza en sus manos – No conseguí sushi en ninguna parte.

- Y trajiste pizza – exclamé, arrugando la nariz.

-Oh, vamos. A todo el mundo le gusta la pizza. No te hagas el delicado ahora.

Iba a protestar, pero desistí. Lo que hiciera o no Zayn hoy no era de importancia. Es más, tenía que estar agradecido con él. Tuvo que soportarme un mes entero estando – un poco – obsesionado con el delincuente que me flechó, y si, hablo de Louis Tomlinson.

Siempre volvía a la misma historia. No podía quitármelo de la cabeza y los intentos de Malik por olvidarlo fueron en vano. Al final (y como siempre) se rindió, y accedió a darme más información de él.

Resulta que conseguí el número de Louis, pero luego de bobas llamadas en donde él contestaba y yo no tenía voz para nada, le mande un mensaje preguntándole si podía verlo.

Louis no tenía idea quién carajos era y mucho menos se lo recordé, pero me contestó con un "SABADO. HAH. 01:01". Y yo no entendía que mierda era eso, pero Zayn me lo explicó.

-Quiere decir que va a estar este sábado en el boliche "High as Hell". Esta a una hora de acá. Lo último es el horario.

-Oh, ¿este sábado? Pero tengo un examen el lunes...

Zayn se encogió de hombros. – El examen puede esperar, o Louis. Aunque dudo que vuelva a contestar algún mensaje tuyo si no sabe quién eres. Ese enano es idiota, pero no dos veces.

-No le digas enano si no es con cariño – Lo regañe – está bien. Voy a ir, quiero verlo.

Así que estábamos comiendo una pizza antes de salir.

Yo ya estaba vestido, una camisa negra y por encima una chaqueta dorada que hacia juego con mis pantalones de vestir. Mis zapatos ya estaban lustrados y mis rizos acomodados. Zayn se burló diciendo que no veríamos a la reina de Inglaterra, solo iríamos al mayor y más turbio boliche en Londres.

Pero no le hice caso. Me sentía lindo y quería estar lindo para él, aunque eso significara llamar demasiado la atención, siendo prácticamente un modelo de Gucci.

Para cuando Zayn termino la pizza (yo apenas pude darle dos mordidas a mi porción por los nervios) nos encaminamos al viaje. Pero había un problema, o íbamos en la patrulla de policía (lo cual generaría un escándalo en el boliche) o en el transporte público (con mi ropa bonita).

Malik frunció el ceño. – Por favor, Harry. No sé qué tipo de magia queres que haga. O es uno o lo otro.

-Ambas opciones son pésimas. Vamos en taxi o me conseguís un vehículo.

-¿¡En taxi por una hora?! ¡Nos va a costar una fortuna!

Mi opinión no cambió.

-A ver, a ver. – suspiró Zayn, revisando su celular. – podría llamar a un amigo. Tiene camioneta, no tiene que trabajar ahora. ¡Mirá lo que me haces considerar!

-Por favor, Zaynie. – le roge con ojitos de cachorrito, él bufó.

Gané, por supuesto. Su amigo (nada más y nada menos que su jefe) nos vino a buscar con un par de compañeros más. Todos policías civiles que querían pasar un buen rato. El dueño de la camioneta me halagó por mi vestimenta, se lo agradecí, distraído.

Buscando a LouisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora