Buscando a Louis

Y

Tanto a Louis como a mí nos gusta pasear. Nuestra meta es conocer cada rincón de Holpes Chapel, ya que es un pueblo chico.

Llevo la moto a mi lado, como la llevaba Louis hace tres años. Caminábamos por el mismo sendero, se me ocurre que sí Louis buscará un lugar para pensar vendría aquí.

Detengo mi marcha y observo la fachada. Es un hotel precario, posiblemente el único en medio del bosque. Refugio de cazadores extranjeros, turistas perdidos o amantes sin combustible a punto de pescar un resfriado en una torrencial lluvia.

Enero de 2011

"-Está lloviendo mucho, mejor nos ponemos abajo de unos árboles.

-No. La moto se puede oxidar si nos quedamos mucho tiempo.

-Último momento: ¡Nos va a tomar horas volver a pie, se va a mojar de todas formas!

Louis, detrás de su flequillo mojado, alzó una ceja.

-Bien, genio. ¿Dónde queres refugiarte?

-Allá hay unos pinos bastante altos, vamos.

-Te sigo.

Corrí a los pinos. Estaba empapado, temblando debajo de ellos. Louis soltó una carcajada al verme, el seguía bajo la lluvia.

-¿Qué es lo gracioso? ¡Tú también estas mojado!- gruñí alto para que oiga.

-¡Es gracioso que seas tan bobo! ¡Estas temblando como un perro vagabundo debajo de un pino sin hojas cuando hay un hotel detrás!

Gire mi cabeza y lo vi. Genial. Tomlinson 1 Styles 0.

Salí despavorido hacia el hotel, Louis riendo detrás.

-¿Vas a dejar la moto en el porche?

-No creo que me la roben.- dijo- y sí lo hacen, este hotelucho me la paga.

Coloque una mano en el picaporte- Entremos.

Una campanita sonó al abrír la puerta. Detrás del mostrador había una señora que leía una novela de Lisa Kleypas. ¡Oh, yo también soy fan de la saga Wallflowers!

La mujer al principio se sobresalto, asustada. Luego se relajo al vernos y se nos acercó.

-Ay, chicos. Que mojados están. ¿Los agarró la tormenta? Pasen.- Que amable.

-¿No,le parece?- murmuro Louis con sarcasmo. Lo golpee con el codo. - oiga, señora. Dejé mi moto afuera, espero que ninguno de sus huéspedes o empleados me la roben.

-Soy la unica que trabaja aquí, sólo hay una familia en un cuarto y tengo a Besty- Iba a preguntar de que raza era su perrita, cuando sacó una escopeta.

Chille y salté encima de Louis. Este tenía los ojos como platos.

-Tranquilos, no las voy a usar con ustedes.- suavizo su tono- pero sí me enojo, tengo tres balas.

Apenas respirábamos.

-Excelente seguridad- dijo Louis cuando pareció volver a recuperar el aliento- ¿Tendrá alguna habitación con buena vista?

La mujer sonrió y tomo una llave."

Al entrar, la campanita no sonó. Sólo había un hilo colgando. ¿De las veces que había ido con Louis, prestamos atención al lugar? Ahora lucía tan triste. Las paredes con humedad, un insoportable sonido de gotera, las maderas  chillando debajo de mis zapatos. Detrás del mostrador no está Liz, la mujer que tiempo después descubrimos su nombre. En su lugar esta su hijo.