La niña de pelo negro y ojos verdes brillantes acababa de despertar. Parecía feliz. Se levantó de su cama y se asomó a su ventana. Era un espléndido día de verano, y el lago parecía de cristal, apetecible para darse un baño o sobrevolarlo en escoba. Lástima que tuviera que hacerlo sola. Se vistió y tachó un día de su hoja de papel que tenía a modo de calendario. Un día menos para conocer a su hermano. Janet sonrió. Era su cumpleaños. Se preguntaba si él también la echaría en falta. Salió y fue a ver a Hagrid. Recorrió el camino corriendo, con ganas de tener compañía. Janet siempre pasaba los veranos sola. Los alumnos se iban a sus casas, y aunque tenía un par de amigos mayores que le escribían, se sentía muy sola. Llegó a la cabaña. Llamó a la puerta. No abrían. Miró por la ventana. Solo vio al gran perro de Hagrid, Fang, durmiendo.
-Hoy ha salido a ocuparse de algunos asuntos de Hogwarts, querida.
Janet se volvió y allí estaba Dumbledore, sonriente, con la pinta de bonachón a la que Janet estaba acostumbrada.
-¿Y... Esos asuntos... No tendrán que ver con mi hermano, verdad?- dijo Janet, arqueando las cejas.
-Sí y no.
Janet suspiró. Le esperaba otro día sola, sin hablar con nadie que no fuera Dumbledore o la señora Pomfrey, la enfermera. Se fijó en algo Dumbledore llevaba un alargado paquete bajo el brazo.
-Ah, casi se me olvida. Feliz cumpleaños. -dijo Dumbledore, entregándole el paquete. Janet lo abrió, abrazó a Dumbledore y se fue corriendo a estrenar su escoba de carreras.
* * * * *
Harry observó asustado al gigantesco hombre que acababa de irrumpir en la cabaña.
-¡Fuera! Esto es anillamiento de morada...
-Callese, Dursley, grandísimo majadero. -dijo el hombre, rompiéndole el rifle a tío Vernon. Volvió la cara hacia Harry. -Ah, aquí estás. Eres la viva imagen de tu padre, Harry, menos los ojo . Son los de tu padre.-una sonrisa apareció bajo la enmarañada barba.
A Harry le dio un vuelco el corazón. Ese hombre conocía a sus padres.
-¿Quién es usted?
-Ah, se me olvidaba. Rubeus Hagrid, guardián de las llaves de Hogwarts... Ya sabrás todo sobre Hogwarts y tus padres, supongo.
-Lo siento pero... No. -dijo Harry. Hagrid se puso furioso.
-¿Qué? No tienes que sentir nada... ¡DURSLEY! -volvió la cara hacia tío Vernon, iracundo. -¿Este niño...ESTE NIÑO... no sabe NADA?
-Sé hacer cuentas, sumar, restar, multiplicar...
-No hablo de eso. Hablo de tu mundo, mi mundo, el de tus padres y tu hermana...-Harry se quedó helado.
-¿Tengo una hermana?
-¿Ni eso te han contado? -Hagrid parecía horrorizado. Se volvió hacia los Dursley. -¿Ni siquiera le habéis dicho que tiene una melliza? Esa chiquilla lleva en Hogwarts diez años, esperando el día que conozca a su hermano, su única familia, contando los meses y los días para poder verlo... ¿Y ESTE CHICO NO SABÍA NI DE SU EXISTENCIA? Ni de su condición...
-¡No lo diga, se lo prohíbo!-dijo tío Vernon, fuera de sí. Pero Hagrid lo ignoró.
-Has de saber que eres un mago, Harry.
Solo se oía el ruido del mar y el silbido del viento.
-¿Un... qué?
-Un mago, y uno de los buenos, en cuanto te hayas entrenado un poco. Tus padres lo fueron, Harry, igual que tu hermana Janet y tú lo seréis.
-Pero... Tiene que ser un error. Yo no puedo ser un mago. No tengo hermana... Solo soy Harry... Harry a secas.
-Dime, Harry a secas, ¿no has hecho alguna vez alguna cosa extraña que no puedas explicar?
Harry se lo pensó. Todas las veces que lo habían castigado... Cuando le creció el pelo demasiado rápido... Cuando le azuzó la boa constrictor a Dudley... Todo era porque era un mago. Harry sonrió.
-¿Con que Harry Potter no es un mago, eh...?
-No irá.-dijo tío Vernon, que había recuperado la valentía.
-Un gran muggle como tú no va a impedírselo- dijo Hagrid, apuntándole con su paraguas rosa. Harry se dio la vuelta mirando a sus tíos. De repente, tía Petunia habló.
-¡Claro que eres un bicho raro? ¿Cómo no ibas a serlo, como lo era mi estúpida hermana? Ella fue a ese colegio y siempre volvía con los bolsillos llenos de ranas y cosas raras. Pero mis padres estaban orgullosos. "¡Tenemos una bruja en la familia!" Yo era la única que la veía como era... ¡Una monstruosidad, una aberración! Y luego conoció a ese... Potter y se casaron y te tuvieron a t . Y por si fuera poco, después pasó esa explosión y...¡tuvimos que quedarnos contigo!
-¿EXPLOSIÓN? DIJÍSTEIS QUE MURIERON EN UNA ACCIDENTE DE COCHE.
-¿Qué? Pero,¿CÓMO IBAN A MORIR LILY Y JAMES POTTER EN UN ACCIDENTE DE COCHE?-Hagrid estaba fuera de si.
-¿Cómo murieron, entonces?-dijo Harry. Su cabeza era un torbellino.
-No se si soy quien para contártelo, Harry... Pero tienes que saberlo. Bien... Tienes que meterte esto en la cabeza, Harry. No todos los magos son buenos. Algunos se vuelven malos. Bien, pues uno un mago que se volvió malo a mas no poder... Se llamaba... Caray, la gente aun no se atreve a decir su nombre... Voldemort.- Hagrid se estremeció.
-¿Voldemort?
-Sí... Pero no digas su nombre... Bien, hace unos veinte años, ese mago empezó a buscar seguidores, y los encontró. Algunos por su poder, otros por miedo y otros por protección. El día de Halloween, hace diez años, ese mago fue a Godric's Hollow, tu pueblo natal, a mataros a ti, a tu hermana y a tus padres. Él consiguió matar a tus padres, pero cuando intentó mataros a ti y a tu hermana, no pudo. Por eso tienes la... cicatriz. No es un corte común, es hecha por una poderosa maldición, a la cual solo habéis sobrevivido tu hermana y tú. Ella también tiene una cicatriz igual, pero no en la frente. Bueno, por eso, sois famosos los dos.
-Famosos por algo que no recordamos...-murmuró Harry.
-No irá. Irá a Stonewal . Mira chico, hay algo raro en ti, sí, nada que unos buenos azotes no curen. En cuanto a tus padres, el mundo está mejor sin ellos, eso les pasó por andar con esa gente rara...
-Callese. Que Harry Potter no vaya a Hogwarts... Su nombre está inscrito desde que nació. Irá a clase con gente de su clase, lo que es un gran cambio, y tendrá el mejor director que Hogwarts ha tenido: Albus Dumbledo...
-¡No pagaré para que un chiflado le enseñe trucos de magia!
Pero tío Vernon había ido demasiado lejos. Hagrid empuñó su paraguas.
-¡NUNCA INSULTE A ALBUS DUMBLEDORE EN MI PRESENCIA!-y con un movimiento de del paraguas, hizo crecerle una cola de cerdo a Dudley. Dudley chilló y lloró, y tío Vernon les empujó a él y a tía Petunia a la otra habitación y cerró de un portazo.
-En realidad, no ha funcionado. Quería transformarlo en cerdo, pero como se parece ya mucho...-Hagrid rió. -Será mejor que duermas un rato. Mañana iremos a comprarte los materiales para ir a Hogwarts.
Harry fue hacia el sofá y se acostó. Pero una pregunta le rondaba la cabeza...
-Hagrid... ¿Cómo es mi hermana?
-Ah... Janet es inteligente y simpática, además de aventurera y divertida. Te echa mucho en falta. -suspiró. -Es la viva imagen de tu madre, pero tiene el pelo negro, como tu padre. Ahora, duermete.
Y con esas palabras, Harry se durmió, pensando que tenía un buen futuro por delante, y también una familia que sin conocerle, ya le quería.
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Harry y Janet Potter y la Piedra Filosofal.
FanfictionEs la historia de la gran JK Rowling, solo que que Harry no está solo. Tras la muerte de sus padres, separan por la seguridad de los dos, a Harry y a su melliza, Janet. Él se cría con sus tíos, ignorante a tener hermana alguna, y ella vive en Hogwar...