Se pusieron sus sencillas túnicas negras (Janet les amenazó con otro maleficio si no salían para que se cambiara) y bajaron al andén de Hogsmeade, el pueblo que había junto a Hogwarts. Hagrid los recibió, feliz. Les condujo a unos botecitos para cruzar el lago.
-Es una tradición.-le explicó Hermione a los demás. Estaba en el mismo bote que Janet, Harry y Ron.
-Hermione, llevo diez años viviendo aquí, no hace falta que me lo digas.-bromeó Janet, para bajar la tensión. Entonces...
-OOOOOHHHHH.-dijeron todos los alumnos. Ante ellos tenían un impresionante castillo, con torres y torrecillas y grandes puertas, junto a un gran bosque. Hogwarts.
Al llegar a las puertas, les recibió una mujer de pelo negro con moño y túnica verde esmeralda.
-Es la profesora McGonagall.-les susurró Janet. A Harry le pareció una mujer con la que no se debía tener problemas.
-Bienvenidos a Hogwarts. Durante siete años viviréis aquí, completando vuestra formación de magos. Para ello debéis estar en una de nuestras cuatro casas: Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Todas ellas han dado grandes magos. Iréis a clase con vuestros compañeros de casa, comeréis con ellos, dormiréis con ellos y pasareis el tiempo libre en la sala común de vuestra casa. Para ello, debéis someteros a la selección.-les dijo McGonagall.
Atravesaron el vestíbulo, tan grande para meter toda la casa de los Dursley dentro, y entraron en el Gran Comedor, como les dijo Janet a los alumnos.
-Formad una fila.
Los chicos obedecieron. Desde donde estaban, Harry podía ver cuatro mesas llenas de jóvenes de once a diecisiete años. Además, estaba la de los profesores, La Mesa Alta, donde le saludaba Hagrid. Y en el centro, estaba Dumbledore.
McGonagall dejó un taburete en el suelo y un sombrero de mago viejo sobre él. Entonces, el sombrero cantó Una canción sobre las casas a las que podías pertenecer. Hablaba muy bien de todas, pero eso no quitó la opinión a Harry sobre Slytherin.
-Ahora, procederemos a la selección. Cuando diga vuestros nombres, acudireis y os pondréis el sombrero y cuando diga vuestras casas, dejareis el sombrero en su sitio e iréis a sentaros a vuestra mesa. ¿Entendido?
Asintieron. Harry estaba asustado. ¿Y si lo ponían en Slytherin.
-¡Abott, Hannah!
La niña se puso el sombrero.
-¡Hufflepuff!
-¡Brown, Lavender!
-¡Gryffindor!
Después dos gemelas, Patil y Patil, Bones, Bulstrode, Finch-Fletchley. Hermione fue a Gryffindor y eso puso de los nervios a Ron.
-Potter, Harry.
Harry fue hasta el taburete, mientras escuchaba cuchichear a la gente. Cuando se puso el sombrero, una vocecita le habló."Mmm, difícil. Valiente, desde luego, muy leal a sus amigos y gran predisposición para lograr sus fines. Tampoco la mente es mala... Mmm, veo que no te gusta Slytherin, ¿eh? Bien, entonces serás..."
-¡Gryffindor!
Harry respiró aliviado y se fue a la última mesa en la que todos vitoreaban. Oyó a los gemelos Weasley gritar "¡Tenemos a un Potter!" varias veces, mientras el chico recibía saludos de todos.
-¡Potter, Janet!
Janet tardó exactamente igual que Harry.
-¡Gryffindor!
Janet se sentó junto a Harry, oyendo a los gemelos gritar "¡Tenemos a los dos Potter!".
No quedaban muchos. Thomas, Finnegan, McMillan, el chico del sapo, Neville (Gryffindor, para alegría de Harry) Malfoy, (Slytherin, para alivio de Harry y Janet) hasta que...
-¡Weasley, Ron!
Casi todos los de Gryffindor decían "¡Otro Weasley!", seguros de que entraría en Gryffindor. Ron estaba blanco. Ojalá pudieran decirle que tranquilo, que saldrá bien. A los tres segundos el sombrero gritó:
-¡Gryffindor!
Ron corrió a la mesa con Harry, Janet, los gemelos y el mayor, Percy, que lo felicitaba pomposamente mientras el último chico, Zabini, Blaise, iba camino a Slytherin. Después, empezó el banquete.
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Harry y Janet Potter y la Piedra Filosofal.
Hayran KurguEs la historia de la gran JK Rowling, solo que que Harry no está solo. Tras la muerte de sus padres, separan por la seguridad de los dos, a Harry y a su melliza, Janet. Él se cría con sus tíos, ignorante a tener hermana alguna, y ella vive en Hogwar...