Harry y Janet Potter y la Piedra Filosofal.

Robo en Gringotts

-¡Profesora, Malfoy le provocó!-le dijeron Parvati Patil, Hermione y Lavender Brown al unísono.

-Silencio.

-Pero es que le quitó a Neville la...-probó Ron, desesperado.

-Callese, señor Weasley. Harry Potter, ven conmigo.-le dijo la profesora a Harry.-Sí, Janet, puedes venir.-se apresuró a decir McGonagall, al ver que la niña abría la boca para protestar.

Harry y Janet la siguieron por los pasillos del castillo. Harry estaba desolado. Ni dos semanas había durado. ¿Qué pensarían los Dursley cuando volviera a casa? En Hogwarts era feliz, por primera vez tenía amigos, y quería mucho a Janet. Ya se había acostumbrado al cosquilleo en la cicatriz cuando estaba cerca de ella. Y ahora, por culpa de Malfoy, iba a perderlo todo.

McGonagall se paró frente a la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras.

-Disculpe, profesor Quirrell, ¿puedo llevarme a Wood un momento?-preguntó.

"¿Wood? ¿Será Wood el responsable de los castigos físicos?" pensó Harry, aterrado. En cambio, a Janet se le iluminó el rostro, así que Harry pensó que era buena señal.

Wood solo era un chico de Gryffindor, alto y fornido, de quinto curso. Saludó efusivamente a Janet y miró a Harry con curiosidad.

-Potter, te presento a Oliver Wood.-dijo McGonagall. "Oliver..." pensó Harry. Estaba eesperanzado.-Wood, te he encontrado un buscador.

Janet dejó escabar un grito ahogado de alegría. El desconcierto de Wood se convirtió en deleite.

-¿De verdad, profesora?-preguntó. McGonagall sacó la Recordadora.

-Atrapó esta cosa a quince metros del suelo, sin un rasguño, ni él ni el objeto.-contestó la profesora. Wood examinaba a Harry.

-Ligero, veloz... Tiene el cuerpo indicado para ser buscador. ¿Has visto alguna vez un partido de Quidditch, Harry?-le preguntó Wood. Harry negó con la cabeza. Wood asintió.-Necesitará una escoba decente, profesora. Una Cleansweep 7 o una Nimbus 2000 como la de Janet.

La profesora asintió.

-Quiero oír que te entrenas mucho, Potter, o cambiaré mi opinión respecto tu castigo.-le dijo a Harry. Luego miró a los dos y sonrió.-Vuestro padre estaría orgulloso. Era un gran jugador de quidditch.

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-¿Buscador?-preguntó Ron, mientras iban camino a casa de Hagrid.-¡Sois los jugadores de quidditch mas jóvenes en un siglo!

-Lo sabemos, pero no se lo digas a nadie mas. Somos el "arma secreta" de Wood.-dijo Janet, susurrando, imitando perfectamente a Wood cuando se lo dijo. Harry rió y llamaron a la puerta.

-Adelante... ¡Fang, aparta de la puerta!

Harry, Janet y Ron entraron en la cabaña.

-¡Hola, Hagrid! Te tenemos que contar una cosa muy fuerte...

Le explicaron todo el asunto de la mañana.

-¡Eso es fantástico! Gryffindor no gana la copa desde que Charlie, tu hermano, se fue. Espero que estéis a la altura.

-No, si a la altura van a a estar, desde luego.-bromeó Ron. Se rieron de su chiste malo. Entonces Harry leyó una noticia.

ROBO EN GRINGOTTS

El Ministerio sigue indagando acerca de el intento de robo en una cámara de alta seguridad el día 31 de julio. Solo ha podido ser un mago tenebroso (o bruja) extremadamente poderoso. Por lo visto, la cámara había sido vaciada aquel mismo día, por lo que no se llevaron nada. "No diremos mas de lo que ya hemos dicho, así que metanse en sus asuntos si saben lo que les conviene " dijo un duende portavoz de Gringotts.

Harry se quedó de piedra. ¡El robo fue el mismo día que él había ido! Y la cámara había sido vaciada... Hagrid vacío la 713 ese día, si se le puede llamar vaciar sacar un sucio paquetito de dentro.

-Creo que deberíais iros, llegareis tarde a la cena.-dijo Hagrid, molesto al ver que Harry leía la noticia. Les dijeron adiós y se fueron rumbo al Gran Comedor. Mientras tanto, Harry les contó lo que había leído.

-¿Crees que es la cámara que intentaron robar?-dijo Ron incrédulo. No se lo tragaba.

-¿Por qué no? Todo encaja, Ron.-dijo Janet, pensativa.

-¿Tú me crees?-dijo Harry.

-Por supuesto.

Llegaron al Gran Comedor y se sentaron en sus sitios habituales. Entonces...

-¿Tomándote la última cena, Potter? ¿Cuándo coges el tren para volver con los muggles?-dijo Malfoy, con malicia.

-Pírate antes de que te eche otro maleficio.-dijo Janet, fríamente.

-Potter, te reto a un duelo de magos.-le dijo Malfoy a Janet. Janet dudó.-¿Qué pasa, tienes miedo?

-Por supuesto que no.-dijo Ron.-Harry es su segundo y yo su tercero. ¿Cuáles son los tuyos?

-Crabbe y Goyle. Bien, a medianoche en.la sala de trofeos.-dijo Malfoy. Y se fue.

-No podéis ir. Perderéis muchos puntos para Gryffindor y os expulsarán.-dijo Hermione, que lo había oído todo.

-Hermione, ¿se supone que tengo que dejar que se meta con Harry, que nos llame cobardes, y no enfrentarme a él?-le preguntó Janet, mirándola a los ojos. Harry pensaba que Janet tenía una capacidad especial, porque cuando miraba a alguien a los ojos, la persona quedaba intimidada o embelesada. Hermione no iba a ser menos, así que apartó la mirada.

-Está bien, pero iré con vosotros.

-¡No!-dijo Ron.

-Sí. Os vendrá bien alguien con sentido común.-dijo Hermione. Y se fue.

-Tiene razón.-susurró Janet. Y se rieron.