Clases de vuelo

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Ya llevaban dos semanas en Hogwarts, y a Harry se le habían transcurrido como dos días. Aquel castillo se estaba transformando en su hogar. 

Anunciaron que pronto empezarían las clases de vuelo. Y Gryffindor y Slytherin aprenderían juntos. A Harry no le hacía ninguna gracia hacer el ridículo frente a Slytherin.

-No digas tonterías.-le dijo Hermione Granger para animarlo.- Vas a aprender, como casi todos nosotros.

Hermione estaba leyendo un libro, Quidditch a Través de los Tiempos, junto a Neville, desesperados por encontrar algo que les ayudase a montar en escoba.

-Hermione, no vas a aprender así a volar. No todo se aprende en los libros.-dijo Janet, que acababa de llegar con su Nimbus 2000. Ron se quedó observando la preciosa escoba que tenia ante sus ojos. Caoba, ranitas rectas y escrito en letras doradas "Nimbus 2000".

-Oye, Janet, ¿Por qué tienes tú una escoba propia?-preguntó Seamus Finnegan, mirando embelesado la escoba.

-Conmigo hacen una excepción... No se lo digáis a nadie ¿Vale?-asintieron- Este año jugaré de cazadora en el equipo de quidditch de Gryffindor.

-¿En serio?-susurró Ron.- Pero a los de primero no los dejan jugar. Debes de ser muy buena.

-No tanto. Tus hermanos han influido mucho, aunque no tanto como Oliver. El año pasado, me puse de cazadora en un entrenamiento, porque Angelina Jonhson estaba enferma y necesitaban otra cazadora para jugar, y según todos, juego mejor que todos ellos juntos, cosa poco probable, porque son buenísimos. El caso es que Oliver, Fred y George estaban deseando que entrara aquí para jugar al quidditch, y han estado dando tanto la lata que al final me han dejado.

Seamus Finnegan, Dean Thomas, Ron, Hermione y Neville parecían impresionados. Harry, a quien se lo había contado el día anterior cuando se lo dijeron, sonreía.

Fueron camino a los jardines del colegio. Allí habían diecinueve escobas alineadas (el sitio de Janet estaba vacío porque traía su propia escoba. Los de Slytherin ya estaban allí.

-Vaya, vaya, Potter. ¿Tantos años en Hogwarts y no sabías que no se puede tener escoba propia cuando estas en primero?-le dijo Draco Malfoy a Janet, mirando con codicia la escoba.

-Malfoy, conmigo hacen una pequeña excepción. Dado que vivo aquí, no como tú, ¿dónde dejo la escoba? Me la regalaron por mi cumpleaños, cuando aún no estudiaba, así que no he infringido ninguna norma.-le dijo Janet, mirándole con desdén. Malfoy enrojeció, y si no fuera porque la señora Hooch acababa de llegar, habrían continuado discutiendo.

-Bienvenidos a clase de vuelo.-dijo la señora, observando a los chicos con sus ojos de halcón.- Poneos a la izquierda de vuestra escoba, la mano derecha arriba de la escoba y decid "Arriba".

-¡ARRIBA!-gritaron todos. A Janet la  escoba le saltó a su mano, igual que a Harry, pata su sorpresa. A Ron le funcionó en el segundo intento, a Hermione rodó un poco y la de Neville ni se movió.

-Bien, ahora montareis sobre ellas y ascendereis dos metros. Luego, inclinad suave mente hacia abajo y aterrizad con cui... ¡Vuelve, muchacho!-gritó la señora Hooch, horrorizada, al ver que Neville había subido ya seis metros sin pretenderlo. Luego perdió el equilibrio y...

PLAF.

-La muñeca fracturada...-dijo la señora Hooch junto a Neville.-Lo llevaré a la enfermería. Quien monte en la escoba se irá del colegio en menos de lo que se dice quidditch.

Malfoy avanzó y recogió una cosa de Neville... ¡Su Recordadora! Se le debía de haber caído...

Todos los de Slytherin reían y se burlaban de Neville.

-¡Dejad de insultarle!-gritó Parvati Patil, una chica de Gryffindor.

-¿Es que ahora te gustan los zoquetes gorditos, Patil?-se burló Pansy Parkinson.

-Haz un favor a todos y cierra tu apestosa boca, Parkinson. Por lo menos Neville no tiene la cara de perro que tu tienes.-dijo Janet, indignada. 

-Mirad todos. Es esa cosa de Longbottom... La esconderé en algún lugar para que la busque.-dijo Malfoy, interrumpiendo la interesante pelea que podría haber ocurrido.

-Dame eso, Malfoy.-dijo Harry.

-No. La esconderé.-dijo levantando el vuelo.

Harry se montó en su escoba y oyó una exclamación de indignación de Hermione.

-¡Dame eso o te tiro de la escoba!-gritó Harry, en el aire.

-Ve a buscarla, entonces.-y Draco lanzó la esfera. Harry aceleró y, en un acto de gran felicidad, atrapó la Recordadora. 

Bajó de la escoba, entre las felicitaciones de sus amigos y de Janet. Y entonces...

-¡Harry Potter!-oyeron gritar.

La profesora McGonagall venía furiosa hacia ellos.

Harry y Janet Potter y la Piedra Filosofal. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora