La Venganza Del Pasado

Capítulo 3: Visita Inesperada

Días después del misterioso, o más bien confuso, descubrimiento, todo parecía estar bien...claro todos estaban confundidos y a la vez preocupados, en especial Hipo, pero eso no evito que pasara todo un día entero junto a Astrid...

Ya era de noche y ambos se encontraban en la playa, acostados sobre la blanca arena. Hipo abrazaba a Astrid con su brazo, mientras que ella reposaba la cabeza sobre su hombro; ambos observaban las estrellas y, de vez en cuando, intercambiaban miradas. Por otro lado, Chimuelo y Tormenta descansaban junto a una fogata después de haber comido una gran porción de pollo y pescado.

-Sabes Hipo, me alegra ver lo bien que estas tomando todo esto.-Le dijo Astrid aun sobre su hombro y volteándolo a ver.

-No entiendo a qué te refieres Astrid.-Le contesto el de la misma forma.

-Yo sé que sí, Hipo...los últimos días estuviste muy alterado; primero el extraño descubrimiento de Patapez, después el problema con Patón y las ovejas, y por último, las constantes quejas de Gothi hacia los gemelos por asustar a sus Terribles Terrores; lo peor de todo es que como no entendemos lo que nos quiere decir se enoja aún más.- Comenzó a decir Astrid soltando una pequeña risa al decir lo de Gothi.

-Ja...tienes razón, pobre Gothi...-Menciono Hipo intentando contener la risa, cosa que no consiguió. Astrid, de igual forma, se reía.

Hubo entonces, un corto tiempo en el que ambos guardaron silencio, sentándose frente a frente listos para darse un tierno e inesperado beso, pero, cuando sus labios estaban a punto de tocarse se escuchó un gran estruendo seguido de un rugido que no solo separo a Hipo y Astrid, sino que también despertó a Tormenta y Chimuelo, el cual estaba más asustado que los demás como si supiera que había ocurrido.

Al llegar al lugar del impacto, toda la aldea estaba despierta y los dragones algo asustados. Todas las antorchas se encontraban apagadas y el pueblo entero estaba envuelto en la oscuridad, en el lugar del incidente se encontraban todos los jinetes con sus respectivos dragones, ninguno se atrevió a acercarse y revisar que había provocado el impacto, y no descubrieron que ocurrió hasta que Hipo llego.

Este se acercó lenta mente con su espada en una mano y con Chimuelo junto a él. Chimuelo estaba muy alterado, pero Hipo intentaba tranquilizarlo. Llego un momento en el que estaban lo suficientemente cerca para que así Hipo pudiera iluminar el lugar con su espada y, al hacerlo, no encontró más que a una vieja amiga y su dragón; Chimuelo, al igual que Hipo, se encontraba sorprendido y rápidamente se acercó a la dragón acariciando su cabeza con la nariz...

-Pero si es...Celeste...-Dijo Hipo sorprendido pero a la vez confundido...

Bueno, quiero disculparme por no publicar antes, hoy tuve un examen muy importante (el cual fue extremadamente dificil) y pasé todo el fin de semana estudiando... Pero bueno, espero disfruten estos CUATRO CAPITULOS...