Mi alma rota

Trece.

Te ves bien, me encanta tu cabello, creo que tire un poco de baba al verte parado a mitad del patio con tus amigos, sobresales cuando estas en un grupo de personas, y aunque no eres muy guapo, tienes algo que llama mi atención, tus ojos, tu sonrisa, cuando te veo así de feliz, me regresa un poco de esperanza, te veo hablando tan relajado con tus amigos y quisiera acercarme, pero después vuelve la verdadera Sofía, me doy cuenta de que jamás te podré hablar, que por más que te observé y hable contigo por Facebook, yo no me haré más valiente y tú no te harás super sencillo y carismático.

Llegue a casa y lo único que quería era olvidarme de él, pero tenía de demasiada tarea y aunque el sueño que tenía no me dejaba avanzar, no tuve otra opción más que hacer tarea y mis deberes en la casa, termine como a las ocho de la noche, ya no soportaba un minuto más despierta, así que le dije a mi madre que no cenaria, sólo tome una taza de té, para que no me molestara sobre que debo cenar, subí de nuevo a mi habitación, me encerre como siempre me tire en la cama y vinieron mis pensamientos a agobiarme una vez más, sentí ganas de llorar pero no quería llorar, no solucionara nada así que intente cerrar los ojos y no abrirlos, trate de recordar lo más gracioso que me paso en el día, y después de unos minutos, me quedé dormida profundamente.

No duró mucho mi sueño, desperté a las once de la noche, estaba frustrada por no haber podido dormir más, entre a Facebook, vi que estaba en línea, quería hablar con él, pero no quería que pensará que siempre soy tan negativa, así que sólo revise Facebook, después cerré sesión, fui al baño y cuando regrese tenía un mensaje de mi amiga, sé me olvidó que teníamos que hacer la tarea de inglés, le dije que no la hice y se molestó, últimamente no hacía todas las tareas, por que a veces no me dan ganas de nada, en el trabajo de verano que conseguí me pidieron que siguiera asistiendo y no me puedo quejar por que es dinero extra y sólo tengo que ir sábados y domingos, así que no es mucho trabajo y tampoco es mucha paga pero es lo justo y me gusta ir por que tengo dos amigos que me hacen olvidar mis problemas de dos formas, la primera es con sus chistes, bromas y demás y la segunda es la marihuana, se que la segunda esta mal pero en estos momentos no me importa, nada lo veo mal, llevó menos de un mes consumiendo marihuana, pero realmente me hace sentir bien, me relajo tanto que el fin de semana pasado, estaba con uno de mis amigos Alan y estaba tan perdida que le e dicho que me gustaba y me dio un beso, pero no sentí nada así que decidí borrar ese momento, creo que él me besó por que estaba igual de perdido que yo así que olvidaría eso en un par de semanas, mi otro amigo Rubén, es super buena onda, me llevó mejor con él, nos contamos de todo, amamos ir al parque a fumar y hablar de tonterías como que el será un gran rapero y yo una cantante de Jazz muy famosa, me divierto más con él por que hablamos de cosas serias y tonterías y no me toma todo a juego como Alan, debo confesar que antes me gustaba demasiado Alan, él era mi crush pero siempre tuve muy claro que sólo sería mi amigo y así será siempre, aunque me duele verlo con chicas que no lo toman enserio es algo que yo no puedo cambiar, él es muy reservado así que no hay mucho que hacer.

~Mis amigos, chulos y marihuanos, los adoro~