Llegué a la habitación con los recados que me habían mandado, le dí el café a Alba y dejé el bocadillo encima de la mesita de Alison, mientras yo ya empezaba a comerme el mío.
-Bueno Gisele, nos tenemos que ir, empiezas tu primera sesión de quimioterapia, la primera es de las más duras, y tienes que acostumbrarte y eso, en la primera te acompañaré yo – Alba le guiñó un ojo a Gisele y se la llevó en una silla de ruedas, habían hecho muy buenas migas, eso me gustaba, había buen ambiente, dentro de lo que puede haber en un hospital.
Si Gisele tenía su primera sesión de quimioterapia tardaría bastante en llegar de nuevo. Así que me tumbé en su camilla mientras me comía mi bocadillo. No podía dejar de mirarla, era tan bonita.. Me encantaba, y me jodía a la vez, nunca había sentido nada así por nadie, no estaba acostumbrado, pero desde que murió mi madre solo me dediqué a estar con chicas de “usar y tirar”, las conocía y a las pocas horas ya las tenía comiendo de mi mano, no me era difícil hacerlo, unas pocas palabras bonitas y una sonrisa tierna las dejaba KO, además yo era consciente de que tenía un cuerpo musculado y eso hacía que cayeran muy rápido a mis pies. Tenía miedo, si. Miedo al rechazo, normalmente era yo el que rompía el corazón a las mujeres, a las que no me conocían, las que lo hacían ya sabían cómo era yo. Pero con Alison estaba aterrado, sé que estoy enamorado de ella, no quiero hacerla feliz, quiero que sea feliz conmigo, la quiero a mi lado, cada día, a cada hora, minuto y segundo.
- Aish Alison.. ¿Qué voy a hacer contigo? ¿Por qué me tienes tan loco? ¿Por qué me gustas tanto?, quiero que sepas todo lo que por ti siento. No puedo negar al corazón lo que está sintiendo. Solo se que te quiero y punto, quiero estar tu lado para poder besarte, abrazarte, mirarte, acariciarte. Quiero que tú me quieras como yo te quiero a ti, quiero que sueñes conmigo y que por ese motivo te levantes con una sonrisa, no te pido que pienses en mi como yo pienso en ti, porque es imposible que una cabeza pueda soportar pensar en una misma persona 25 horas al día, los 8 días de la semana. Solo pido que te des cuenta de lo que estoy sintiendo, me da igual lo que pueda pasar, lo que piense la gente, me da igual todo, pero no me da igual que en este mismo instante no estés a mi lado. – Lo suelto así, sabiendo que ella no me escucha, que estas palabras son inútiles, pero necesitaba desahogarme.
Dicho esto me tumbé en la cama, me puse los cascos y saqué el iPod, lo puse en modo “Aleatorio” y me dormí.
Escucho unos pitidos, gente hablando, un poco de alboroto en la habitación y poco a poco voy abriendo los ojos. Miro mi reloj, son las ocho de la tarde, he dormido tres horas y media que han pasado volando. Batas blancas si, en mi habitación había médicos. Me levanto de golpe ya que supongo que se trata de Alison. Intento hacerme un hueco entre ellos para verla, pero no lo consigo, no solo hay dos médicos, también está una enfermera, una chica en silla de ruedas y los padres de Alison.
-Perdón, ¿Ha pasado algo? – Le pregunto a una enfermera, al girarse me doy cuenta que es Alba, ya habían regresado.
-Alison ha vuelto de las pruebas hace una hora más o menos, tú estabas tan dormido que decidimos no despertarte, estos días no has dormido demasiado. Los médicos están observando su evolución y haciéndole algunas preguntas. Pero ahora hay que dejarla descansar, todavía está bastante débil.
[Narra Alison]
Cansancio, agotamiento, debilidad. Así me siento ahora, pero a la vez con una alegría inmensa, estoy viva, en el mundo real. Los médicos me han comentado que he estado en coma dos semanas y media, y que he tenido suerte, ya que un golpe así puede causar la muerte en el acto. Hace un rato que se han ido los médicos, mis padres, una enfermera y Byron. Si Byron, el mismo chulo engreído de mierda (lo recuerdo perfectamente), es uno de los que más se han preocupado por mí en estos días, cosa que me sorprende mucho.
En mi habitación tengo una compañera, Gisele, no he hablado demasiado con ella, ya que todavía estoy muy cansada. Me duele la cabeza y me muevo para poder coger una mejor posición. Más cómoda.
-¿Te duele mucho? Deberias descansar un rato más, estas agotada. Sería bueno que durmieses- Gisele me miraba sonriente.
-¿Conoces a Byron?- le pregunté directamente.
-Si, él se ha preocupado mucho por ti estos días. Diría que el que más. Ha estado aquí más que tus padres, supongo que porque tus padres trabajaban. –
-¿Él ha estado con mis padres?¿Se conocen?- pregunto incrédula, ya que mis padres, sobretodo mi madre, no suele aceptar a esta clase de chulos.
-No. Es decir, ha venido a verte siempre. Pero nunca en las horas que ellos venían. En esas horas se ausentaba y volvía a la noche. Ha pasado varias noches aquí. Te quiere muchísimo. –Me dedicó una tierna sonrisa, era buena chica.
- ¿Tú crees que me quiere?-
- Yo creo mucho más que eso. Sinceramente creo que está enamorado de ti. No le conozco demasiado, tan solo de estas últimas semanas. Pero por la forma en que te mira, en la forma como habla de ti.. Todo eso se nota. Además se ve a kilómetros de distancia que es un chulo, pero estos días aquí no se ha comportado como tal. Creo que ha dejado al descubierto su parte más tierna y más… Byron.- Gisele estaba siendo sincera, lo noto. Y quizás tenga razón, no lo se.
-¿Y Wiliam? ¿Dónde está?- Acabo de acordarme de él.
-¿Wiliam? ¿Quién es ese?- me mira confundida.
-Mm.. Mi “novio”, por así decirlo.-
-¿Tu novio?¿Tu novio no es Byron?- Me pregunta desconcertada
-¿Byron mi novio?- rio descaradamente – Byron por mucho que se haya preocupado por mi estos días.. En realidad es un engreído y un creido. ¿Sabes los típico chicos que por tener un buen cuerpo y una buena cara se creen superiores? Así es él. Nunca podría estar con alguien así. Es el típico chico rebelde, guapo, que usa a las chicas y todo eso.. Lo mejor es darle las gracias por estos días y alejarme de él-
-Vaya.. Me has dejado sin palabras.. Por la imagen que ha dado aquí no parece que sea así. Pero bueno supongo que si tu le conoces más será así, nolose..
BYRON
Rabia, eso es lo que siento. ¿Eso es lo que pienso Alison de mi? No me gusta escuchar detrás de las puertas, pero al saber que hablaban de mi me ha picado la curiosidad. A decir verdad supongo que me he ganado esa imagen a pulso, he hecho meritos para ello. Pero yo no osy así. Yo no quiero que ella me vea así. Pero si lo que quiere es no verme más, alejarse de mi.. Así será.
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Las princesas no lloran
Подростковая литератураAlison, una joven de 16 años, tiene unas amigas que nunca le fallan, una familia ejemplar, y unos estudios muy bien cualificados. Byron, 16 años, joven, rebelde y terriblemente atractivo. Playboy del instituto, todas las chicas van detrás de él. Per...