"PARALELO" Serie Mundos Paralelos I

CAPÍTULO CINCO

El interrogatorio que nos hizo mamá sobre la entrega misteriosa se extendió un poco, mientras llamaba a Dinora para hacer un pareo de versiones y comprobar si mentíamos o no, di gracias a Dios que pasamos ilesos. Robert estuvo todo el camino preguntándome lo que me había dicho Tamara, decidí decirle la verdad a medias, no quería preocuparlo con cosas que no existían, le dije que Tamara me había dicho que el Ministro es un mafioso corrupto y que era un pervertido, que quizás me había drogado y por eso imagine esas cosas, Robert se quedó perplejo, sin embargo, me dijo que para descartar investigaríamos al Ministro.

Robert y yo planeamos que luego de nuestra carrera matutina nos meteríamos a fondo en la web para hacer nuestras investigaciones, mi madre estaría en misa y luego pasaría por el albergue, así que podíamos quedarnos a nuestras anchas sin que estuviese examinando lo que hacíamos.

Esta noche estoy un poco incomoda, a pesar que me rehúso a creer todas esas tonterías que me dijo Tamara, no puedo dejar de pensar en lo que paso ese día con el Ministro y hacerme una y otra vez las preguntas del millón de dólares ¿y si fuera cierto lo de ese mundo paralelo? ¿O si realmente el Ministro quiere matarme? De verdad es mucho lo que tengo que pensar y aparte de eso no puedo sacarme de la cabeza al chico con complejo de samurái que vi, la forma en que me miro me hizo sentir mucho calor en mi cuerpo, es como si lo conociera... creo que lo he visto en alguna parte pero no sé en donde, también voy a investigarlo necesito saber quién es o qué diablos hacia allí, vi el reloj eran las dos de la madrugada debía dormir o no podría levantarme a las cuatro.

***-***

Estaba en una playa junto a Robert nadábamos, después nos acostamos en la arena, de pronto él intento besarme, trate de no hacerlo pero luego su rostro cambio al del chico extraño, mi cuerpo experimento una sensación de calor agradable, él me tomo entre sus brazos y me miro intensamente, me perdí en sus ojos sentí que lo amaba y cuando me iba a besar desperté.

Me senté en la cama agitada ya eran las cuatro de la mañana revise el móvil y era Robert que me envió un texto avisándome que no iría a correr conmigo, porque su madre debía entregar unos pastelillos a una fiesta y debía ayudarle, le dije que no había problema que investigaríamos individualmente y luego compararíamos las informaciones, luego de tomar el desayuno le dije a mamá que esperaría a Robert que vendría a estudiar conmigo y la despedí porque se iba a misa, mentí necesitaba aclarar mis pensamientos así que me fui a correr a la montaña.

Correr es algo que me encanta hacer, sentir como la brisa fresca roza tu cara a medida que aumentas velocidad y como se tensan tus músculos con el esfuerzo es grandioso, ya estaba cerca de la montaña, los domingos era el día en que van muchas personas, algunas en parejas, otras en grandes grupos y los solitarios como yo sólo se colocan su IPod y se dejan llevar por la música y la adrenalina.

Mi madre me dice que no sabe de dónde saqué mi pasión por el ejercicio, ella apenas va a clase de yoga cuando se acuerda y mi padre solo se ejercitaba en vacaciones, eso me dijo. Subí corriendo, había una especie de excursión en el camino principal, así que decidí irme por un atajo más intenso y un poquitín solitario.

Nada me detendría hasta llegar a la cima, estaba pensando en la clase de inglés de mañana y en una de las actividades que no realice, cuando algo me detuvo en seco, vi en una de las rocas a un chico agachado y no fue solo eso lo que me detuvo fue esa mirada penetrante que me hacía sentir escalofrió en todo el cuerpo, esa mirada que ya había visto antes y no recordaba en donde... un momento, ahora lo recuerdo, es él el chico que vi en la oficina del Ministro, estaba segura de eso, sin embargo ¿qué hacia allí? me quede paralizada sin saber si correr de vuelta o pedir auxilio, aunque lo segundo no resultaría pues estaba muy lejos de ser escuchada... piensa Ángel piensa me dije, no tenía opciones quizás estaba equivocada y no era el mismo, yo solo debía seguir corriendo lo más rápido posible e ignorarlo, con eso bastaría.