Se que la mayoría me queréis matar porque no he hecho más que recibir mensajes pidiendo que actualizase la historia y lo siento. Se que he tardado, pero pffff. No sabéis lo horribles que son mis horarios últimamente, apenas hay tiempo para respirar.
Pero bueno, no voy a decir excusas baratas ni nada por el estilo, mejor os dejo el trozo y ya XD Disfrutar(?)
A primeras no reaccioné. Me quedé observando a aquella pequeña de ojos azules preguntándome quién leñas sería y planteando la posibilidad de cerrar la puerta diciendo "Lo siento, no compramos galletas de las Scouts". Luego una risa me hizo alzar la vista para encontrarme cara a cara con Kyra, la hermana mayor de Nay. La mujer me dedicó una sonrisa aterradora y divertida a partes iguales y apoyando una mano en el hombro de la chiquilla habló.
— Es un amigo de tu hermano —No tuve tiempo de notar el tono extremadamente exagerado con el que había dicho "amigo". Volví la vista hacia la pequeña rubia como si fuese la primera niña que viese en mi vida.
—¿Annie? —La aludida alternó su mirada entre su hermana y yo. Con ese aire que tienen los niños de intentar comprender las conversaciones de los mayores aunque no entiendan ni la mitad. Al final acabó por sonreírme ampliamente y se rió.
—Tienes el pelo raro —Tenía un acento extraño, seguramente debido a llevar tanto tiempo viviendo en Alemania. Inconscientemente me llevé una mano a la cabeza para notar como mi cabello había decidido cobrar vida, probablemente por el hecho de que me acababa de levantar, pero antes de poder decir algo coherente Kyra se cruzó de brazos y carraspeó para hacerse notar de nuevo.
—¿Vas a quedarte aquí parado o nos vas a dejar entrar en nuestra casa? —Dijo, poniendo especial acento en el "nuestra". Avergonzado al darme cuenta de mi torpeza me eché a un lado mientras balbuceaba una disculpa y cerré en cuanto las dos hermanas cruzaron la puerta. La pequeña nada más poner los pies dentro del hogar salió corriendo escaleras arriba a inspeccionar cada una de las paredes de la casa para observar las nuevas pinturas de su hermano (Algo que supuse que sería una especie de costumbre para ella). La hermana mayor en cambio se dejó caer en el sillón mientras observaba divertida a Annie corretear y gritar emocionada lo mucho que molaban los nuevos dibujos. Me quedé ahí parado en mitad del salón, sin saber muy bien cómo reaccionar ante esa escena. Por fin la niña volvió a asomar la cabeza por las escaleras con una enorme sonrisa en los labios.
—¿Donde está Nay? —Preguntó mientras recorría la amplia sala de la planta baja con la mirada, tal vez esperando encontrar a su hermano sentado junto a su hermana o algo por el estilo. Me llevé una mano a la nuca mientras señalaba con la otra hacia la puerta cerrada de su habitación.
—Está durmiendo —No pude evitar hacer una mueca al sentir la mirada de la más mayor clavada en mí, probablemente pensando algo que no era, pero tampoco tuve mucho tiempo para enrojecer ya que la pequeña en dos saltos bajó de la escalera y corrió hacía la habitación de su hermano. Recordando el estado de Nay me apresuré a seguirla preocupado—. ¡No sé si es muy buena idea des...!
Apenas llegué a tiempo de cruzar la puerta para ver como la pequeña saltaba encima de un Nay dormido, que pegó un bote al despertarse de aquella manera tan brusca.
—¡QUÉ COJONES! — El chico se irguió alarmado, con la niña aferrada a su cuello en un extraño abrazo. Parpadeó confuso y sus ojos se enfocaron en mí —. ¡¿Novato?! ¿Qué haces tú...? — En aquel momento pareció darse cuenta de que algo seguía aferrado a él. Llevó una mano a la cabeza de la pequeña para acariciar sus cabello. En sus ojos pude ver primero la extrañeza, luego la comprensión y por último el shock—. ¿Annie?
La niña se incorporó también dejando de ocultar su rostro en el hombro de su hermano y le sonrió. Pronto empezó a hablar con rapidez en alemán sobre algo que, obviamente, no entendía mientras Nay la miraba como si aún no se lo pudiese creer, luego poco a poco su expresión empezó a tornarse a una de pura felicidad.
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La vida es Aburrida
Dla nastolatków-Patético - Solté la palabra en un pequeño susurro que provocó que me sobresaltara yo mismo. Suspiré agotado y entonces recordé la frase que me despertaba todas las mañanas-. La vida es aburrida. Una voz electricante sonó a mi lado -Pues cámbiala [N...