C R E E P

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"Eres tan especial, pero yo soy tan extraño, tan raro, ¿que demonios hago aquí? yo no pertenezco aquí."

-Radiohead, Creep.

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Capítulo 7 -Creep.

No diré que al despertar mis ojos se cegaron por la luz, porque si algo sabía era que mi habitación era una cueva. Limpio mis ojos con mis dedos y me giro mirando a Allan. Su cara estaba relajada, sus mejillas ligeramente sonrojadas, y su barba de algunos días. Me quedo embobada mirándolo y sonrojada ante la escena, nunca había dormido con algún chico, excepto por mis hermanos; y la verdad se sentía extraño, quizás me gustaba él. Se que lo conozco no hace mucho pero cada vez que estoy con él me siento bien e incluso un poco tímida, no es lo mismo que cuando estoy junto a Matt.

Miro mi teléfono y veo que son las 11:30 a.m, hoy tenia colegio pero la alarma no sonó y nadie toco mi puerta, así que no es mi culpa. Pero como si alguien hubiera escuchado mis pensamientos un sonido sonó atraves de la puerta, como si alguien la estuviera tocando.

Me levantó y camino hacia la puerta con pereza.

-¿Quién es? -Pregunto con la voz aún ronca.

-Señorita Annelise, ¿Podría abrirme la puerta? -Dice la voz de Dorothea, la ama de llaves. Mis ojos se abren y corro hacia la cama tirándome y deslizándome en ella haciendo a Allan caer.

-Agh. -Se queja, asomo mi cabeza por el borde de la cama y lo veo haciendo una mueca.

-Shh, escóndete debajo de la cama, rápido. -El me obedece y se arrastra por debajo de mi cama.

Me levanto y abro la puerta arreglando un poco mi pelo.

-Señorita Annelise, su madre le manda a decir que hoy no asistirá a el colegio. Hoy será la reunión y ella prefiere que se quede aquí organizándose. -Dice la señora con una sonrisa de oreja a oreja. Yo asiento y ella hace una seña a alguien en el pasillo, cuándo menos pienso varios hombres uniformados elegantemente entran a mi habitación con cajas blancas y las van dejando sobre el piso.

Yo me quedo ahí parada hasta que todos los hombres se van de mi habitación, cierro mi puerta y dejo mi cabeza sobre la mareda cerrando mis ojos y suspirando.

-Desde aquí puedo ver tu trasero. -Me giro ante la voz ronca del chico de ojos azules. -Oh, perdón si interrumpí, tu sigue ahí con lo tuyo, yo terminare aquí con lo mío. -Dice y se acuesta en mi cama con una sonrisa.

-Ja. Ja, muy chistoso. -Reí sin gracia.

-¿Qué es eso? -Pregunta señalando las cajas blancas de varios tamaños.

-No lo sé. -Camino hacia ellas y Allan me sigue.

Abro la primera caja y veo una tela azul, la saco de su caja y y parte de la tela cae dejando ver un vestido corto azul, sin mangas ni tirantes, lo dejo en la caja. Abro la segunda caja y veo un par de tacones de el mismo color del vestido. Abro la ultima caja y veo varios cupcakes.

-¡Cupcakes! -Digo emocionada, aparto las otras cajas y cojo la caja que contenia los pastelitos, saco una con cuidado y lo muerdo contenta. -¿Quieres? -Pregunto, extendiéndola hasta él. El tomo uno y lo mordió con apetito.

-Gracias. -Dijo con la boca llena y sus dientes marrones. Yo me reí.

-De nada, iré a bañarme, llama a Matthew y Jack para que vengan, el evento empezará pronto. -Me metí al baño juntos con el vestido que pondría. Después de bañarme me coloque lo que mi madre me había dejado, no realmente de mi estilo, pero tenía que hacerlo.

Allan. -COMPLETADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora