S P E C I A L D E A T H

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"Con las flechas de fieles podría volver a la silla de montar. Pero es una muerte especial que has guardado. Para , la hija de ojos marrones."

-Special Death, Mirah.

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Capítulo 30 -Special Death.

El olor a polvo entra por mis fosas nasales. La habitación estaba completamente en silencio hasta que la respiración de él empieza a resonar en la habitación. Yo sonrío y agarro la silla posicionándola al frente de él.

-Hasta que la princesa decide despertar. -Digo burlándome mientras me siento pesadamente.

-¿Quién eres? -Pregunta tratando de pararse pero sus manos están atadas al igual que sus pies en la silla.

-Uh, créeme no querrás saberlo. -Le digo sonriéndole de lado.

-Claro que lo necesito para denunciarte cuando salga de este lugar de mierda. -Él escupe pero yo niego mientras reía.

-Considerando de que aquí saldrás muerto te diré mi nombre, pero solo por eso. -Digo haciendo que la punta de la navaja rodará por mi dedo. -Allan.

-¿Que quieres de mi? Yo no te he hecho nada. -Me levanto furioso de la silla y la pateo, colocó la navaja contra su cuello, sin embargo no la aprieto.

-Claro que lo has hecho, me has arruinado la vida. Has tocado a mi chica y ella ya no quiere saber de mi.

-Oh, ahora ya entiendo eres el novio de la puta esa. -En cuanto termina de hablar mi puño choca contra su pómulo haciendo que flaqueara hacía un lado, yo agarro su pelo con fuerza y hago que tenga contacto con mis ojos.

-Podría matarte en este momento pero preferiría verte sufrir. -Digo apretando mis labios.

-Hazlo, mátame. Ya todo se ha acabado por tu culpa. Ella ya no me quiere. -Lágrimas comienzan a salir de sus ojos verdosos.

-Estás equivocado, ella nunca te quiso. -Le digo y Jared suelta un sollozo más fuerte.

-Nadie me quiere, ya no tengo a nadie a mi lado. Si me matas yo estaré feliz. -Asiente levemente.

-Ganas no me faltan. -Digo y él ríe.

-Lo sé. Si tuviera la suerte de que ella me amara y alguien más la tocara yo también lo mataría.

-Entonces, ¿por que lo hiciste? -Le pregunto con el ceño fruncido.

-Quería que fuera mía. Quizás un anillo más grande o simplemente secuestrarla y llevarla lejos de la porqueria de su madre. Pero cuando desperté del golpe que me dio, me di cuenta de que ella jamás sería feliz conmigo. Nadie lo será. -Yo fruncí mis labios y lo desate de la silla.

-Quédate aquí. Te escapas y te disparo en la cabeza. -Él asiente lentamente y salgo de la habitación cerrando la puerta con seguro.

Salgo de la pequeña casa y respiro el aire fresco del bosque. Cada ves que exhalo humo sale de mis labios. Aprieto mis labios con fuerza y pateo una piedra con rabia haciendo que sin querer los pájaros se asustarán y salieran volando con miedo.

Abro la puerta haciendo que está rechinara al momento de abrirla. Camino por el pasillo, las luces titilan y el color verde oscuro en las paredes hacen que las náuseas aumenten.

-¡Idiota! -Exclamó acercándome al cuerpo sin vida de Jared. La sangre salía sin escrúpulos de su muñeca, sus ojos miraban a un punto muerto en el techo y el olor comenzaba hacer tedioso.

"Empresario Jared Schzowoirt se suicida en cabaña a las afueras de Seattle.

Todo fue una Muerte Especial."

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-4

Allan. -COMPLETADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora