Fourfold trouble - Los Cuatrillizos Tomlinson.

Llanto y té.

TROY.

Resulta que Niall tenía más maldita fuerza y resistencia de lo que aparentaba, por supuesto que yo estaba acostumbrado a soportar mucho más que los golpes de un rubio mocoso. Pero después de tres fuertes e imprudentes golpes por mi parte, imprudentes no, imprudentísimos más bien, ya que la puta policía estaba justo enfrente y obviamente nos intentó llevar presos, afortunadamente mis padres salieron y arreglaron todo antes de que se hiciera más escándalo. Estaba seguro que apenas tocara la escuela mañana iba a escuchar lo murmullos de todos hablando sobre la pelea del rubio conmigo, algo que me era indiferente para ser sincero.

Todos se habían ido a sus respectivas casas y solo estaba yo en mi cuarto con mi madre obligándome a ponerme una bolsa de vegetales congelados en el ojo.

Louis ni me miró, probablemente me estaba matando en su cabeza pero poco me importaba, la verdad es que ver la sonrisa de Dallas todo el día lo valía.

- ¿En qué te estas metiendo ahora tesoro?- mi madre acarició mi cabello y rodé los ojos.

- Mama basta, necesito que me dejes solo y te lleves esta cosa.

- Si no te dejas la bolsa de vegetales se va a inflamar y quedar morado.- No discutí más.- ¿Qué es lo que hiciste para que Niall te golpeara Troy?

- No hice nada mamá.

- Troy deja de meterte en problemas, tu padre estaba furioso.

- Si, lo haré.- trate de tranquilizarla y parece que funciono, me sonrió y dejo un beso en mi frente antes de marcharse, me sentí patético al mismo tiempo que afortunado. Mi madre verdaderamente se preocupaba por nosotros.

Apenas apago la luz me quede dormido.

- ¡Troy!- Escuche como una piedra golpeaba el ventanal, estaba lloviendo y parecía que la tormenta estaba bastante fuerte. - ¡Imbécil joder te estoy hablando!- gritaron con voz de susurro de nuevo. Me levante a duras penas estrellándome contra el sillón de mi habitación y tropezándome con varios zapatos hasta llegar al enorme ventanal que remplazaba la pared, me dispuse a tirar de la gruesa cortina que lo cubría, apenas lo hice un rayo ilumino el cielo y se escuchó el rugir del mismo, ¿qué mierda? Ni siquiera estaba nublado esta tarde, ¿O sí?

- ¿Qué mierda quieres Malik?

- Abre.

- Son las cuatro de la madrugada, ¿qué es lo que quieres?

- Que abras la puerta pedazo de imbécil.- maldije en voz baja y salí de mi habitación tratando de no hacer ruido. La duela lo hacía todo muy complicado pero lo logre, además que el sonido de la lluvia probablemente disfrazaba los crujidos de mis pasos, camine hasta la cocina y abrí la puerta trasera, Zayn ya estaba ahí, entró empapado y se quitó el impermeable verde soldado dejándolo en el perchero.

- ¿Y bien?

- El frío esta infernal.

- Te informo que llueve.- dije irónico.- Además de que son las cuatro de la madru... ¿qué haces afuera tan tarde en noche de martes?

- ¿Te importa si me siento?

- Adelante, ¿desde cuándo pides permiso?- pregunté burlón encendiendo la luz de la pequeña isla de la cocina. Zayn señalo sus botas enlodadas.- Quítatelas.

- Eres tan nena.

- A Helena no le va a hacer mucha gracia que mañana temprano haya huellas de lodo por toda la cocina, pero siéntate amigo, ¿quieres un té?

- Por favor.- sacudí mi cabello después de estirar los músculos de mi espalda con pereza.

- Claro hermano, ¿ya vas a decirme qué es lo que querías?- Hubo un silencio largo mientras ponía la pequeña tetera en la estufa y sacaba el paquete de diferentes sobres de té, para que Zayn eligiera, lo deje caer frente a él esperando que hablara. Pero no lo hizo, tenía cara de mortificación y con dificultad tomó uno de los sobres, dudo que siquiera supiera de que es, solamente lo tomó y siguió mirando la mesa.- ¿Y bueno?, ¿piensas decirme?