Fourfold trouble - Los Cuatrillizos Tomlinson.

Cinema

Cuatrillizos Tomlinson.

Lo miré más de 5 minutos continuos sin decir nada y realmente avergonzada, el me sonrió un poco y yo me limite a seguirlo observando.

- Yo...Lo siento Austin es que...creí que...Dios.- el soltó una risita.

- No te disculpes conmigo.

- Bueno, esta bien.- me lleve las manos a la nuca con un montón de nervios.- ¿Y que necesitas?

- En realidad solo venía a preguntarte algo acerca de la tarea de Biología.

- Oh genial, ¿qué sucede?

- Creo que mañana nos iremos después del colegio a casa de Eleanor y eso.

- M-solté una risita y el sonrió un poco confundido.- ¿Y no pudiste mandarme un mensaje o aguardar hasta mañana?

- No tengo tu número Dallas.

- Igual mi celular fue robado y jamas regresado, así que tienes razón.

- Bueno solo eso...- se rasco la nuca un tanto incomodo haciendo lucir como una replica exacta de Louis. Me quede observándolo y sonreí.

- Eres idéntico a Louis.

- Somos gemelos.- rió y asentí.- Bueno, me voy, sobre lo que sucedió.... ¿No le dirás a Louis cierto?

- Claro que no, hagamos como que nunca paso.

- Vale.

- ¿Qué nunca paso cariño?- preguntó Louis caminando por el pequeño pasillo que llevaba a mi puerta, me estrelle la mano contra la frente mentalmente y sonreí un poco nerviosa.

- Cosas personales hermanito.- dijo Austin chocando el hombro con el de Louis.- Nos vemos en la noche, adiós Dallas.

- Adiós Austin...- el chico se fue dejándome con Louis que me miró con los ojos entrecerrados.

- ¿Qué clase de cosas personales puedes tener con mi hermano eh?

- ¿Celoso cariño?

- No, no me preocupo por Austin, pero me da curiosidad.

- No es nada, solo algo de la tarea de Biología.

- Mm, ¿nos vamos?

- Claro.- tome su mano ya que la tendió para mi y entrelazo nuestros dedos caminando hasta el lujoso auto de mi chico, abrió la puerta para mi y después camino hasta su lado del coche. 

- Olvide decirte lo linda que estas.- me guiño un ojo y reí un poco nerviosa pegando mis labios a su mejilla.

- Tu estas genial.

- Yo siempre estoy genial nena.

- No sé que me gusta más de ti, si tu lado arrogante o el idiota.

- No soy ninguno de esos dos eh.

- Lo que digas príncipe.- dije con ironía, el me sonrió mirándome de reojo.

- Te quiero princesa.

- ¡No! Por favor no nos pongamos cursis.

- Siempre matas mi lado amoroso cariño, cuando quieras que te de algo de amor te tratare así.

- Lo que digas.

- Dallas.- giré a verlo- No me dijiste que también me querías.

- Es por que no lo hago.

- Ah, ¿no me quieres?

- No.

- ¿Nada?

- Nada.