Fourfold trouble - Los Cuatrillizos Tomlinson.

Chicos.

- Genial, me encanta cada cosa que compramos.- dije observándo los focos navideños y acomodándolos a mi lado.- ¿Cuando comenzamos?

- El fin de semana que viene, compramos el árbol el viernes y listo. 

- Perfecto.- murmure acomodando una de las cajas.- ¿Vamos a comer?

- Si no me siento con ganas de cocinar y tu....

- Cállate, elige el lugar, yo invito.

- ¿Dónde sea?- la puerta sonó distrayéndonos de nuestra conversación, apenas gire para verla y me levante con pereza.

- Yo abro.

- Esta bien.- Niall siguió acomodando el pavo enorme en el congelador mientras yo corría a abrir. 

- ¿Quién es?

- Louis.- Rodé los ojos como si estuviera muy enojada aunque no lo estuviera pero abrí la puerta, los ojos azules de Louis me miraban suplicantes y una sonrisita nerviosa se extendió por su rostro.  - Hola muñeca.

- Hola Lou.

- ¿Estas molesta?-suspire observándolo con cuidado, estaba apunto de decir que si, pero vamos...sus ojos suplicantes me volvían loca, un puchero comenzó a formarse en sus labios y no pude evitar sonreír.

- No mi amor, no lo estoy.- Su sonrisa creció en su rostro y me acerco a el para levantarme en un fuerte abrazo, reí regresando el gesto y después me acerque a besar sus labios.

- ¿Por qué no me habías contestado llamadas mi amor?- preguntó sin soltarme, sus labios estaban junto a los míos pero no era un beso, sonreí haciéndolo uno.

- Creí que estaba molesta.

- ¿Y?

- Luego te vi.- fue su turno de sonreír.

- Te quiero.

- Yo te quiero. 

- ¿Mucho?

- Demasiado, ¿qué dices de ir a almorzar juntos preciosa?

- ¿Ahorita?

- Creo que no iremos a comer.- dijo Niall desde las escaleras con mala cara, sus brazos se cruzaron y bufó.- No sé por que me sorprende. Me voy a dormir.

- ¿Niall?- el rubio se giro y se marcho estrellando sus pies sobre la duela con mucha fuerza.- ¡Niall!

- ¿Qué sucede?- preguntó Louis algo preocupado, negué con la cabeza y lo empuje un poco para caminar detrás de mi mejor amigo que lucía particularmente molesto. Subí las escaleras corriendo y abrí la puerta de su habitación. La camisa que usaba estaba tirada en el piso y el estaba recostado dándome la espalda, me acerque lentamente y toque su hombro.

- ¿Niall?

- ¿Que?

- ¿Qué sucede?

- Nada, mejor ya vete. 

- James...

- ¡Dijiste que te quedarías conmigo hoy!, desde que nos mudamos aquí y te conseguiste al idiota como novio de repente de estar todo el puto día juntos, paso a que ni siquiera puedas dedicarme un día, pero bueno, ¿sabes qué? tu sabes lo que quieres, lo que te conviene y lo que te va a durar, si te quieres ir con el, vete. 

- Niall ni siquiera le había dicho que si.

- ¡Pero vamos! Ni siquiera me dirás nada, solo te largas. Pero vete, llamare a Harry.

- ¿Por qué estas tan molesto?

- ¡POR QUE ESTOY PERDIENDO A MI MEJOR AMIGA!- Solté una leve carcajada.