¿Cómo demonios puede ser que Dylan nunca antes haya comido un poco de algodón de azúcar? En cuanto llegamos al puesto, compré uno realmente gigantesco para ambos. El chico permaneció observando la enorme bola de azúcar color rosa tradicional. Lo observaba como sí se tratara de una nueva y extraña fruta, pensando si era venenosa o sí era seguro comerla.
-¡Vamos!-más que animarlo, sonó como una orden.
El chico tragó saliva y le dio un gran mordisco a su lado del algodón. Mientras masticaba, una extraña meca aparecía por su rostro, para luego arquear las cejas extrañado.
-¿Y bien?
-Es fantástico-exclamó antes de darle grandes y rápidos mordiscos.
Solté una gran risa antes de unirme a él. Anduvimos por los puestos simplemente observando y comiendo. Había del todo tipo de juegos y negocios, así como todos los estudiantes de la Academia. Había una enorme multitud alrededor de un puestecito, donde el conserje de la escuela, Gabe, se encontraba repartiendo muy animado montones de globos de agua a los chicos. Escuché gritos y ambos nos giramos para ver como un par de estudiantes de último año se los arrojaban entre ellos mojando a todos alrededor.
-No creo que sea buena idea que estas cosas se estén repartiendo entre el montón de adolescentes irresponsables en toda la Academia-mencioné.
-Espero que Jake y Ted no los vean...
-Muy seguramente, ellos tendrán globos llenos de algo mucho más desastroso y asqueroso que el agua.
Más adelante decenas de chicos brincaban animados en un enorme inflable, mientras se empujaban entre ellos. También había una enorme piscina donde todos se arrojaban aún con ropa y se empujaban entre ellos. Incluso había algunos que habían preferido nadar en ropa interior.
-¿Por qué toda esa fila?-observó Dylan.
Seguí su mirada hasta un punto un tanto alejado, donde una enorme hilera de personas avanzaban lentamente hacia un puestecito. Decidimos acercarnos e investigar, conforme avanzábamos nos iba invadiendo un delicioso olor a carne recién asada. Josh Bell pasó junto a nosotros muy animado con un gran plato de comida.
-¿Qué venden ahí?
-¡Tacos! ¡Los latinos pusieron un puesto de tacos! ¡Joder, tacos!-gritó mientras daba un mordisco a su tortilla-Ahora, tengo que irme. Escuché que del otro lado vendían comida china...
Una vez había comido tacos, y había sido una de las cosas más deliciosas del mundo. Aunque en ese momento tenía que decidir si volver a saciar ese increíble sabor, o sí debía probar un poco comiendo algo agridulce con los chinos. Dylan aún se veía demasiado absorto masticando el algodón de azúcar.
Un escalofrío de emoción me recorrió la espalda, mi mirada quedó estática entre la multitud. Ahí se encontraba Pete Person, simplemente el chico más increíble de toda la Academia. Era bastante alto, más que yo. Aún más que Dylan. Era de piel bronceada y cabellera castaña, tenía unos ojos claros bastante hipnotizantes. Nunca me agradaron los chicos musculosos, pero él era la excepción. Permanecí embobada observando como él y sus amigos hacían fila para comer tacos.
-¿Sabes? Es algo triste como se deshace en la boca demasiado rápido...ojalá durara un poco más...
-Sí, lo sé-mencioné distraída.
-¿Qué?-preguntó Dylan-¿De qué hablas?
-De lo que dijiste-mencioné sin apartar la vista del muchacho.
-No dije nada...espera, ¿Qué estás viendo?
No le respondí.
-Oh, ¿Pete de nuevo?
-¡Cállate!-me giré-¿Qué no ves que te va a oír?
-Lo siento, lo siento...¿no crees que deberías hablarle al menos?
-¿Y quedar como una tonta? No, por favor...¿Y qué hay de Gwen Brefet?
-¡¿Qué?! Por favor, ella no me atrae.
-Claro que sí, he visto como la observas.
-¡Pero no me atrae!
-Es lo que diría alguien a quién sí le atrae.
El chico me miro serio, al parecer no le había gustado que hubiera tocado el tema. Pero era verdad. Todo había comenzado varios días después de que regresáramos de nuestra misión, nos encontrábamos dando un paseo por la Aldea cuando la chica apareció de pronto. Al parecer ella había llegado en el autobús con nosotros, nos comentó que amó la forma en la que aterrizamos el enorme Albatraoz. Dijo que había sido heroico.
Era una especie de loca admiradora, y desde ese momento, Dylan había estado embobado y sonrojándose todo el tiempo. Cuando continuábamos con la caminata, por más que le hablaba el chico no me respondía. Al principio pensé que estaría enfadado conmigo por cualquier cosa, después de darle varias vueltas al asunto entendí que se mantenía pensando en aquella loca admiradora.
Claro que me molesté, aunque ¿Qué podía hacer? La chica le atraía y punto, me parecía agradable que encontrará a alguien con quién fantasear un rato.
-¿Sabes? Dejemos el tema, ¿de acuerdo?-me pidió.
Reí.
-Como quieras...¿Qué es ese ruido?
A lo lejos, cientos de estudiantes comenzaron a gritar llenos de emoción. Todos corrieron directo al escenario, mientras se escuchaba una voz corear con emoción en el escenario. Dylan y yo nos miramos inmediatamente, reconociendo la canción que estaba por llegar. Salimos disparados como un rayo junto con la multitud, no lo podía creer. No podía creer que uno de mis grupos de música favoritos se encontrara en la Academia...¡no podía creer que uno de mis grupos de música favoritos, fuera Elohim!
Llegamos junto con la multitud mientras las luces del escenario iluminaban al cantante con el micrófono mientras el resto de la banda se preparaba con sus instrumentos. El publico entero se unió la coro.
-¡Ra ra, la la! ¡Ra, ra, la, la! ¡Ra, ra, la, la, la, la! ¡Oh, oh, oh!
El bajista pasó al frente, y comenzó a palmear con las manos. El publico enteró lo imitó. Después de algunos minutos, todos se callaron y las luces se apagaron por completo. Después de un silencio de algunos segundos, las luces se iluminaron de golpe, brillando y parpadeando de diferentes colores. Mientras el grupo entero comenzaba a tocar con fuerza y el cantante iniciaba a cantar tan bien, como en sus videos que veías por internet.
-¡We are wilds, we are like young volcanoes!
Los fuegos artificiales fueron disparados desde detrás del escenario para estallar en el cielo, brillando en distintos colores. La gente gritó de emoción, Dylan se veía realmente entusiasmado. El chico cantaba con fuerza y bailaba realmente extraño. Yo no podía dejar de reír tanto de él como de la emoción. Entonces, decidí unírmele durante las siguientes canciones. Disfrutando del resto del concierto y presentaciones juntos, bailando entre el público, bajo las luces del escenario y de la luna.
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Academia Neregunthur II: Nigrum (Suspendida Temporalmente)
Science FictionLa Segunda Guerra Elohim ha iniciado, así como las clases después del periodo de vacaciones. Hay nuevos maestros. ¡Y huéspedes en la Academia también! Pues esta ha sido seleccionada como sede para el Festival Tri-Anual Elohim, donde diferentes escue...