Kate 6

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Dylan y yo avanzamos juntos aún riendo y cantando por las calles de la Aldea. El camino a la casa se encontraba iluminado por aquellas hermosas farolas junto con la luz de las estrellas. Observé como el gran casco de la Academia se cerraba lentamente, aunque el cristal era tan transparente que apenas podías notarlo. Todo se estremeció ligeramente, y después de unos segundos sentí como nos íbamos hundiendo en el fondo del océano. El cielo si iba oscureciendo poco a poco, hasta quedar demasiado lejos para poder admirarlo.

Entonces me pregunté, ¿Cómo serían los demás colegios? ¿Se encontrarían ocultos en enormes cavernas? ¿Bajo tierra? ¿En una lujosa mansión? ¿O un tétrico castillo? ¿En medio del bosque? ¿Sobre el cielo? Decidí que en cuento tuviera oportunidad de conocer a algún extranjero se lo preguntaría. Observé a Dylan, el chico aún no superaba esa graciosa broma con la que el comediante había cerrado su show.

Habían tocado alrededor de cuatro grupos musicales, además de otros dos completamente exclusivos de los Elohims. Sin no mencionar aquellos dos últimos presentadores que nos entretuvieron un buen rato.

Atravesamos el patio del frente de la Casa, y nos detuvimos frente al pórtico.

-Esto fue realmente divertido-mencionó Dylan.

-Sí...me alegra haber podido pasar esta noche contigo-mencioné.

Nos miramos mutuamente durante varios segundos, Dylan estuvo a punto de decir algo cuando escuchamos gritos dentro de la casa. Alarmados entramos rápidamente y fuimos directo hacia la sala de estar, donde Jack, Matt y Jake; junto con Zoe, se reían como locos. Una pareja de asiáticos se encontraba en el otro sofá, perfectamente abrazados mientras se carcajeaban con los chicos. ¿Qué demonios ocurría ahí?

-Estem...¿Hola?-saludó Dylan confundido.

Jake nos señaló, mientras reía.

-Dylan y Kate-nos presentó-Ellos son los coreanos, Kenji y Rum...

-¡Japoneses!-corrigió Kenji.

-Sí...eso.

-Hola-saludé con la mano.

Observé atentamente la habitación, sobre la mesa de té, había una enorme caja de pizza con aún dos rebanadas. Además de un enorme tazón con los huesos restantes de las palomitas de maíz, deduje que ya llevaban un buen rato en la Casa.

-¿Y Helena?-preguntó Dylan.

La risa desapareció del rostro de Zoe.

-Ella...está cansada, fue a dormir hace rato-sonrió un tanto insegura.

-¡Tomen asiento, vamos!-nos invitó Ted emocionado.

Dylan y yo nos acomodamos en un sillón restante en el que apenas cabíamos. No estábamos acostumbrados a tener visitas en la casa.

-Y díganme, ¿Cómo es el Colegio Beiyang?-preguntó Matt.

Kenji se rascó la cabeza.

-¿Han oído del Himalaya?

-Por su puesto...

-Se encuentra en una de las montañas más grandes a la orilla de la cordillera, en una zona no tan fría y menos nevada. Es un gran fortificación a orillas del cerro, con muros de piedra y madera y grandes techos de teja del color de la sangre...con grandes torres y un enorme lago que...

No terminó la frase, pues fue detenido por el golpe que emitió Matt al caer inconsciente al suelo. Todos corrimos al centro de la sala donde Matt comenzaba a temblar de una forma inquietante. Dylan le tomó el pulso mientras yo colocaba mi mano sobre su frente, la aparté de inmediato al darme cuenta de que estaba realmente caliente. El chico afroamericano sudaba a montones.

-¿Qué le ocurre?-preguntó Ted asustado.

-¡Rum, usa tus poderes chinos!-pidió Jake.

-Japoneses-corrigió la chica antes de acercarse al chico.

Zoe la detuvo.

-¡No! Reconozco estos síntomas...-miró de una forma seria a Ted, yo no lo entendía muy bien.

-Mierda...voy por la Narketina-dijo Ted apurado mientras corría escaleras arriba.

-¿Narketina?-pregunté confundida, recordando aquella extraña droga que nos habían administrado en la Isla Mihole-¿Por qué tenemos Narketina en la casa? ¿Qué no cuenta como sustancia ilegal?

-¡No!-Zoe detuvo a Ted-No sabemos qué tanta dosis administrarle... ¡Ve por Browning!

-¿Qué demonios está pasando?-preguntó Jake exaltado.

-Yo te llevo-gritó Kenji—Sube a mi espalda.

-¿Estás hablando en serio?-le soltó Jake antes de subir dudoso a la espalda del asiático, en cuanto estuvo bien sujetado ambos salieron disparados hacia afuera a una velocidad increíble. Yo me ponía cada vez más nerviosa, no podía soportar ver a Matt tendido en el suelo sin que yo pudiera hacer algo. Ted se arrodilló junto a él y comenzó a tomarle el pulso, estaba a punto de acercarme cuando el cuerpo de Matt comenzó a sacudirse con violencia.

-¿Ahora qué sucede?-preguntó Dylan alarmado.

-¿Voy por Helena?-preguntó Ted.

Zoe lo dudo un instante.

-¡No! Debemos esperar a Browning...ve por la Narketina, puede que sí la necesitemos...

Ted puso los ojos en blanco antes de reanudar el camino que le habían interrumpido hacía unos segundos. Me acerqué confundida.

-¿Por qué tenemos Narketina en la casa?

-Dylan, ve por un paño mojado a la cocina...de alguna forma tenemos que calmarle la fiebre...

El chico salió corriendo, segundos después los chicos regresaron esta veza acompañados con Browning. Kenji se veía exhausto y Jake tenía pinta como si acabara de subirse a una montaña rusa. El profesor se veía simplemente un poco despeinado, avanzó rápidamente con ayuda de su bastón y se hincó junto a Matt.

Ted bajó las escaleras con un frasco lleno de un extraño líquido amarillento, y unas jeringas en la mano. Se las entregó a Browning apurado.

-¿Qué tiene?-preguntó Dylan mientras regresaba con el paño húmedo.

-Reconozco estos síntomas-mencionó el profesor mientras le lanzaba una mirada seria a Zoe-Necesita pasar la noche en la enfermería, estará bien...

-¿Y la Narketina?

-No se la administren-nos detuvo Browning mientras se ponía de pie-Aún no...Matt tendrá que pasar por esto solo...sí, se la administramos podríamos interrumpir de una mala forma su transformación.

-¿Transformación?-pregunté confundida.

Rum mencionó algo en japonés que no pude entender.

-Exacto-le respondió Browning, mientras hacía un extraño ademan con la muñeca y acercaba su reloj a su boca, pulsó un pequeño botón antes de hablar-Ross, Código 43; pide una ambulancia para la Casa de Tethal Irs.

Matt continuaba en el suelo sacudiéndose cada vez menos pero empapado de sudor.

-¿Qué hacemos con él?-preguntó Jake.

-¿El cuerpo? Podríamos arrastrarlo hacia el basurero-convino Ted.

Como Helena no estaba ahí, fui yo la que le dio un codazo al muchacho.

-Ahora vendrá la ambulancia a llevarlo a enfermería donde estará en observación...estará bien.

-Profesor, ¿podemos hablar?-pidió Zoe.

Browning asintió y ambos de esfumaron hacia la cocina. Dylan se acercó a mí.

-Me parece cruel dejarlo tendido en el suelo.

-Podríamos pintarle unos bigotes con un marcador-sugirió Jake.

-Está agonizando-le soltó Dylan.

-¿Y? Con bigotes o sin ellos seguirá agonizando...¡Au!

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Academia Neregunthur II: Nigrum (Suspendida Temporalmente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora