e i g h t .

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Han pasado al menos tres días en los que no he cruzado palabras ni con Hugo, ni mucho menos con Luke.

A diferencia de Hugo, Luke ni siquiera ha tratado de hablarme o localizarme. Por lo que tengo entendido y por lo que he escuchado de los cotilleos en clase, Luke tampoco está asistiendo a éstas.

John, al decirme que Luke había abandonado la fiesta, hice lo mismo que él. Me fui de la fiesta, porque se me había ido el ánimo.

Algunos días suelo hablar con Calum en la universidad, no muy a menudo, pero él me ofrece más droga. Justo la que Luke me dijo que no probase y sigo sin probarla.

Creo que Calum ha olvidado todo lo que sucedió en la fiesta y estoy bien con eso, no es que me sienta muy orgulloso. Digo, el chico besa jodidamente bien, pero sinceramente sigo sin buscar algo con alguien.

Respecto a mi trabajo, empecé el día siguiente a la fiesta. Me siento bastante a gusto en la tienda de música, aunque el tío de Luke — Scott, cómo él me obliga a llamarle — no está del todo feliz con mi presencia, no obstante, dice entre dientes y solo que hago bien mi trabajo.

Michael, ordena los discos de allá. – exige. Hago lo que me pide, sin rechistar. Ésta parte es la que más desordenada está siempre, tanto que ya me sé todos los discos de memoria.

La campanilla de la entrada suena, dando a entender que ha entrado un cliente y que debo dejar lo que estoy haciendo para ir y atenderlo.

— Bienvenido a Noise World. saludo acercándome al muchacho, aun con la vista en el disco de All Time Low, que llevo meses queriendo comprar.

— Vaya, parce que te va bien en tu nuevo trabajo. – murmura burlonamente. Su tono de voz me es conocido y cuando termino de subir la mirada, compruebo que es Luke de quién se trata.

— ¿Desea algún disco en especial? – pregunto, evadiendo el tema de conversación coloquial. Sigo completamente enfadado con él.
Me dejó solo en una fiesta llena de hipócritas sin motivo aparente.

— Deseo hablar contigo.

— Lo siento, estoy trabajando. – le recuerdo, andando de nuevo hacia la sección de discos desordenados. Siento sus pasos seguirme y su alta figura detrás de mi.

— No me importa, mi tío es el dueño, seguro que permite hablar contigo unos minutos.

— ¿Qué pasa si yo no quiero hablar contigo? – me doy la vuelta para enfrentar su mirada.

Azul contra verde.

— Necesito hablar contigo, realmente. – confiesa, buscando con la mirada la figura de Scott. No quiero ir a hablar con él a ningún lado, ni ahora — pues si falto horas de trabajo éstas se me descuentan del sueldo —, ni nunca.

Él siquiera se merece que siga hablándole, no cuando me hizo una promesa que minutos después ya se encontraba rompiendo.

— Espera a que termine mi turno, si eso. – digo, con la intención de convencerlo y que me deje en paz, para luego irme sin haber hablado con él.

Scott aparece por el pasillo, mirando algunos papeles que se encuentran entre sus manos y, al escucharme hablar con alguien más, levanta la vista.

— Oh vaya Luke, ¿qué haces aquí? No me distraigas a este vago. – comenta soltando una carcajada junto al rubio. ¿Vago? ¿Por qué Scott siempre me deja como un inútil delante de los clientes? Porque no es la primera vez que hace o dice estas cosas sobre mi.

Suspiro por lo bajo, cansado de esta situación y eso que solo llevo tres días trabajando aquí. Sino fuese porque necesito este dinero, realmente abandonaría el trabajo.
De hecho, voy a buscar uno mejor en cuánto pueda y dejaré esta mierda. Por mucho que ame la música, Scott no tiene derecho a tratarme así.

hypocrites ؛ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora