¿Habré sido yo la razón por la cual Gabriela haya renunciado a robar? ¿Sera en serio mi culpa? No he oído hablar de robo en un mes y algo mas, me dedique a no robar mas por este tiempo para dejarle oportunidad, tal vez apareciera en alguna casa o alguna exposición, pero nada, ni siquiera un refresco ha sido robado en el cual sospeche que ella haya estado involucrada, me he preocupado un poco, y para ser sincero tengo miedo de no volverla a encontrar en alguna de las extrañas situaciones en las que solemos encontrarnos.
Después del mes, intente robar de nuevo, para despejar mi mente y tal vez si el destino me era fiel y amigable podría encontrarme con ella, fui a todos los lugares donde pensé que ella podría ir a robar pero nada, nunca apareció.
Hay algo en ella que me llama, que no se como explicarlo… me atrae, me gusta, y aunque no la conozco bien, no sé que le gusta, cual es su segundo nombre, ni siquiera se si tiene segundo nombre, hay muchas cosas que quiero saber de ella.
Lo malo es que siento que me estoy enamorando de una imposible… Que desgracia la mía.
He intentado todo en esta tierra para que acepte salir conmigo, dañé su plan con el collar y el diamante, luego los cuadros en Madrid, luego el dinero del Griego, que por cierto no salió muy bien, por lo menos nunca pase como un sospechoso.
-Que tal pensador?.- Mi amigo Carlos entro en mi oficina, se sirvió un trago y se sentó en uno de los sillones, esparcidos en toda la amplitud de la habitación con un toque de seriedad y sobriedad que solo un gran decorador pudo interpretar.
-Pensando.- Puse mi barbilla en mi puño que se encontraba levantado por mi codo cómodamente recostado en el brazo de la silla.
-Cuéntame tu dilema.- Bebió un sorbo de mi caro whisky, ese es uno de los robos de los que más me enorgullezco.
-¿Te acuerdas de Gabriela?
-¿La ladronzuela que te gusta?
-¿Podrías utilizar otro termino?
-Depende, ¿Qué tan necesario es que utilice otro termino?
-Olvídalo.- Me levante de mi silla.- El punto es, que no puedo dejar de pensar en ella.
-¿Has pensado en prostitutas asiáticas? Te hacen olvidar muchos puntos.
Lo mire enojado.- Como te seguía diciendo, no puedo sacarla de mi cabeza.
-Insisto en las asiáticas.- Bebió otro sorbo de su copa.
-¡Tengo un problema ahora! No necesito una prostituta, necesito una solución.
-Ellas traen soluciones.
-Maldición, eres un inútil.- Me senté en uno de los sofás, este quedaba en frente de Carlos.
-Vamos, anímate, cuéntame, que pasa.
-Quiero invitar a Gabriela a salir.
-Pues hazlo, te ayudare a encontrarla, estoy modificando un GPS que puede rastrear personas a través de señal satelital, combinando algunas características podríamos dar con su paradero.
-El problema es que no se si lo que se de ella sea cierto, ni siquiera se si nombre verdadero es Gabriela… Además si encontramos su dirección, ¿Qué podría yo hacer? ¿Enviarle flores? Como le firmaría la tarjeta, si no se la firmo no sabrá de quienes son así que no estaría realmente invitándola a salir… No puedo aparecerme en su casa, ¿Y si esta casada? ¿Te imaginas?...
-Eso mi querido amigo, se llama amor.- Carlos se sentó a mi lado y puso una de sus manos en mi hombro.
Lo vi un poco preocupado.- ¿Eso es malo?- Lo mire a los ojos.
-Horrible, lo peor que le puede ocurrir a un hombre, te sugiero que huyas, lo mas rápido y lejos que puedas, tal vez todavía tengas salvación.
-No pienso que sea tan malo…Estas exagerando.
-Oh, si que lo es. Imagínate, te controlan la mente, te dicen que quieres hacer algo cuando no es así, te hacen gastar dinero en cosas innecesarias y luego te rompen el corazón, son unas perras, hermano, perras…
-No creo que Gabriela sea de esa manera.- Bebía un trago mientras este me miraba con cara de lunático sabelotodo.
-Acabas de decir que ni siquiera sabes si Gabriela es su nombre verdadero y me dices que crees que ella no es así, lo lamento hermano, pero tu amor ya no tiene cura.
-Oh gurú del amor, enséñame maestro, como tu has tenido tantas experiencias…- Dije sarcástico.
-Búrlate todo lo que quieras, pero yo no soy quien esta a punto de ser destrozado por una mujer que no me ama, además ya estas vuelto una porquería, pensando si deberías firmar o no unas flores que nunca enviaras.
-Touché.
-Mira lo que vamos a hacer, te voy a ayudar a hacer un plan.
-¿Qué tipo de plan?
-Un plan en el que ella no resistirá robar, aprovecharas la oportunidad, la secuestraras y ahí haces lo que quieras con ella.
-Solo quiero una cita con ella.
-Eso también puede ir en el paquete.- Movía sus manos mientras hablaba, como si estuviera construyendo todo el plan en el aire. A pesar de tener cero experiencias en el amor, al igual que yo desgraciadamente, él era bueno formando planes, así que debía oír mi consciencia cuando me decía que esto podría funcionar.
Aunque el plan sonara descabellado tenía su lógica y no pude resistirme a la hora de formarlo y llevarlo a cabo.
*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*
Ya no se pueden quejar de mi ;)

ESTÁS LEYENDO
Robando tu Corazón. (En espera)
RomanceTe imaginas una historia de Amor donde los protagonistas son los villanos? Esta historia promete humor y romance donde no te cansaras de ver como no siempre los buenos de la pelicula son los que salen triunfando.