A la 1:30 de la madrugada ya estábamos pasando un virus a la computadora central para controlar las cámaras de seguridad, fue fácil distraer a los de seguridad, y mucho mas dormirlos.
Estábamos modificando la imagen de las cámaras para que la empresa de seguridad a la que estaban conectadas las no diera alerta roja. Sentí que debía decirle a Lucas sobre lo de Dragón Negro.
-Lucas…
-Dime Gaby.- Me miro.
-Tengo el ligero presentimiento de que Dragón Negro estará aquí esta noche.
-¿Qué tan ligero?- Puso expresion sospechosa.
-Bien, es un muy pesado presentimiento.
-Diablos.- Estrelló su puño en la mesa.
-Pero no ha aparecido hasta ahora, así que estamos bien.- Trate de sonreírle para que no se enojara.
-Mas vale que no aparezca, o si no.- Cargo su arma.- Descargare todo un cartucho en su pecho.
-¿No es un poco exagerado?
-O perdona, no quieres que le haga daño a tu amorcito.
-Muérete…
Salimos de la cabina de seguridad, y fuimos en busca, primero, del cuadro que a Lucas le había gustado para Kimi, era romántico verlo robar para su amada, luego de tomarlo fuimos a la camioneta para dejarlo ahí.
Después de posicionarlo de una forma segura volvimos a la sala de pinturas, nos dirigimos hacia la pintura más cara y para nuestra sorpresa no estaba. Corrimos en direcciones opuestas para ver si Dragón Negro seguía en el lugar, pues obviamente había sido el que se había llevado el cuadro.
Veía en todos lados pues este era el cuadro que yo quería y ese estúpido no me lo iba a robar. Algo me sujeto por detrás.
-Cálmate, yo tengo lo que quieres.
-¡Suéltame bastardo!
-No no no no, así no se consiguen las cosas, se dice por favor.
-Mi cómplice esta muy enojado contigo, cuando grite vendrá corriendo y te matara.
-¿Hablas del muchacho con un arma que acabo de dormir hace un rato?
-¿Qué le hiciste a Lucas?- Me altere.
-Cálmate, utilice una pistola tranquilizadora, en 8 horas despertara.
-… ¿Qué hiciste que?- Susurre, sentía que las venas de mi cuello explotarían, estaba tan enojada que le clavaria el cuchillo que llevo en mi pantalón.
-Te ayudare a montarlo en la camioneta si eso quieres.
-Yo te diré lo que quiero maldito imbécil, me has arruinado todo, desde que apareces todo empeora, quiero que te largues y me dejes en paz.- Me gire para gritarle. El susodicho estaba callado.
Pensé que en serio me había pasado de la raya pues no me respondía.- Si no supiera que me amas me hubiera sentido ofendido.
Cerré los ojos y respire profundamente, este tipo me sacaba de mis casillas, no se por qué simplemente no le clavo el cuchillo y salgo de él.
-No entiendo porque te enojas tanto, vengo aquí, robo un cuadro para ti y aun así te exasperas.
Abrí los ojos.- ¿Robas un cuadro para mi?
-Bueno, no exactamente para ti… Solo quería verte.
-¿Ya te dije maldito imbécil verdad?
-Siento que hay problemas en nuestra relación.
-Marcos, este lugar es custodiado por seguridad nacional, mi cómplice esta dormido quien sabe donde y tu me hablas de una relación inexistente, ¿Estas drogado o que?
-No estuviera calmado si no hubiera tomado las medidas suficientes para sentirme seguro en este robo.
-¡Eres un completo idiota! ¿Por qué diablos haces todo esto? ¿Qué te he hecho yo a ti para merecer esto?
-Te dije que te voy a ayudar con esto, ¿Por qué sigues llamándome idiota? Idiota.
-Dios mio porque no simplemente te mato y ya.
-Estas enojada porque te quite el cuadro que querías.
-Gracias por recordármelo.- Sonreí sarcásticamente.
-Lo puedes recuperar.- Comenzó a caminar en dirección opuesta.
-… ¿Cómo?
-Accediendo a una cita conmigo.
-Ni en tus mejores sueños.- Reí.
-Bueno…
Lucas estaba tirado en el suelo con un pequeño dardo en el cuello. Marcos lo tomo por los brazos y me miro. – ¿Te vas a quedar mirando o vas a ayudar?
Le tome los pies y ambos lo cargamos hacia la camioneta, por lo menos el cargaba con el mayor peso, pues el camino era largo y yo no iba a soportar el peso de Lucas.
-¿Por qué lo sedaste?
-Porque no hubiera tenido la oportunidad de charlar contigo.
-Entonces te gusta charlar conmigo.
-Eres la única que entiende mi trabajo.
-A mi me parece que para ti esto es un hobby.- Levante un poco las piernas Lucas, pues se me estaban resbalando.
-Bueno… puedes verlo como quieras.
-Entonces, ¿Me piensas devolver mi cuadro?
-Yo lo robe… es mio.
-Yo lo vi primero.- Bajamos varios escalones, por lo menos estábamos cerca de la camioneta.
-Puedes discutir todo lo que quieras, pero el cuadro sigue siendo mio.
-Bien, quédatelo ya no lo quiero.
-Bien…
Llegamos a la camioneta, saque la llave del bolsillo de Lucas y abrí el auto, Marcos lo sentó en el asiento del copiloto y le puso el cinturón, encendí la camioneta para bajar los vidrios, me acerque a Dragón Negro.
-¿Seguro ya no te interesa el cuadro?
-¿Pensabas dármelo?
-Claro, después que accedieras a una cita conmigo.
-Lo siento, no salgo con millonarios.
-Piénsalo de esta manera, puedes robarme si quieres.
-No lo creo, suerte con encontrar otra ladrona.
-No te escaparas tan fácil.- Me agarro por la cintura.- Soy muy caprichoso, y lo que quiero lo obtengo.
-Te dije que no, suéltame.- Intente huir de sus brazos.
-Sigo pensando que te ves mejor de vestido.- Sonrió.
-No me hagas usar mis trucos sobre ti.- Sonreí.
-Quiero que lo intentes.
-Suéltame.- Le apunte a la cabeza con su propia arma.- Por algo nos llaman ladrones.- Soltó su abrazo y puso sus manos en sus bolsillos.
-¿Te acuerdas de la segunda regla?
-Nos vemos en Nueva York querido.- Subí a la camioneta y pise el acelerador, tire la pistola por la ventana y solo podía verlo sonreír por el retrovisor. Seria un largo viaje, encendí el GPS y me concentre en la carretera.
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Robando tu Corazón. (En espera)
RomanceTe imaginas una historia de Amor donde los protagonistas son los villanos? Esta historia promete humor y romance donde no te cansaras de ver como no siempre los buenos de la pelicula son los que salen triunfando.