(V) Señor Díaz

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Lucas hablo con un amigo para que nos consiguiera entrada al evento de las pinturas, desde que entre me encanto el ambiente, no estaba acostumbrada a estar rodeada de tanta gente, pero era muy divertido, todas estas personas adinerada que seguro no saben nada de pintura y fingen entender lo que una persona con un pincel hizo en un momento de borrachera.

Mi acompañante me obligo a tomar una copa de vino, y aunque no me la bebiera fingiera por lo menos ser refinada. Miraba las distintas pinturas, y no entendía el existencialismo en ninguna pero los colores me gustaban y pensaba cual se vería mejor en mi habitación.

El presentador nos movía de pintura en pintura explicándonos cosas que ni aunque mi vida dependiera de ello me gustaría oír.

-En esta pintura, el autor se sentía alegre, encontraba un nuevo sentido para pintar.- El presentador miraba entusiasta a su publico.

- ¿Por qué siento que el pintor tenía emociones diferentes cuando pintaba cada cuadro?- Lucas me susurro.

-Porque tenia emociones diferentes cuando pintaba cada cuadro.

-Pero mierdas, consíganle un terapeuta, parece un demente, aunque sea podían peinarlo para venir a la presentación.- Ambos miramos al artista que estaba parado al lado de su pintura, parecía algo enojado, o yo no se, estos artistas de hoy en día.

-Es un artista, ese es su estilo Lucas, ya cállate, vas a llamar la atención de la gente.

-Solo digo que la mayoría de los artistas terminan o cortándose una oreja o comiéndose sus pinturas.

Me mordí los labios, no podía ni gritarle ni reírme, este tonto va a hacerme perder la compostura. Nos dirigimos hacia la pintura mas cara de toda la exposición, 2 millones de euros.

-¿Dos millones de euros? Olvídate del robo, nos hacemos artistas ya mismo.

-Lucas ni siquiera sabes pintar.

-El tampoco y se esta ganando 2 millones de euros por esa porquería.

-Lucas.- Susurre enojada, bebí un poco de vino para calmar la risa que pronto saldría, tanta gente no me dejaba ver así que intentaba ponerme de puntillas para ver la obra, no se si era por lo caro o que, pero la pintura me enamoro, la quería he iba a ser mía.

Lucas se separo un momento de mí y conocí a varias personas, entre ellas a un señor que fue muy amable conmigo, prometió presentarme a un tal Sr. Díaz que le encantara conocerme.

En fin, charle con varias personas, y descubrí que aquí en Madrid hay muchas personas que necesitan ser robadas, muchas…

-Gabriela.- Oí una voz que llamaba de espaldas, así que decidí voltear.- Este es el Sr. Díaz, como te conté, es uno de los prodigios en cuanto a ventas, Marcos, ella es Gabriela Rojas.

Oh Diablos…

Robando tu Corazón. (En espera)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora