-Te lo puedo explicar.- Dije tranquila mientras él todavía me apuntaba con el arma.
La bajo lentamente.- Pensé que si te había agradado la cita.
-Solo… - No sabía que responderle, ¿Le hablo de mi problema de una relación con mi enemigo o le apunto con un arma?- …Solo sé que eres un idiota que pensó que yo saldría con mi enemigo #1.- Dije mientras me acercaba a él apuntándole con mi arma.- Y que se imaginó que en serio tendría una segunda cita con él. Tira el arma.
Sus labios formaron una sonrisa triste.- Que lastima que las cosas terminaran así.- Miro hacia sus pies y rápidamente me encañono con el arma.- No creo que quieras negociar con un hombre que le acaban de romper el corazón.
Las luces se volvieron a encender, ambos miramos alrededor y volvimos a nuestra batalla de miradas a muerte.
Marcos puso su mano en el oído derecho sin dejar de apuntarme con la izquierda.- Si, te escucho.
Tenía curiosidad, ¿Será su compañero? Nunca me di por enterada de que tuviera un compañero… tal vez era una mujer, ¿Trabajara con una mujer? No es que estuviera celosa ni nada… mera curiosidad.
-Sí, tome la cajita pequeña, ¿Solo la conecto?, no… ok, primero digito y luego conecto.- Parecía distraído en su conversación, hasta dejo de apuntarme con tanta vehemencia, así que utilice ese tiempo para acercarme a Lucas y ver como estaba.
Pobre, siempre terminaba dormido… Acomode su cabeza e intente ver si despertaba.- No lo intentes, estará así como por 5 horas.- Dijo Marcos mirándome.
Lo mire enojada.- Te hablare si necesito algo.- Volvió a hablar con la voz en su oído.- Solo no toques nada, escondete en el armario y punto… no, no me importa si el guardia hace ruidos raros, cállate y escondete, adiós.- Se sacó el pequeño micrófono del oído y lo dejo colgando de su oreja, Lucas debería de conseguirme uno de esos.
-Ahora.- Me levante.- ¿En que estábamos? Aaah si, te iba a dormir para llevarte a mi casa.
-Te juro que si me duermes con esa arma tuya cuando despierte hare que tus testículos te salgan por la boca.
-Nunca había oído esa maniobra pero estoy dispuesto a todo en una relación, soy una mente muy abierta.- Por lo menos había vuelto a la posición de chistoso, no es que me agradara pero por lo menos no estaba en la de: te odio por evitarme arruinare tus planes.
-Si me disparas te disparo.- Dije seria.
-Bien, bien.- Levanto sus manos.- Hagamos un trato.
-No, no y no, ya conozco tus tratos, es mejor que dejemos esto así, tú te vas con tu pistolita duerme gente.- Mientras hablaba movía la mano con el arma.- Yo robo un poco por aquí un poco por allá y me voy, todos fingiremos que nada paso y ya, tratemos de no coincidir en esta vida.
-Primero baja el arma que me estas poniendo nervioso.
-Yo se manejar un arma.- Dije enojada.
Él se acercó lentamente tanteando la situación y agarro mi arma.- Solo dejala tranquila.- La guardo en mi funda.- Segundo.- Se acercó lentamente y me beso, algo rápido pero totalmente inesperado, luego se alejó.
-Para eso querías que guardara el arma.- Sonreí mientras todavía miraba sus labios.
-Podías reaccionar de muchas maneras.
-¿Por qué lo sigues intentando después de cómo te trate aquella noche? Eres masoquista.
-Porque vas a ser mía quieras o no Gabriela.- Sonrió.
Le di varias palmadas en el hombro.- Suerte con eso.- Di media vuelta y me acerque a Lucas.- ¿Por qué siempre tienes que noquearlo?- Dije frustrada.
-¿Para qué te empeñas en traerlo? Sabes que no me gusta una tercera persona entre nosotros.
-No hay nosotros idiota.- Dije enojada.- ¿Cómo lo saco ahora?
-Como quiera iba a cortar uno de los cables y eso iba a activar las alarmas.
-Él sabía lo que estaba haciendo.- Empece a recoger las herramientas.
-Si claro.- Se arrodillo a mi lado. Se quedó en silencio mientras me observaba.- Todavía está en pie lo de la segunda cita.- Mi miro serio.
-Mira anormal, mi compañero esta desmayado en una casa de mafiosos que nos van a matar si nos descubren aquí, será mejor que te calles con tu estúpida cita de los mil demonios.
-Lo tomare como un tal vez.
-¿Me vas a ayudar?- Tome a Lucas por los pies.
-Bien, lo dejaremos con Carlos y luego buscaremos la caja fuerte.- Lo tomo por el tronco con cuidado.- Dejavú.- Dijo sonriendo.- Solo la parte de cargar a tu amigo, que de por cierto ya está pesadito.- Que bueno que el cargaba con la mayoría del peso porque yo no podría ni con la mitad.
-¿Quién es Carlos?- Subiamos con cuidado al segundo piso por la escalera externa.
-Mi compañero.- Dragón negro se mordia el labio inferior lo cual lo hacía ver bien sexy hay que admitir.
-Ooh…
-¿Qué?
-Nada… pensé que eras el tipo de ladrón.- Hice una pausa para subir los últimos escalones.- que tenía compañeras.
-Uumm… Suena a celos.- Dijo encantado.
-¿Qué? Cállate.- Dije avergonzada.
Quisiera decir que lo pusimos cuidadosamente en el piso pero a mí se me cayó y luego Marcos solo lo tiro en frente del armario. Abrió la puerta y encontré a un chico no tan guapo comiendo un emparedado mientras tecleaba en su computadora.
-Me asustaste.- Dijo el chico.
-¿De dónde sacaste eso?- Marcos lo miraba estupefacto, yo solo estaba sorprendida y además me parecía muy graciosa la imagen.
-En las casas suelen haber cocinas Marcos. Por cierto, soy Carlos un gusto belleza.- Puso su laptop a un lado, se limpió la mano y la extendió.
Sonreí y sacudí su mano.- Un gusto, Gabriela.
Carlos cambio sus facciones y parecía un poco sorprendido.- Si, esa Gabriela.- Marcos se acercó.- Te traigo otro rehén.
-Llevenme con ustedes.- Carlos suplico.
Me reí.- Pobrecito.
-Es horrible estar aquí tan solo.- Se levantó y me abrazo, solo lo permiti porque sentía la mirada enojada de Marcos.
-Creo que la soledad no es algo nuevo para ti.- Nos separó.- Puedes soportarlo un rato más, ayúdame a entrar a este.
-¿A quién mataron ahora?
-Es el compañero de Gabriela.- Dijo mientras lo cargaban dentro del armario.
-Te noto muy tranquila.- Dijo mirándome.
-¿Qué voy a hacer? Ya estoy acostumbrada a que noqueen a mi compañero.- Me encogí de hombros.
-Ya no salgas a buscar más emparedados y quédate vigilando las cámaras, avísame por el micrófono cualquier cosa, vámonos.- Dijo Marcos al final mirándome.
-Un gusto Carlos.- Dije sonriente.
-El placer es mío madamme.- Me beso la mano y se encerro en el armario.
Marcos comenzó a caminar, parecía enojado y yo lo estaba disfrutando.
Seguimos caminando por el pasillo y encontramos la habitación principal donde yo me quede, he oído maravillas de las joyas de la señora Rochefters y no me molestaría andar con uno de esos diamantes en mis dedos. Marcos siguió, estaba buscando la oficina.
Hasta ahora no tenia ningún plan, esto era de mal en peor, mi unica opción era robarle a Marcos porque si no Kimi me mataría... No se qué haré realmente.
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Robando tu Corazón. (En espera)
RomanceTe imaginas una historia de Amor donde los protagonistas son los villanos? Esta historia promete humor y romance donde no te cansaras de ver como no siempre los buenos de la pelicula son los que salen triunfando.