(II) Deja-Vu

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Me encantaba robar, si no tuviera el dinero que tengo lo haría por necesidad, pero de cualquier manera, con o sin dinero, lo haría de igual manera, pero claro, con dinero es mas fácil robar, sabes quien no necesita todo lo que tiene, vas a las mismas reuniones que ellos, conoces sus casas y hasta sabes donde realmente encontrar lo que quieres de ellos.

Debo reconocer que hay una niña que me divierte, intenta robar a gente adinerada igual que yo y sinceramente hay veces que me gusta ayudarla, me entretiene arruinarle sus planes o simplemente estar ahí y ver como con cierta audacia arma un plan que al final funciona.

Hoy debo hacer algo personal, este hombre se atrevió a insultar mis técnicas de manejar mi empresa, así que voy a robarle algo personal, su ego lo llevo a comprar un diamante único en su especie, que esta fundido en un collar de plata, algo exquisito para las personas que gusten de algo tan extravagante, lo robare y lo venderé por partes.

Pensando hace unos días, ¿Cómo se hará la muchachita esa para hacer ganancias cuando roba? Debe tener cómplices, pues para alguien como yo, adinerado, es fácil lavar dinero y joyas, pero para ella… Bueno, tal vez sea una muchacha de dinero como yo, aunque lo dudo, o ta vez robe para otras personas… Se lo preguntare cuando trate de arruinarle otro plan un día de estos.

Debo de agradecerle a Carlos, mi técnico inventor, él es el que crea todas mis armas, por este nuevo aparato que me permite escalar ventanas, sé que suena riesgoso pero como amante de los riesgos que soy me pareció un reto el cual quería aceptar.

Corte con cuidado la ventana, agarre el vidrio y lo deposite en el piso, entre y me dirigí hacia la pared, pues bien sabia donde estaba oculta la caja fuerte. Oí el seguro de un arma.

-Deja vú.- Dijo una voz sonriente.

-Solo que yo era el que sostenía el arma.- Puse mis manos en mis bolsillos.

-Saca las manos y ponlas en la nuca.

-¿La tuya o la mía?- Sonreí.- Debiste avisarme, así me como una menta o algo.

-La tuya idiota.

 Puse mis manos en la nuca.- ¿Andas practicando para cuando te conviertas en policía?

-Solo cállate…

-Seria una gran historia, una ladrona no tan profesional que luego se reivindica convirtiéndose en policía.- Ella ataba mis manos con una soga.

-¿No te callas o que?- Hizo un gran nudo que me apretó un poco las muñecas.

-Cuidado querida, que esas son las manos de preparar los tragos.

-Créeme, tendrás mucho tiempo de preparar tragos en prisión.

-Ves, ya andas practicando tus frases policiales.

-Dios…- Se alejó de mi y puso la pistola en el borde de el pantalón, tenia un buen trasero, si no fuera mi ‘’enemiga a muerte’’ podría salir con ella.

Desamarre el nudo como si estuviera desamarrando mis cordones, aclare mi garganta, ella volteo y le enseñe mis manos, me acerque a ella y veía su cara seria y enojada.

-Seguro practicaste ese nudo toda la semana.- Puse cara de tristeza pero luego reí. Me arrebato la soga y apunto el arma hacia mi entre ceja.

-Te vas a poner de rodillas y me vas a dejar amarrarte la soga de nuevo, luego robare la joya y me iré como si nada hubiera pasada, ¿entendido?

-¿Sabes por qué te amo?

-No, ni siquiera sabía que tenías tales sentimientos hacia mí.- Sonrió sarcásticamente.

-Porque tienes un gran sentido del humor.

-Al suelo dragoncito.- Oí como vibraba algo y ella saco el celular, lo más estúpido en medio de un robo… se nota que es un infante en esto, me decepciono.

-Estoy en medio de algo L.- Movió el arma para que me arrodillara, por seguirle el juego lo hice, no quería que del otro lado supieran que el robo no iba tan bien, si en dado caso ese que la llamaba fuera su cómplice.

-Ya casi la tengo Lucas.- El susurro fue casi imperceptible.

-¿A que te refieres con casi? Ni siquiera sabes donde esta.- Dije en voz audible para que el que estaba en el teléfono lo oyera.

-Shh.- Dijo enojada. Oí como del otro lado del teléfono le gritaban.

-Lo tengo bajo control.- Me reí.- Que te calles.- Dijo mas enojada.- No, no fue  ti… no tienes que venir, ya te dije, lo tengo bajo control.- le dijo al tal Lucas.- Ya, adiós.- Cerro el teléfono.

-¿Qué piensas hacer ahora?- Pregunte inquisitivo.

-Lo que tengo planeado.

Me levante, en un movimiento le quite el arma y la apunte hacia ella.

-Primeramente niña, nunca se contesta el celular en un robo, segundo, dispara si vas a apuntarme con un arma, y tercero, nunca creas que estas en la misma posición que yo.

-Violaste tu segunda regla.

-Yo puedo violar mis propias reglas. Ahora, enséñame tus manos.

-¿Por qué haría eso?- Dijo desafiante.

-Porque yo lo digo, hazlo, ahora.

Puso sus manos en frente de mi, tome la soga y guarde el arma en mi cinturón, junto a mi otra arma.

-Así se hace un nudo.- Le amarre las muñecas lentamente para que aprendiera a hacer un nudo que valiera la pena.

-Maldito presumido.

-Gracias.- Sonreí.

Fui directamente a la caja fuerte, introduje la tarjeta que le había robado al Sr. Hostvel, y abrí la caja, saque la hermosa joya.

Me acerque a la muchacha que intentaba agarrar el cuchillo que estaba en su cinturón.- Escucha, es el nudo mas difícil de desatar para el que esta amarrado, pero es fácil para una segunda persona, solo halas este pedazo y listo.- Le señale la parte final de la soga que había quedado suelta.

¿Qué mejor y mas limpia venganza? Prefiero que ella se lleve el collar, así quedo limpio de este robo, además debo de quitarme a la policía de arriba, he robado demasiado últimamente, no me conviene otro robo a mi nombre.

La mire a los ojos, sé que había una liga de enojo y tristeza porque nuevamente se iría con las manos vacías.- Toma.- Me coloque en su espalda y le puse el collar en su cuello.

-¿Qué, por qué haces esto?- Sonaba sorprendida.

-Te queda mejor a ti.- Sonreí.

-No necesito tu caridad, soy totalmente capaz de robarte eso.

-Pero te lo estoy regalando, que mal agradecida eres.

-No te lo voy a perdonar esto.- Su cara se veía desfigurada por la vergüenza y el enojo.

-Eso es problema tuyo.- Sonreí.

Me apresure y la desate.

-No necesitaba tu ayuda.- Susurro, me acerque y la bese, era algo que hace un tiempo quería hacer, quería saber que era besar esos labios, y créanme que valió la pena el riesgo.

Me separe lentamente de ella cuando salvajemente embistió una bofetada en mi mejilla, la mire sorprendido.

-Te pasa por atrevido.- Aun en la oscuridad veía como se sonrojaba, salió corriendo por la puerta.

Genial, huye con el collar, me da una bofetada y aun así tengo que limpiar la escena del crimen y salir por la ventana, esto simplemente esta genial.

Robando tu Corazón. (En espera)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora