Robando tu Corazón. (En espera)

(XII) Las 7:15

-Buen trabajo.- Dijo Kimberly cerrando la caja.- La entregare mañana y tendrás tu parte como acordamos Gaby.- Sonrió.

-Bien, me iré a descansar entonces.- Tome mí pesado bulto de herramientas y decidí encaminarme hacia mi habitación. Lucas me dijo que hablaría con Kimi sobre lo sucedido, por más que le rogué no cambiaría de opinión, dice que esto podría arruinar futuras operaciones. No sé qué hare si me sacan del negocio y más por culpa de un idiota.

Me di un largo baño, me puse mi pijama, comí un sándwich que encontré en la nevera y subí nuevamente a cepillarme y dormir, estaba tan cansada que a los pocos minutos ya había caído en lo más profundo de mis sueños, fueron un poco bizarros. Por lo menos ya la conciencia no me atormenta como antes, ahora solo son simples sueños en los que aparezco tal vez muerta, tal vez encerrada en una cárcel. Mi mayor miedo es ser encerrada y que el guardia pierda la llave, sé que es tonto pero me asusto mucho cuando pasa.

Solía pensar que los remordimientos se irían, y tenía razón, después de un tiempo tu conciencia se acostumbra y ya no se te es tan difícil acostar tu cabeza en la cama y conciliar el sueño, pero el proceso es un poco duro, te rompes a medida que sigues robando, siempre recuerdo la película de “Harry Potter” en la que decían que si matabas, tu alma se rompía en varias partes, por eso nunca, aunque mi vida estuviera en riesgo mataría a alguien, sería demasiado para yo cargar, solo a veces puedo mirarme en el espejo y decir que robo por una ‘buena causa’, solo a veces.

Me pregunto si mi vida será siempre tan solitaria como lo es ahora, nunca podre estar con nadie, cualquier persona en su sano juicio me juzgaría y los comprendería, nunca he podido salir en una verdadera cita en los 21 años que tengo ya que primero era un don nadie y cuando vengo a hacerme interesante tengo muchos secretos que guardar.

Tal vez no sería una mala idea intentarlo con Dragón Negro… ¿Te estas oyendo Gabriela? Tienes 99 problemas y todos son por este tipo, ni siquiera lo pienses, es una de las mayores estupideces que puedes cometer, hay miles de peces en el océano y decides meterte justamente con tu enemigo, el del otro bando, tu competencia, ¡no no y no!

*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*

-¿Y tú tan arreglada?- Kimi me miraba sorprendida.

-Voy a salir.- Dije avergonzada.

-¿Salir?- Lucas volteo la cabeza y me miro asombrado, estaban dando el partido de futbol y Kimberly calentaba unas palomitas de maíz.

-¿Con quién?- Kimi se me acerco.

-¿No puedo salir a cenar sola?

-No me sorprendería viniendo de ti.

-Ella no va sola tonto.- Resalto lo obvio.- Escúpelo.-Dijo mirándome.

-Eso no es de señoritas Kimi.

-Dime quien es el chico.-Dijo enojada.

-No es nadie.- Mire mi celular tratando de evadir cualquier tipo de pregunta. ¡Ya son las 7:15!- ¡Adiós! Adiós, me tengo que ir.- Dije rápido despidiéndome con un movimiento de mano. Cerré la puerta dejando a Kimberly con una pregunta a medias y comencé a caminar. Me maldigo mi vida entera, ¿Cómo puedo estar haciendo esto? Pare un taxi después de caminar unos minutos y le indique hasta donde me llevaría.

Lo bueno de vivir con tus amigos maleantes, es que no tienes que pedir permiso, no tienes padres a los que reportarte y tu vida es en cierta forma “sencilla”, huyes de la ley, si, llevas una doble vida, sí, pero la pasas ‘bien’ entre comillas. El taxi se detuvo y le pague, me baje y seguí caminando, ya estaba cerca.

Después de caminar unos 5 minutos que parecieron 15 me senté en una parada de autobús a descansar los pies, malditos tacos, maldito vestido, ¿Saben por qué lo hago? Por estúpida… y por curiosidad, quiero saber quién es este personaje, ninguna persona había intentado tan fervientemente acercárseme y tengo que aceptar que esta entre mis estándares de belleza, y… Siento que nos conocemos, hacemos lo mismo solo que yo lo hago para sobrevivir y el por diversión pero hacemos técnicamente lo mismo y siento que puedo mantener una conversación divertida con el sin fingir que me gusta algún deporte, algún tema estúpido o no sé, las cosas habituales con las que hablas con un chico normal entre los 20 y los 30.

Kimberly me dice que mi actitud es la que me ha ganado una larga vida de soltera, ya que siento que ningún chico es suficiente, pero es que no logran conquistarme, por eso no he salido con nadie desde que tengo 16.

Si Dragón Negro logro aunque sea encender esa chispa de curiosidad esperemos que no la apague con su personalidad o no se… Alguna manía rara.

Me levante de nuevo e inicie mi caminata, recuerda Gabriela, camina sexy, hombros hacia atrás, busto hacia adelante, mueve la cadera… No tan exagerada, así, así… No, no voltees al que te silbo, no eres perro hoy eres una dama.

Casi me resbalo, me mantuve inmóvil por unos segundos y volví a caminar, espero que nadie me haya visto. Llegue al restaurante, tuve que tomar un taxi hasta el centro de la ciudad y luego caminar, estoy comenzando a arrepentirme.

Había una chica con el uniforme del restaurante en el frente, revisaba las reservaciones con una sonrisa de estas de: odio mi trabajo pero me vigilan así que tengo que sonreír. Había una pareja delante de mí, él la sujetaba por la cintura y todo bien romántico, el restaurante se veía impresionante, los meseros trayendo comida y las personas hablando, bebiendo. Hace mucho que no iba a comer a un lugar así, realmente no recuerdo la última vez que lo hice, como sabrán mi trabajo consume mucho de mi tiempo, lo cual me impide conocer personas que me inviten a salir, y por otro lado está la parejita con la que vivo, con lo cual les aconsejo nunca salir solos con una pareja porque terminaras sintiéndote mas solo de lo que ya estas.

La cabeza me daba vueltas, estaba muy nerviosa, toda esta caminata para que tal vez al final haya sido un error, seguro él no está ahí, lo hizo solo para burlarse de mí, salí del restaurante y comencé a caminar en dirección opuesta, me dolían los pies pero no importa, tienes que alejarte de ahí, después no las arreglamos con el dolor.

Sé que todos ustedes pensaran que en este momento tropiezo y Marcos me sujeta de pronto y todo súper romántico. Pero… ¡Están muy equivocados! Ojala pasara así pero mi vida es tan falta de romance que lo más que puede pasar es que uno de estos vagabundos me robe y me viole en un callejón.

-Hey.- Me sujetaron por el brazo.- Voltee asustada y lo vi un poco preocupado.

-Me asustaste.- dije un poco sorprendida. No tenía la barba, ni las ojeras de 3 días de trasnoche, se veía muy apuesto como la noche en Madrid.

-¿Tú te asustaste? Entraste al restaurante y cuando me desmonto del auto para entrar veo que sales despavorida.- Sus ojos grises brillaban mientras sonreía.

-¿Tienes mucho esperando en el auto?

-Pensé que no llegarías. Estas muy atrasada.- Miraba nerviosamente sus manos.

-Perdona, muchos inconvenientes.- Miraba hacia el suelo para no tener que enfrentarme a su mirada.

-Tendrás que compensarme todo ese tiempo sentado esperándote.- Extendió su brazo para que me sujetara de él, lo cual vi celestial porque sentía que moriria si duraba unos minutos más de pie. Nunca jamás vuelvo a usar estos zapatos.- Sugiero una copa de vino.

Me sujete de su brazo.- Mas te vale que sea del barato porque no traje mucho dinero.

Se rio a carcajadas.- ¿Cómo crees que te dejare pagar?

-No sé, pareces de esos chicos raros que se van sin pagar la cuenta, o de los que les gusta ser mantenidos.- Entramos al restaurante. La chica que atendía a los recién llegados quedo un poco sorprendida.

*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*

CONTINUARAA- Voz terrorifica, sonido de ultratumba.