Sentía cómo mi corazón se desbocaba. ¿Qué hacía Gustavo preguntándome eso cuando sabe perfectamente que sigo en el hospital?
- Gustavo...
- Derek...
- ¿Dónde estás? -pregunto alejándome de la habitación-.
- En un lugar lejos de ti -dice soltando una pequeña carcajada maliciosa-, sabes, pensé que el que fueras un millonario te ayudaría a ser..., a ser más..., inteligente ¿sabes?
- ¿Qué carajos has hecho?
- Ayudar..., no a ti sino a mi otro hijo, Christian.
- Estás jugando con fuego Gustavo, y te aseguro que no vas a querer quemarte -murmuro-.
- Pruébalo..., nos veremos ahora, en el callejón que le sigue al hospital.
Y sin nada más, da por finalizada
la llamada.- Maldita sea -murmuro entrando a la habitación-.
- ¿Qué sucede Derek? -pregunta Annie-.
- Tengo que irme -digo mirando a Bruce-, busca el equipo de seguridad, llama a la policía, haz algo.
- Si señor -dice saliendo de la habitación-.
- ¿Nos dejarás otra vez? -me pregunta Amahia con los ojos llorosos-.
- Perdóname pero tengo que hacerlo cariño -murmuro acercándome a ella-. Tengo que hacerlo por ustedes..., por la familia.
- Pero papá, se supone que no nos vuelvas a abandonar... -dice entre sollozos-.
Observo a Annie buscando un poco de ayuda, no puedo ver a mis hijos así.
- Cariño tiene que irse -dice Annie salvándome de esta dolorosa situación-. Estaremos bien...
- Eso fue lo que dijo la otra vez... -dice Amahia comenzando a llorar-.
Una lágrima se escapa de mis ojos y rápidamente la enjugo con el dorso de mi mano.
- Señor, ya estamos listos -dice Bruce entrando a la habitación-.
- Bien -le respondo-, niños, prometo que volveré rápido ¿si?
- ¿Lo prometes papá? -dice Teddy con un pequeño mohín-.
- Lo prometo niños -digo dándole un beso a ambos-.
- Hey -dice Annie acercando su boca a la mía-.
Sus labios transmiten amor, desesperación, miedo y temor. Cosas a las cuales no soy inmune en estos momentos...
- Mata a quien tengas que matar cariño -susurra-.
- Lo haré -digo dándole un corto beso en los labios y dándome la vuelta para irme-.
Salgo de la habitación con el corazón en la boca encontrándome con Bruce y el equipo de seguridad.
- ¿Les has podido explicar algo? -le pregunto a Bruce-.
- Así es señor, les he explicado lo sucedido, les expliqué todo -responde Bruce-.
- Bien, creo que ya es hora de buscar ayuda -murmuro-.
- ¿Necesita algo antes de irse señor? -pregunta uno de los comisarios-.
- Necesito armas.
•••
Llegamos al lugar el cual estaba muy cerca del hospital y Bruce y yo bajamos de la furgoneta en la cual nos encontramos.
Le había dejado saber a los comisarios que era bien importante que no se notara la presencia de ellos, ya que si así lo hacía, todo se iría por la borda.
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Veinticuatro Horas (Trilogía EDMJ)
AçãoEn realidad, nadie sabe que está viviendo el momento más feliz de su vida mientras lo vive. Y por mucho que sea ley de vida, va a ser imposible aceptar que quienes amamos, en algún momento de nuestras vidas, desaparecerán. Nunca me había dado cuenta...