La ambulancia no tarda en llegar. Tantos guardias, paramédicos, reporteros... me tienen la cabeza dando vueltas. Despego mi frente del frío cristal que muestra la ciudad. Suspiro. Las personas están frente a mi hogar, espectadores de todo lo que está ocurriendo. Hay tres ambulancias, cinco autos de policías, y dos camionetas de reporteros. ¿Cuál es la necesidad de reportar todo esto? ¿Por qué no se pueden meter en sus propios asuntos?
Alguien toca mi hombro y me sobresalto.
- Disculpe señor -comienza a decir Bruce-, pero hay un reportero que quiere entrevistarlo.., bueno, varios.
Estoy muy aturdido. No quiero hablar ahora. Me encojo de hombros y vuelvo a mirar la ciudad.
- Señor, necesito que me diga ¿los dejo pasar o no? -vuelve a preguntar-.
Niego con la cabeza.
- Si necesita algo, déjeme saber -dice Bruce dándome unas palmaditas en la espalda antes de retirarse-.
Vuelvo a suspirar. No he dormido nada. Estoy muy cansado. ¿Cómo es que en tan solo 24 horas han podido suceder tantas cosas? Me da una punzada en el pecho cuando comienzo a pensar en todo lo que ha sufrido mi familia. Entonces pienso en los niños. ¿Dónde estarán metidos que no los he escuchado?
El corazón comienza a palpitarme a mil.
¿Dónde se encuentra Annie?
Me doy la vuelta y comienzo a caminar por toda la casa. Todos comienzan a hablarme pero hago omiso a sus palabras y lo único que logro oír es un murmullo de parte de todos. Ahora mismo estoy concentrado en algo, en mi familia.
Entro a mi habitación y no se encuentran. Tampoco se encuentran en la habitación de los niños. Ni en la cocina. Ni en mi oficina. Ni en la sala. Las lágrimas comienzan a salir de mis ojos. ¿Dónde están?
- ¡Dije que te detengas! -escucho gritar a mis espaldas-.
Me detengo en seco y comienzo a respirar muy fuerte y agitadamente.
- Señor, ¿qué le sucede?
Es Bruce...
- Mi familia -logro murmurar-, mi familia, ¿dónde está?
- El golpe que le dio a Annie fue fuerte -el corazón se me detiene-, cuando usted comenzó a hablar con su hermano, Annie trató de ponerse en pie y se tambaleó y por poco se cae, pero estaba cerca de ella y pude aguantarla.
- ¿Dónde está ella? -digo volteándome hacia él con el corazón en la mano-.
- Tuvieron que llevarla al hospital.
¡Oh mi Dios!
- ¿Y los niños?
- Se los llevaron también para verificar si necesitaban brindarles alguna ayuda médica...
- Tenemos que irnos -le digo sin dejarlo cruzar otra palabra-.
No me pueden arrebatar de nuevo a mi familia. ¿Y si es otra trampa? El corazón me late muy fuerte. Estoy muy nervioso.
Bruce aparca frente al hospital y rápido me dirijo a la habitación en la que se encuentra Annie. La habitación #203
Antes de abrir la puerta, una persona me detiene por el brazo. Es una enfermera.
- ¿Puedo ayudarlo?
- Soy el esposo de Annie -respondo-.
- Señor, no son horas de visita.
- Tengo que verla, mis hijos están ahí.
- Ella tiene que descansar, ha sufrido un golpe en la cabeza y...
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Veinticuatro Horas (Trilogía EDMJ)
AcciónEn realidad, nadie sabe que está viviendo el momento más feliz de su vida mientras lo vive. Y por mucho que sea ley de vida, va a ser imposible aceptar que quienes amamos, en algún momento de nuestras vidas, desaparecerán. Nunca me había dado cuenta...