Me duele mucho la cabeza. El cuerpo entero también. Estoy un poco aturdido. Intento abrir mis ojos pero me es difícil. No tengo las fuerzas para hacerlo. Aún así, intento con todas mis esfuerzas, pudiendo así ver un poco de luz entrando por la habitación. Bruce está recostado sobre la puerta de la habitación con los ojos cerrados, puedo notar su cansancio. Giro mi rostro lentamente al sillón que tengo a mi lado y puedo ver a Annie sentada en él. Tiene las rodillas llevadas a su pecho y su mirada está fija en algún punto perdido de la habitación. Aún no se ha dado cuenta de que he despertado. Comienzo a pensar en todo lo que ha pasado en estas veinticuatro horas, el comienzo de esta situación, las explosiones, los disparos, la muerte de Gustavo... el electrocardiógrafo comienza a sonar cada vez más fuerte y Annie se levanta asustada de su sillón.
- ¡Bruce! -grita Annie-.
Él abre sus ojos sobresaltado y se dirige hacia mi.
- Señor...
- Estoy bien -logro suspirar-.
- Llama a una enfermera -dice Annie asustada-.
La enfermera llega a los instantes y se dirige al electrocardiógrafo para verificar algo.
- Por favor, tome esta medicina -dice insertándome una píldora en la boca sin ni siquiera dejarme contestar a su pedido-.
Luego me da un poco de agua y puedo sentir la píldora bajando por mi garganta. Un dolor agudo me da en la misma.
- ¿Cuál es su nombre? -me pregunta la doctora mientras apunta hacia mi retina con una pequeña luz-.
- Derek Smith -digo mientras parpadeo por la molestosa luz-.
- ¿Cuántos hijos tiene?
- Tres -respondo-.
- ¿Cómo se llaman?
- Mikael, Amahia y Teddy... ¿dónde están? -pregunto preocupado-.
- Están bien, necesito que no piense en eso en estos momentos.
- Eso fue lo que me dijeron la última vez y estaban en peligro, necesito verlos -digo haciendo una fuerza en vano, porque no puedo levantarme de la camilla-.
- Derek, te necesito calmado -dice la enfermera-.
- Y yo necesito a mis hijos -respondo desesperado-.
Comienzo a sentir un líquido insertado en mi piel. Es una inyección.
- ¿Para qué es eso? -pregunto asustado-.
- Es una inyección intravenosa, lo ayudará a calmar sus nervios.
Suspiro. No tengo fuerzas para nada. La enfermera le dice algo a Annie. Ella asiente frenéticamente y me observa. Se nota que está muy cansada. Aún tiene la venda en su cabeza y me da un gran dolor en el pecho. Annie le dirige unas palabras a Bruce y él asiente y sale de la habitación. Ella cierra la puerta y pega su frente en la misma por unos segundos, suelta un suspiro y se da la vuelta. Tiene los ojos llorosos. Intento levantarme pero las fuerzas hacen que falle.
- No no no -dice Annie recostándome de nuevo sobre la camilla-, no hagas ningún tipo de fuerza.
Las lágrimas comienzan a salir de mis ojos sin control. Necesito abrazarla. Quiero tocarla. Quiero besarla... una punzada de dolor me llega al corazón. Necesito sentirla. Y no puedo hacer nada, no puedo moverme con facilidad.
- Oh Derek... -dice Annie mientas limpia mis lágrimas y a la misma vez las suyas-.
- Lo siento tanto -digo mientras las lágrimas siguen cayendo por mi rostro-, lo lamento mucho Annie...
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Veinticuatro Horas (Trilogía EDMJ)
AksiyonEn realidad, nadie sabe que está viviendo el momento más feliz de su vida mientras lo vive. Y por mucho que sea ley de vida, va a ser imposible aceptar que quienes amamos, en algún momento de nuestras vidas, desaparecerán. Nunca me había dado cuenta...