7.

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Aquí esta lo sucedido, aquí está el momento que se ha quedado atorado en mi cabeza, ese del cual él hablo en la fiesta.

Tal vez era nada, pero yo todavía seguía pensando en eso. Había estado pensando en eso. El pasado jueves, fui a la casa de Zaides para dejar un montón de ropa que ella había dejado en mi casa. Mamá la había lavado y yo la saque de mi carro, comprobando antes de que tocara el timbre que la mamá de Zaides no estaba en casa.

—Hey —Zaides dijo cuando abrió la puerta y sonrió cuando dije:

—Su ropa lavada, Su Majestad.

—Amo a tu mamá —ella dijo—. Y a ti también. Pero eso ya lo sabes. Entra.

—No quiero molestarte —dije, y Zaides sacudió su cabeza y dijo—: No te preocupes, mamá está en el trabajo. Al menos toma una soda o algo. Hice las compras, así que hay más para tomar que el té de dieta Antiguo Secreto.

—De acuerdo —dije y camine dentro de la casa. Vi a Zayn sentado en la sala, en el sofá. —Oh —dije—. No sabía... no vi a el carro de Zayn... debería irme.

—¿Por qué? —Zaides dijo—. Solo estamos pasando un rato.

—Oh —dije de nuevo y entonces me di cuenta de que había otras personas en la sala también. Shelby, Henry y Terry estaban allí, eran con los que Zaides hacía interpretaciones cada año y todos ellos estaban sosteniendo sus guiones, mirándome con disgusto.

—Lo siento —dije y Zaides dijo:

—No, es bueno que estés aquí. Puedes pasar el rato con Zayn porque él está totalmente aburrido, pero está siendo demasiado agradable para decirlo. Además él tiene que llevar a todos a casa, prometí que él lo haría después de que todos hicieran su presentación. Y en cuanto a no ver el carro... bueno, lo hice estacionar calle abajo, así no tendré que ir a buscarlo.

Y antes de saberlo, estaba bebiendo cerveza de raíz sentada al lado de Zayn mientras todo el mundo hablaba menos él yo y entonces sólo fuimos nosotros dos; Zaides, Shelby y Henry salieron a la terraza para hacer una escena, Shelby estaba diciendo. "¡Fuera! ¡Este es el tipo de set que deberíamos pedir!"

—Lo siento —dije de nuevo, como si eso fuera todo lo que podía decir—. No sabía... pensé que Zaides estaba sola.

—Podría decirse —Zayn dijo—. Le dije a ella que quería hablar cuando vine a visitarla esta noche y la siguiente cosa que sé es que estoy en la sala contigo.

—Lo siento —dije por lo que calcule era la milésima vez y Zayn dijo—: No, no quería decir eso... es agradable estar sentado contigo. Eso es lo que quiero decir... tú sabes a lo que me refiero.

—¿Sacando lo mejor de una mala situación? —dije y sonreí.

—No —él dijo mirándome fijamente y yo quería desviar la mirada de sus ojos porque eran demasiado penetrantes, demasiado azules y él era demasiado atractivo pero no pude alejar la mirada, tenía que mirarlo porque pasaba mucho tiempo convenciéndome de que yo no estaba asustada, que yo estaba actuando como si él fuera sólo otro chico—. Quiero decir que es agradable estar... en realidad no me molesta estar contigo en absoluto. Me gusta.

—Si, a mi también —dije, todavía sonriendo y tratando de no interpretar cualquier cosa que él decía. Era estúpido hacer eso y lo sabía. También sabía que debería pararme e irme. Pero no me moví y el dijo:

—A menos que me esté preparando para vomitar en la barandilla de un bote, ¿verdad? —y yo automáticamente paré de pensar en irme.

—¿Te acuerdas de eso?

—Sólo fue el año pasado.

—Lo sé —dije y mi voz salió demasiado firme, demasiado calmada, pero por dentro yo estaba temblando.

—No sabía que los botes podían poner así de enfermas a las personas —él dijo—. Juro que la única cosa que evitó que me tirara de la borda fue que estaba hablando contigo. ¿Cómo es que nunca obtuviste esos zapatos de deporte llenos de puntos?

Oh wow, él recordaba. Realmente recordaba.

—Lo hice —dije—. No... bueno, no lucían como yo pensé que lo harían. Parecían como una erupción. En zapatos. No fue algo lindo. No puedo creer que me escuchaste balbucear sobre puntos cuando te sentías tan mal.

—¿Estas bromeando? tú fuiste lo mejor de ese viaje.

—¿Lo mejor? —dije y luego estaba este...silencio. Era algo extrañamente tenso en una manera que hacía que los dedos de mis pies se doblaran. —Lo segundo mejor, quieres decir —dije para detener ese silencio. Para detenerme a mí de mirarlo y desearlo—. Salir del bote tenía que ser la primera.

Afuera, oí a Zaides decir: —Shelby, tienes que relajarte cuando bailas con Henry. Mueve tus caderas un poco. Si, como si... de acuerdo, no tanto.

—Deberías ir a practicar con ellos —dije porque quería ese silencio de nuevo, lo quería, demasiado—. Muéstrale a Shelby como bailar correctamente.

—No puedo bailar.

—Bueno, no como Zaides. Nadie puede. Pero sólo tienes que abrazarla, no ir al mismo ritmo que ella.

—No, en serio. No puedo —él se paró e hizo...algo.

Pensé que podría ser un baile. Pero parecía más como algún tipo de ataque. Lo malo era que yo todavía pensaba que él se veía lindo.

—¿Ves? Apesto —él dijo.

—No, está... bien, en realidad bailas un poco —dije y los dos reímos mientras él se sentaba, nuestros hombros chocaron cuando se acomodo en el sofá.

—Te lo dije —él dijo—. ¿Recuerdas cuando te pedí que fuéramos a ese baile en octavo grado? Apuesto a que estas contenta de que te libraste de esa noche.


Todavía riendo y pensando en lo estúpido, y sin embargo adorable, que él se veía, dije: —No, me hubiera encantado, yo... —y mi voz se desvaneció lentamente, oyendo lo que yo estaba diciendo—. Fue mejor que tú te libraras, porque... bueno, he visto mi foto de octavo grado. Tú la has visto también. No es del todo linda.

Él sacudió la cabeza. —No, yo quería ir contigo. Deseaba...

Y entonces el silencio volvió, ese silencio y me di cuenta de cuan cerca estábamos. Cuán fácil era estar sentada con él. Sonreírle, hablar con él. Y luego oí a Zaides reír, la oí decir: "Lo sé, Zayn es genial. Casi llevamos dos meses juntos "y recordé exactamente en donde estaba. Quien era. Y quien no era. Me puse de pie y dije:

—Mejor me voy y ¡oye!, felicidades en sus casi dos meses, recuerdo la noche en la que comenzaron a salir y es genial, demasiado estupendo.

—______ —él dijo, poniéndose de pie también y yo dejé la habitación, diciendo desde afuera:

—¡Nos vemos luego! —y salí a la terraza, le dije a Zaides que tenía que irme y la abracé, luego manejé a casa y me dije a mi misma que todas las cosas que yo había pensado eran sólo eso. Cosas que sólo pensé y nada más. Pero ahora... Esta noche ha ocurrido. Y aunque sé que él regreso a Zaides, yo todavía... Lo deseo.

No dormí mucho, alternando entre la emoción (¡EL BESO!) y el terror (¡EL BESO!) y medio esperando que Zaides viniera y... bueno, no sé qué haría si lo supiera. ¿Zayn le habría dicho? Sabía que no lo haría sonar como que yo lo había besado, no era ese tipo de chico, pero ¿cómo le dirías a tu novia que tu y su mejor amiga se habían besado del modo que no sonara tan feo como era?

Por fin me dormí después de que saliera el sol, estaba cansada. El beso casi
se veía como un sueño ahora.

Pero no lo era. Era real y había pasado, y Zaides vino mientras yo bajaba las escaleras para encontrar a mamá preparando sus dulces de chocolate pecan, y poniendo la comida en un plato.

—¿Que paso contigo? —dijo Zaides cuando fui a abrir la puerta—. Te ves terrible.

—Estoy cansada —dije.

Me miro. Temblé por dentro. Lo sabía, lo sabía, lo sabía.

—¿Bueno puedo pasar o qué? —dijo, y yo asentí, todavía esperando por su verdadera reacción, caminó dentro de la casa, olfateando la casa.

—Huelo a comida —dijo, aplaudiendo con sus manos, y metiendo la cabeza en la cocina—. Hola —dijo cuando entro allí, saludando a mi mama.

Mamá solo dijo: —¡Mírate! Creo que te pones más bonita cada día ¿Quieres un dulce?

Zaides sacudió sus manos y se sentó en la mesa de la cocina.

—¿Donde está el profesor? —dijo, y gesticule hacía la sala, donde podía oír a papá riendo con una vieja comedia

¿Que estaba esperando Zaides? ¿Por que actuaba tan normal?

—¿Qué piensas? —dijo mama, dándome el plato.

Dije: —Grandioso —y tome un dulce, partiéndolo y comiéndolo. Moví mi cabeza, asustada, y tensa, demasiado tensa, podía sentir los músculos de mis piernas sacudiéndose.

—¿No crees que necesita un poco mas... de verde a los lados, tal vez, para mejorar los dulces? El color siempre es bueno ¿O tal vez algo naranja en la base?

¿Cómo se suponía que haría esto? ¿Cómo podía ser la vieja _______, la aburrida _______, Cuando Zaides lo sabía y se quedaba quieta por alguna razón?

La mire, pero estaba mirando el plato como si ahora estuviera pensando en
eso. No podía hacerlo.

—Parece algo sacado de un libro de cocina —dije a mama—. De verdad profesional —ella se alegro, y fue a mostrárselo a papá.

Después Zaides volteo a verme, y finalmente dijo —¿Podemos ir arriba?

Asentí, con mi estomago revuelto, y la seguí arriba con mi vista confusa por la preocupación y el azúcar. En mi habitación, me atragante, esperando.
Zaides fue hacia mi cama y dijo —¿Qué pasa con Zayn?

—No quiero decir... espera ¿qué? —no se suponía que diría eso.

—¿Qué pasa con Zayn? —dijo otra vez—. No me dijo nada en la noche sobre estar molesto conmigo. O de mi cabello. Pero eso no es un gran problema ¿Has hablado con el recientemente?

—Si —dije, y media verdad estaba en mi lengua—. Zaides, yo... bien... tengo que...

—Bueno, al menos tú dijiste algo —dijo, y se levanto, sacudiendo su cabello. Cuando lo hacía, note una marca en su cuello, era apenas visible donde su blusa terminaba en el cuello.

—¿Qué es eso? —dije, cuando me miro como diciendo "¿qué quieres decir?" como si no pudiera ver su cuello, y por su puesto Zayn no le dijo del beso. Solo regreso a la fiesta y la vio y se dio cuenta lo estúpido que había sido, después la beso una, dos, un millón de veces, no un beso rápido pero si un chupetón. Algo que la marcaba a ella como suya.

—Bien, estás un poco rara —dijo y se toco el cuello. Sus dedos pararon en la marca.

—Oh, demonios —dijo, y se levanto, y fue hacia mi espejo del tocador—. Pensé que esta blusa lo taparía ¿Tienes algo con que taparlo? Sacudi mi cabeza y ella dijo —¿Tu mamá?

—Tal vez ¿pero que esto? A Zayn no le importaría —era muy difícil decir las palabras, normal.

Ella vio hacia abajo a mi vestido, sonrojada, y la mire.

—¿Zaides?

—¿No lo digas, de acuerdo? —susurró—. Sé que fue estúpido. Sé que no debía dejar a Harry...

—¿Harry? —Harry.

Ella me miro por el espejo y se volvió a la cama, cruzándose de brazos.

—Si —dijo—. Yo solo... estábamos bailando, y me estaba diciendo lo bien que me veía y me abrazo y después dijo "Vamos por algo de aire" y después nosotros... bueno, estuvimos fuera un rato —su voz se volvió baja y rápida en las últimas palabras.

—¿Tu y Zayn rompieron? —mi cabeza estaba hecha bolas porque ellos rompieron y eso era horrible porque a Zaides de verdad le gustaba, ¿pero podía llamarlo? ¿Eso estaría bien?

—No cortamos —dijo, y mi corazón se paro, y mi respiración se detuvo.

—¿No lo hicieron? Pero tú y Harry...

Ella sacudió su cabeza. —Me asegure de que Zayn no viera el chupetón ¿bien? Le dije que me llevara a casa y por eso no podía hablar porque tenía un dolor de cabeza. Y él no puede saber sobre mí y Harry ¿está bien? No quiero terminar con él. Me gusta mucho, _______, pero el... nosotros no hemos estado, ya sabes, haciendo mucho...

—¿Ustedes... no han hecho mucho? —hice eco como un pájaro, un estúpido pájaro.

—Sí, y no lo entiendo —dijo—. Al principio pensé que, no lo sé, era bueno que no estuviera siempre intentando que hiciera cosas así. Pero él... nos besamos pero eso es todo, y el solo... no lo sé —se miro las manos, las cuales estaban estrujando mi cobertor—. Creo que me gusta más de lo que le gusto ¿Qué debo hacer?

La mire —¿Qué quieres decir?

—Siempre te gustan más los chicos de lo que tú a ellos. ¿Qué haces con eso? ¿Cómo lo superas?

Ouch. Pero la cosa es, que es verdad.

Aun así dolía, pensé. Mucho.

—Bueno, a cada chico que me gusta, siempre les has gustado más tú —dije, sentándome a su lado, y era verdad, la terrible verdad, pero no podía llorar ahora. No podía—. La cosa es que no has estado cerca para verlo... bueno, he hecho bastante bien en sacarlo de mi mente y el resto... —me detuve,
porque no había ―el resto". Solo había dos chicos. Dos. Y Zaides solo sabía de uno de ellos. Sam.

El año pasado, me gustaba Sam, era nuevo y de Nueva York, y escribía excelentes historias cortas y no había visto a Zaides cuando nosotros estábamos hablando y ella venia. Podía decir que Zaides tenía algo, que lo hacía inmune a ella, y yo... bueno, me gustaba ser la chica a la que quería.

Y después pasó lo del baile de bienvenida. Sam me pregunto si podía ir al baile con él y aunque pensara que todos decían que lo odiaban porque el Baile de Bienvenida era increíblemente estúpido, era estúpido e increíble porque tenias que comprar un buen vestido y tenias que ver a los chichos vistiendo diferentes a los jeans y playeras. Todo era glamuroso, pero de cierta forma bueno. Increíble, incluso.

Estaba emocionada. Y había ido a comprar el vestido con Zaides, y no algo usado porque el chico con el que iría era alguien que la había botado, entonces compre algo increíble. No me veía tan bien como Zaides, claro... ella compro ese corto, apretado, vestido rojo que incluso la vendedora dijo "Wow" cuando salió del vestidor... pero me veía bonita.

O por lo menos pensaba que me veía bien. Sam incluso había dicho que me veía bien cuando me fue a recoger, y otra vez cuando estábamos bailando en el gimnasio sobre decorado con la música que la escuela había puesto.

Y después fui al baño.

Y cuando regresaba, vi a dos personas hablando fuera en la esquina del gimnasio. Una de ellas era Zaides... podía ver luces de su vestido rojo... y le hice señas y movimientos para decirle sobre el baile con Sam.

Y después vi que ella estaba con Sam, y él le estaba sonriendo como nunca me había sonreído a mí.

—Sabes que eres la cosa más caliente aquí esta noche —dijo él, y paso una mano bajo su brazo—. Di que bailaras conmigo. Sé que no le darías **** a alguien si estás conmigo.

Me quede allí, paralizada, y viendo a Zaides sonreír. —¿Caliente? ¿Yo? ¿Desde cuándo? ¿Y qué hay de _______?

—Ella no es caliente —dijo él, y empecé a llorar... solo estaba allí llena de lagrimas, preguntándome si algo de lo que me hubiera dicho era real... y Sam volteo y dijo —**** —y camino. Solo se fue, y Zaides vino a mí y dijo —¿_______? —como si estuviera aterrada, como si fuera su culpa que le gustara a Sam, no yo, y yo la mire, tan hermosa, y la odie.

De verdad e inmensamente la odie. A mi mejor amiga.

Después corrí... en tacones y todo... y Zaides vino tras de mí, fue con su cita y le pidió su carro y me siguió en el, manejando lentamente mientras caminaba en la acera, todavía llorando, furiosa con Sam e incluso con Zaides, como si fuera su culpa ser más bonita que yo, como si hubiera hecho que Sam dijera todo eso.

—No debí estar de acuerdo en hablar con él —dijo desde el carro andando tras de mí—. De verdad lo siento, _______. Pensé que él quería hablar de ti. Parecía que le gustabas mucho.

—Pensé que era así, pero creo que le gustas mas tú —dije mirándola, todavía furiosa, las lagrimas cayendo por mi cara, y después ella también empezó a llorar y dijo: —De verdad estoy muy, muy apenada, por favor no te molestes, por favor no me odies —una y otra vez hasta que su voz se rompió.

Me detuve y nos conduje a las dos a mi casa. Papá y mamá llevaron el carro de regreso al baile, y Zaides y yo nos quedamos levantas por 4 horas hablando de lo estúpido que era Sam. Me dolió horrible cuando lo vi en la escuela, pero con el tiempo dolió menos, especialmente cuando le escuche una de sus cortas historias y esta era terrible.

El único otro chico que me había gustado era Zayn. Zaides sabia de esto, pero no. Ella creía que era una cosa de octavo grado, una cosa olvidada. Ni siquiera sabía si lo recordaba, pero yo lo hacía. Y todavía me gustaba. Y nos besamos y...


—Hola, _______ ¿me estas escuchando? —dijo Zaides, meneando una mano sobre mi cara—. No quería decir eso como sonó. Solo no se qué hacer con Zayn, como conservarlo conmigo. Y luego la cosa de Harry... —ella volteo y rodó sus ojos.

Nunca besaría a alguien más si besaba a Zayn.

Sacudi mi cabeza, tratando de borrar ese pensamiento, y mi mamá toco en la puerta.

—Solo quería ver si ustedes dos necesitaban algo.

—Estamos bien —dije, con mi voz dura y mamá dijo: —Bueno, solo estaba checando.

—Amo a tus padres —dijo Zaides, con voz lenta—. Desearía que ellos fueran los míos.

Me sacudí y trate de concentrarme en su chupetón. Trate de no pensar en cómo tenía a Zayn y aun así volteaba a ver a otro.
Trate de no pensar en cómo se sentía su boca con la mía.

—Oye, mi mama me llevara a ver a mi padre hoy —dijo, su voz todavía era lenta—. ¿Quieres... quieres venir conmigo?

La mire. Estaba mirando a mi ventana ahora, jugueteando con su cabello en sus dedos. Sus dedos estaban temblando un poco.

—Claro —dije, y ella me abrazo y me dijo que sería divertido.

Las dos sabíamos que era una mentira.


La regla no escrita {Zayn Malik}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora