12.

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Comencé a relajarme un poco después de trabajar por un rato. Por todo lo que a Zaides no le importan las tareas escolares, cuando es algo que quiere hacer, como el reportaje de investigación individual que nos fue asignado como parte de la nota, entrega todo de sí. Hasta más.

En octavo grado, ella hizo un impresionante proyecto interactivo sobre Broadway. Escribió sobre actores y actrices que fueron buenos en sus días, y uso sus historias en un reportaje, casi un libro por su longitud, sobre lo que Broadway representa para aquellos que hicieron parte de las obras que lo hicieron importante.

Era tan bueno que nuestra profesora de Inglés quisiera hablar con la mamá de Zaides para intentar publicarlo, pero la mamá de Zaides está siempre ocupada, y en la ceremonia de fin de curso ella tuvo que irse temprano, incluso antes de que Zaides recibiera su premio.

—Aquí —dice ella, empujando a un lado el libro que sostenía—. Ahora sé exactamente cuál será la propuesta para mi proyecto la lucha de Broadway para mantener a raya a los siempre crecientes miembros de los medios de comunicación.

—Wow —digo, y ella sonríe.

—¡Lo sé! Genial ¿Verdad?

—Mucho.

Ella se estira y se inclina hacia Zayn. —¿Qué haces?

—No lo sé aun. Tal vez algo sobre como los artistas ejercen en una sociedad donde los fondos son más difíciles y difíciles de encontrar, y como ya no hay verdaderas estrellas en el campo. Al menos no de las que todos escuchan.

—Porque no hay dinero en ello, justo como decías —dice Zaides—. Es fácil ser famoso por solo ser alguien, y eso es lo que normalmente paga. O por lo menos te da algo —ella me mira—. ¿Qué haces?

Me encojo, y Zaides empuja mi pierna con su pie, sonriendo. —Ya lo sé. Son zapatos, por supuesto. Tu obsesión. Es genial. Extraña, pero genial.

—No creo que sea extraño —dice Zayn—. Quiero decir, nunca he estado en tantos shows de Broadway como tú, como cuantos, ¿cincuenta? Pero no digo que estés obsesionada.

—Eso es diferente —dice Zaides, enrojeciendo—. ¿Por qué eres tan mezquino? ______, ¿No está siendo mezquino?

Sé lo que se supone que tengo que decir. "Sí" Se supone que tengo que
decir que "Sí" y Zaides dirá: "Gracias" fingiendo estar triste, y entonces
coqueteara con Zayn y se presionara contra él y... ¿Por qué Zaides tiene que hacerme sentir tan mal a veces?

—Bien, ahora los dos están siendo mezquinos —dice Zaides, abrigando sus abrazos a su alrededor, lo cual consigue hacerla ver triste y realza su pecho al mismo tiempo—. Lamento que Broadway no sea tan bueno como lo que tu llamas arte, Zayn. Lamento no querer leer sobre zapatos o gastarme años haciendo unos que nadie verá porque ¿Quién mira los pies?

—Necesito algo de aire —dice Zayn, y se levanta bruscamente, caminando fuera del cuarto. Después de un segundo, escucho la puerta del patio deslizándose.

—Oh mierda —dice Zaides.

Miro el piso. —¿Crees que es extraño que me gusten los zapatos? ¿De verdad?

—No —dice ella, mirando hacia la puerta y sacudiendo su cabeza—. Quiero decir, no realmente. Es diferente, pero funciona para ti. Tú qué... ¿Qué crees que debo hacer con respecto a Zayn? Quiero decir, los chicos se han molestado conmigo antes, pero siempre ha sido por cosas como que no quiero estar con ellos o por hablar con otro chico. No entiendo por qué está molesto. No he dicho nada malo sobre él o su arte —ella se muerde su labio inferior por un segundo—. Bueno, no algo realmente malo. ¿Irías a hablar
con él? ¿Ver cuán molesto esta?

—No veo como pueda... yo realmente no quiero involucrarme, Zaides.

—¿Involucrarte? Vamos, ______. Tú sólo tienes que descubrir si está molesto conmigo. Es hacer una pregunta, y lo has hecho antes. Además, él no se fue contra ti.

—Él no se fue contra ti, tampoco. Él solo salió a tomar un respiro, y tú tal vez deberías salir y...

Me detuve cuando Zaides apretó más los brazos a su alrededor, no para
mostrar sus pechos como antes, si no porque está realmente molesta.

—No te conté todo sobre anoche —dice—. Le pregunté... le pregunté a Harry si quería salir conmigo. Quería demostrar que puedo besar a otro y que sería como besar a Zayn. Pero no sería así. Sigo pensando sobre que haría él si me viera, y no sería como si estuviera con otro chico. Ni siquiera puedo... ni siquiera puedo imaginármelo enfadándose o algo así. Solo puedo verlo dejándome y —ella se detiene, me mira—. No podría soportarlo. Y lamento haber dicho lo que dije, sobre tú y tus zapatos. No estás enfadada conmigo ¿verdad?

—Solo... dolida —digo, y Zaides me mira, sorprendida.

—Oh —dice ella después de un momento, su voz baja—. No quise... cuando digo cosas como esa, no pretendo que suenen mal. Lo sabes, ¿verdad? Quiero decir, te quiero. Sabes eso también ¿verdad?

Asiento, porque lo sé, y Zaides sonríe y se pone de pie, golpeándome suavemente con su rodilla cuando no la sigo.

—Vamos —dice ella, feliz de nuevo—. Habla con Zayn. Prepararé algo de comer para él. Y para nosotras también, por supuesto.

Me quedo mirándola, celosa, me molesto conmigo misma por ello y ella muerde su labio. —Realmente lo siento. Soy una persona horrible. No deberías salir conmigo, y ahora ya sabes porque mis padres nunca quieren estar a mi alrededor.

Su voz se quiebra en las últimas palabras, y yo sé exactamente por qué Zaides es como es, por qué es tan rápida en decir palabras que hieren más de lo que ella piensa. Sé por qué se asusta tanto de ser dejada atrás. Porque le ha pasado.

—Tus padres apestan. Demasiado —digo—. Y he querido estar contigo desde que íbamos al kínder.

—¿De verdad?

Asiento.
—Gracias —susurra, abrazándome, y entonces me deja y me empuja hacia la puerta del patio, caminamos juntas hacia la puerta sin pasar a través de ella.

—Míralo —dice ella—. ¿No es lindo?

Lo miro. Él está parado afuera, a sólo unos pasos del patio de Zaides, con su cabeza hacia abajo, sus ojos cerrados. Se ve cansado y triste y yo quiero abrazarlo y decirle que todo estará bien.

—Él está bien —digo, y Zaides ríe y abre la puerta, empujándome a través de ella suavemente. Empujándome hacia Zayn. Él se da la vuelta mientras lo hago, y tomo un paso hacia él. Escucho a Zaides tarareando, feliz; mientras cierra la puerta, y yo quiero dar la vuelta, atravesarla y rogarle que me deje allí dentro.

Pero realmente quiero quedarme aquí fuera un poco más.

La regla no escrita {Zayn Malik}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora