Capítulo 1: Mi compromiso.

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Ha pasado unos meses desde que corté con Mario. Él...no sé como ha estado. Sólo lo veo en un rincón leyendo libros y a veces escribiendo al escuchar música.

En algunos recesos no lo veo, y eso me preocupa.

Voy a cumplir casi nueve meses con Elvis y me propuso matrimonio. Él es un chico muy interesado en mi, súper lindo y detallista... pero nadie como Mario. A veces lo extraño y estoy segura de que lo amo con toda mi alma desde el primer día que lo vi; pero es el último año de preparatoria, terminaremos nuestras carreras y él...él regresará a México y seguirá con su vida.

-Señorita Withem. ¿Me podría decir por favor qué dije antes de qué usted anduviera en las nubes? -Dijo el profesor, al instante sentí la mirada de Mario, volteé a verlo y el agachó la cabeza.

-La gravedad -Dije seria

-¡La gravedad! ¡Exacto!...-Y siguió con su clase

A los pocos minutos dieron el timbre de salida y como, mis sentimientos no estaban estables en ese momento decidí irme a casa.

Elvis me detuvo en la puerta y Mario pasó frente a nosotros mirándome fijamente mientras se le cristalizaban los ojos.

-¿Pasa algo amor? Te noto muy distraída y seria.

-No, no pasa nada. Sólo me duele un poco la cabeza y los cólicos no me dejan. Iré a la cafetería a comer un poco y me iré a casa antes de ir a la fraternidad.

-De acuerdo. Te acompaño mi amor

-Creo que no es necesario -Dije plantándole un beso en los labios y sonriendo- Estoy bien

-Okey, no estoy muy confiado pero bueno, nos vemos en el entrenamiento bebé.

-Adiós corazón.

Ah...muchas cosas han cambiado. Estef me dejó de hablar poniéndose de lado de Mario y a veces se está con Mario y Zack en receso; al parecer, subiéndole los ánimos.

Me metí a la fraternidad de porristas, las chicas tienen cuerpo de Barbie y se creen la gran cosa.

Me mudé a una casa porque sentí que necesitaba borrar todos los recuerdos que tuve con Mario y pues...aparte mis padres pasaban más tiempo fuera de casa que conmigo, así que daría igual.

Elvis es muy detallista y buen chico, me propuso que fuéramos novios hace bastante tiempo en una cena en mi restaurante favorito con fotos nuestras en un vídeo con mi canción favorita, una lona y muchas rosas. También me ha llevado a varios conciertos de mi banda favorita.

Caminé hacia la cafetería y me senté en una de las mesas, una compañera de la fraternidad llegó. Creo que ella es la menos creída y me entiende, nos llevamos bien.

Comenzamos a platicar y a reír sobre cosas que pasaban en los entrenamientos.

-¿Y qué haces aquí y no en clase? -Preguntó

-Me sentí un poco mal, así que iré a casa ¿me acompañas?

-Sería estupendo, después nos iríamos juntas a el ensayo ¿te parece?

-Me parece perfecto ¿vamos? -Respondí.

-Vamos.

Nos levantamos y, al pasar por los baños salió Mario con la cara roja y los ojos hinchados y al igual, rojos.

Me miró y al instante bajó la cabeza, luego evitó mi mirada y se volteó, corriendo hacia afuera del instituto.

-Ese chico es raro -Dijo Devani

-Yo...sí lo he notado -Reí.

A veces siento que hice mal al dejarlo por una escusa tan estúpida como esa, hasta mi madre y yo tuvimos un conflicto sobre eso.

Subimos a el carro y aceleré a toda velocidad sintiendo el aire en la cara.

Es que yo elegí a Mario porque con él pude ser yo, en toda mi esencia y riqueza. Y él aceptaba mi locura y me acompañaba en mis malos momentos, y yo a él. Era un amor y aceptación mutuo. Pero con Elvis, sentía que mi libertad estaba restringida a éstas horas y... a veces me dice cosas que me dijo Mario mientras nos besábamos y mejor me separo de él diciendo que tengo hambre y creo que...él lo nota.

Llegamos a mi rosada casa y entramos, el olor a chocolate invadía mi casa como siempre y eso me encantaba.

-Que linda casa __ -Dijo ella

-Gracias -Reí.

We will never be together  2° temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora