We will never be together 2° temporada

Capítulo 14; Big day.

Era imposible como el amor podía ser tan lindo...romántico y por la otra cara enfermo y ambicioso.

Estaba pensando sobre todo lo sucedido aquél día, hace dos años.

Se me hacía increíble cuanto tiempo había pasado, y se me hacía increíble que a pesar de todas las caídas y problemas que eh tenido, que hemos tenido Mario y yo...sigamos juntos. A pesar de todo. 

No lo prometimos y lo seguimos haciendo ahora...cuando tenía baja autoestima pensaba que nada ni nadie era hecho para mi. Me sentía miserable, sólo...todo lo que tocaba, todo lo que se acercaba a mi, todo lo que hacía lo destruía.

Y llegó él. Y todo cambió.

Estaba sentada en el taburete de mi casa de prometida de Mario esperando a mi hermana (así es, hermana)

Resulta que...antes de que yo naciera había una niña que nació...tres años mayor que yo. Tiene 23; es rubia, alta, tez regular y tiene unas largísimas pestañas y unos ojos grandiosos cafés. Ella es estilista profesional. Resulta que como mis padres no pudieron venir cuando sucedió...bueno...eso...llamaron a ella que vivía escondida a un par de horas y se comenzó a comunicar conmigo. Es casada y muy feliz.

Tocaron el timbre y corrí a abrir, era ella. Me veía patética con una bata rosa y una toalla en la cabeza.

-Creía que jamás llegarías -Dije

-Traje a todo mi equipo __, la boda de mi hermanita con su amor de suicidas no es algo que se vea todos los días. Te verás fantástica. Paul está con Mario ayudándolo a arreglarse y apurarlo para que llegue a tiempo a la iglesia.

Varias personas entraron a la casa con un montón de equipaje y subían a el cuarto.

-Lydia -Le dijo Jessica. Así se llama mi hermana...Jessica- Saca las cosas que están en la caja azul, rosa y verde primero.

Al parecer a quien le llamaba era su asistente porque no se veía tan...normal como los demás maquillistas.

En cuanto menos lo pensé estaba sentada otra vez en el taburete de mi habitación con al menos 25 personas observándome fijamente, entre ellas incluidas Lydia y Jessica.

-Okay, ya sé -Gritó mi hermana volteándose frente a todos- Accesorios dorados, sombras con el segundo todo de dorado, delineado corto, pestañas postizas, obviamente base junto con un poco de brillo en los párpados combinado con las sombras, colorete un morado bajo, moño con mariposa plateada, rizos abajo y ya. Ah y aparte, el segundo equipo de maquillistas les encargo que maquillen el pecho. Es importante. ¡A trabajar equipo!

Parecía el fin del mundo, de verdad...¡Es una boda!¡ B O D A !

Solo me dijeron que me relajara mientras hacían su trabajo, y lo hice. Sentía brochas en mi cara, párpados, cachetes, pinceles rozando las raíces de mis pestañas y de más.

Una persona comenzó a medirme tacones y sólo escuchaba a Jess decir "Tal vez" "No" repitiendo y repitiendo.

Media hora después fue suficiente para que acabaran.

-T e r m i n a d o -Deletreó Lydia volteándome a ver el espejo.

Me veía magnificamente gloriosa. No de esas chicas que se maquillan como payasos, me veía como de las finas princesas que utilizan cosas de marca y así.

Mi hermana me levantó de la silla con una mano y me dijo dándome unos tacones dorados...

-Corre a cambiarte sin arruinarte nada de maquillaje ni peinado, Lydia irá a ayudarte y darte el vestido. Te vez hermosa hermana- Me abrazó- Hubiera deseado haberte conocido antes para que no tuvieras esas cicatrices.

Lydia me jaló hacia el siguiente cuarto vacío, había una mesa gigante llena de bolsas con ropa dentro. Tomaba un gancho y estiraba vestidos de boda y junto con otra persona, negaban o decían "Sí" con la cabeza.

Al fin, me dieron un vestido brillante con un escote de corazón y un poco esponjado con crinolina, parecía una nube en mis caderas, de la parte de arriba era plateado con blanco y iba muy bien con mi maquillaje.

Me subieron con mi hermana arreglada en 10 minutos a la lemosina y rumbo a la iglesia.