Capítulo 8 :

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En EL CAPITULO ANTERIOR...

-Lo sentimos profesor Steele

COMENCEMOS...

Nos miraba atentos, después soltó un suspiro.

-Solo porque son mis alumnas estrella se los pasare, pero que no se vuelva a repetir, de acuerdo? – nosotras asentimos y nos fuimos a sentar, mientras escuchábamos murmullos y susurros entre los demás alumnos.

-Calmense– dijo con tono firme y sin gritar, el tenia la reputación de ser muy estricto e intimidante.

-Bueno, les dejare la tarea de una vez, ya que tengo una reunión, van a investigar un tema que yo les asignare por parejas–Frida y yo nos vimos y asentimos, diciéndonos, por así decirlo "mentalmente"

"Lo haremos juntas"

-Aquí esta sus temas, y con los libros en donde esta la información, todos están en la biblioteca, tomen la hoja donde este su nombre, junto con el de su compañero- espera, que?!? Me volví a Frida, volviendonos a decir mentalmente, (después de un tiempo de estar juntas esto pasa)

"Noooo!!!!!!"

Lo único que pido es que no me toque con Julia, me dieron la hoja y aceptando lo peor, vi la hoja y me alivio ver lo que estaba escrito.

Frida Jones

Diana Wels

-Gracias al cielo! –dije aliviada, ella tomo la hoja e imito mi acto después de leerla, mmm, ya no vi cual es nuestro tema, entonces le volví a quitar la hoja (a este paso la vamos a destrozar)

-Leyendas urbanas...interesante

-Mmm, creo que será algo divertido!! –dijo ella emocionada.

FRIDA'S POV

Que bueno que me toco con Diana, ella puede parecer muy extrovertida y algo loca, pero tiene un corazón demasiado frágil. A ella siempre la maltratan, a mi no, ya que mi padre es el alcalde y digamos que sus amistades no son muy, legales.

-Muy bien chicos pueden irse, espero que usen este tiempo para hacer sus investigaciones– dijo el profesor Steele mientras todos corrían para salir primero, entre ellos Diana, pero con éxito salio, esa chica es muy astuta, ella ira a la cafetería por el almuerzo, ese es nuestro trato, así ella puede alcanzar buena comida y yo voy a mi ritmo.

mientras yo lo hacía con calma, además que escucho las conversaciones de los demás.

(Realmente no me gusta hacer esto, pero es mejor a que me empujen para salir)

Mientras escuchaba cosas como.

"Me aburre este tipo de trabajos.."

"Porque siempre el profesor quiere jodernos?"

"Hay que ir a mi casa a hacer la investigación"

"Tendré que inventar algo creíble para no entregar el trabajo.."

Yo con una sonrisa divertida rodé los ojos, cuando termine me puse la mochila en el hombro y salí, todos los pasillos estaban desiertos, nada raro a esta hora.

Me encamine a mi destino, estaba perdida en mis pensamientos planeando nuestra tarea, tanto que choque con un chico.

-Perdona- susurré sin verlo a la cara.

-Tsk, fíjate en donde vas- lo iba a encarar, y ahí fue cuando lo pude ver bien; una perfecta piel nívea, cabellos algo largos y alborotados color café, y por último, unos ojos tan celestes como el cielo. Portaba una sudadera blanca y pantalones de vestir con converse negros.

No articulaba palabra, entonces, desperté del trance bobo y lo mire molesta.

-Tu también-solté cortante, y me dispuse a irme, pero este me tomo de mi antebrazo y me empotró contra la pared, mientras me sostenía por el cuello.

-No me hables en ese tonito–no me miraba a los ojos, y su voz era muy fría y tétrica.

Mientras tanto yo, simplemente estaba petrificada, de no se donde saque fuerzas y le dije.

-Sueltame estúpido de mierda!! - entonces vi otra vez sus ojos, pero ahora estaban apagados, parecían de un muerto.
Se acercó a mi oído y me susurro algo que hizo que se me detuviera el corazón.

-Nunca debiste haber nacido- esas palabras sonaban como un eco incesante en mi cabeza, esas mismas palabras las había escuchado hacia mucho tiempo atrás.

INICIO DEL FLASBACK

En el orfanato donde vivía, era el mismísimo infierno, me trataban como una peste, como a un ser insignificante, realmente no supe nunca porque, ya que a los demás niños, tampoco los trataban muy bien, pero nunca tan mal como a mi.

En fin, el director del orfanato tenia un hijo, realmente no recuerdo muy bien como se llamaba, algo así como Adrian, era un chico algo mayor a mi, él tenía unos 13 años, y yo sólo 8.

Las demás niñas jugaban a quedarse con él, algo realmente estúpido si me lo preguntan. Ese día en cuestión, yo estaba en el patio bajo un árbol leyendo, "El perfume" una novela muy interesante. De repente siento que hay alguien enfrente mio, trage grueso y alce mi vista.

-H-hola? - pregunte temerosa, y más al ver sus penetrantes ojos azules.

-Tu eres a la que llaman bastarda?- esa es la etiqueta con la que siempre he cargado, como todos.

El diario de una creepypastaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora