East Of Heaven ~ Larry Stylinson

Capítulo 9

Hola cielos :D Me gustaría recomendaros una novela que está escribiendo una amiga en Wattpad, se llama "Wrong Direction" de Liam :) Echarle un vistazo, ¡está muy bien!
Bueno, os dejo con un nuevo capítulo, espero que os guste ♥

-Estaba todo buenísimo, mamá –Lottie se levantó de la mesa de un salto, dispuesta a salir corriendo.

-Recoge tus platos, Carlotta –le ordenó la madre, amenazándola con la mirada.

-¡Mamá! –Resopló- ¡Sabes que odio que me llaméis Carlotta!

-Si con eso nos haces caso, seguiremos llamándote así –comentó su padre, divertido.

Ella puso los ojos en blanco mientras caminaba ahora con los recipientes en sus manos para dejarlos en su sitio.

-Agh –gruñó, dejando cada cosa en el lavavajillas.

-¡Martin te está volviendo loca! –le acusó Phoebe… o Daisy, no sé, una de las gemelas.

-¡Más de lo que ya eres! –añadió la otra niña.

-¡No os metáis con mi novio! –volvió a quejarse Lottie.

-Las niñas tienen razón, Lottie –comentó Jay-. Ahora ibas a salir corriendo para ir a hablar con él por teléfono.

-Mentira.

-Verdad –cantaron las gemelas.

-¡Mentira! –se defendió de nuevo.

Solté una pequeña risita que por suerte nadie notó y eché un vistazo a mi lado, donde se encontraba Louis. Estaba con el brazo derecho apoyado en la mesa, aguantándose la frente con la mano, ocultando parte de su rostro. Me reí, ahora algo más fuerte, y él me miró de reojo por debajo de su mano. Su cara lo decía todo, parecía realmente avergonzado por la situación en la que nos encontrábamos. Soltó un suspiro con pesadez mientras me sonreía, divertido, al notar mi reacción.
Seguí riendo mientras observaba como Lottie se iba enfadada a su habitación y las gemelas le imitaban, saliendo detrás de ella sin recoger nada. Mis ojos volaron hacia Fizzy, que no dijo apenas nada en toda la hora. Ella me miraba con una sonrisa tonta mientras aguantaba sus mejillas entre sus manos. Al verme, sus ojos azules se abrieron como platos al notar que la había visto y se levantó torpemente de la mesa.

-Y-ya he terminado –comentó nerviosa, cogiendo su plato y llevándolo hacia el lavavajillas.

Louis persiguió a su hermana con la mirada hasta que ésta desapareció de la sala, parecía molesto.

-¿Habéis terminado? –murmuró el padre de Louis, mirando nuestros platos vacíos.

-No lo sé. ¿Hemos terminado, Hazza? –Louis se giró hacia mí con una sonrisa infantil en su rostro.

-Sí, ya no puedo comer más –apoyé las manos en mi estómago, satisfecho, y miré a la única mujer ahí presente que me observaba con ternura-. Estaba de muerte, Jay. Enserio.

-Sí, opino lo mismo –murmuró el ojiazul.

-Gracias Harry –me agradeció la mujer-. Buen intento, Louis.

El chico rodó los ojos con una sonrisa y se levantó para luego coger tanto su plato como el mío para llevárselos. Le imité poniéndome de pie.

-Yo quiero hacerlo –alargué las manos hacia los platos pero él me lo impidió, alejándomelos de mi abasto.

-Eres el invitado, calla y deja que yo lo haga –me ordenó, caminando hacia la cocina para dejarlo todo.

Me quedé ahí de pie mientras los padres de Louis terminaban de cenar y me miraban con una sonrisa. Me sentí realmente incómodo al estar ahí, sin saber qué decir. Durante toda aquella hora habíamos estado hablando sobre mi escapada hasta aquí y habíamos rozado muchos temas sobre la relación que Louis y yo teníamos. Pero él siempre había intervenido en cualquier cosa y me había ayudado con las preguntas difíciles de contestar. Ahora temía que me fueran a preguntar algo inesperado.