East Of Heaven ~ Larry Stylinson

Capítulo 41

¡Holis! Muchas me preguntáis cuándo subiré nuevo capítulo, y me comentáis que tardo bastante en actualizar... bueno, en mi twitter ( @hippienialler ) iré escribiendo cada vez que vaya a colgar capítulo tanto de East Of Heaven como de Black Snowflake
Nada más, espero que os guste el capi :)

Finalmente nuestros cuerpos desnudos se acoplaron en uno con un tierno y muy sudoroso abrazo, sus cálidos e hinchados labios besaron los míos una vez más con lentitud.

-Al final sí que llegamos a la cama –rió Louis arropándome entre las colchas con un brazo, mientras que con el otro me sujetaba con fuerza.

Negué con la cabeza divertidamente y me apegué más a él, escondiendo mi nariz en su cuello. Me encantaba hacer eso, su aroma me relajaba de manera increíble.

-Te quiero, Lou –mi estómago gruñó interrumpiendo mi momento tierno-. Y tengo hambre. Quiero desayunar…

Louis rió de una manera condenadamente adorable y me miró a los ojos atentamente, parecía que estaba pensando algo.

-¿De verdad quieres bajar ahí abajo?

Fruncí el ceño.

-Claro, ¿por qué?

-Bueno, son las… –se inclinó hacia mi lado aplastándome y haciéndome reír a la vez, en busca del reloj- 8:50 de la mañana y estamos todos despiertos, cosa que significa que tanto Gemma como Ed lo han escuchado todo.

Miré hacia arriba encontrándome con sus ojos zafiro observándome divertidos, color carmesí comenzando a inundar mis mejillas.

-¿Puedes bajar tú? –pregunté tímidamente.

Louis soltó una carcajada y asintió con la cabeza como si fuera la cosa más divertida del mundo.

Mi estómago gruñó en respuesta.

-Quiero un café, tostadas y un plátano –hablé cual niño caprichoso-. Y date prisa porque lo quiero para ayer.

Mi novio alzó una ceja para mirarme fijamente, por lo que me llevé las sábanas a la cabeza y me escondí de él.

-A sus órdenes –resopló con cierto tono gracioso.

Noté como el peso de mi lado desaparecía y sus brazos dejaban de envolverme para poder levantarse de la cama. Me quité las sábanas de la cabeza haciendo un puchero y observé como poco a poco se desperezaba y se iba vistiendo perezosamente.

Ya dispuesto a salir de la habitación, agachó la cabeza mirándose los pies y una pequeña sonrisa iluminó su rostro. Me incliné sobre el colchón para ver aquello que le había hecho sonreír y me encontré con Dusty restregándose por sus pies. Adorable.

Louis atrapó al gato y lo dejó a mi lado con cuidado que no cayera, acto seguido llevó una de sus manos a mi mejilla y se agachó para darme un corto beso en los labios.

-Vuelvo en diez minutos –susurró.

Asentí con la cabeza y él se echó hacia atrás para luego salir de ahí, dejándome con una sonrisa tonta en los labios. Oh, Louis.

Me removí en la cama aplastando mis mejillas sobre la blanda almohada cual idiota enamorado. ¿Cómo fui capaz de echarle de mi vida cuando era él lo único que yo necesitaba en ésta? El ya-no-tan-pequeño-Dusty trepó por las sábanas coquetamente meneando el rabito de un lado hacia otro y mientras yo le observaba atentamente un móvil comenzó a sonar.