Capítulo 7

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-Haaarry -una dulce voz familiar canturreó mi nombre en mi oreja-... Despierta, Hazza. Vamos, no te hagas el remolón y levanta ese culo de la cama.

-Hmmm -me quejé, tapándome los rizos despeinados con la almohada tratando de hacer desaparecer esa voz.

-Hazza, va, Gemma y Anne han despertado y se han ido a dar un paseo por el centro comercial -insistió.

-Perrie, vete -mi voz ronca retumbó en mi pecho, algo normal cada mañana.

Mis ojos se mantuvieron cerrados mientras ella me movía el brazo por encima del edredón pretendiendo despertarme.

-Pero, tengo hambre -puso excusas para que yo me levantara de esa dulce cama y le fuera a preparar algo de desayunar, aunque ella claramente supiera donde se encontraba todo.

-Como, entonces -me giré para darle la espalda y me cubrí del todo con las sábanas-. Llevas presentándote aquí cada fin de semana durante más de diez años y robándonos comida de la nevera.

Pude notar como la rubia soltaba un suspiro cansado. Tenía demasiada paciencia y la mayor parte la gastaba conmigo.

-Louis no ha dejado de llamarte -dijo por último con un rayo de esperanza.

-¡Louis! -como un rayo, lanzé el edredón por encima de mi cabeza y aterrizó en la cara de Perrie, quien me miraba con una sonrisa picarona en su rostro.

Me incorporé de golpe, sentándome en la cama. Alargué el brazo hacia la mesita de noche y atrapé el celular entre mis manos, revisándolo. Un mensaje nuevo y tres llamadas perdidas, una cada media hora.

"Buenos días mi Hazz. Te he llamado unas cuantas veces, pero como no respondías imaginé que seguirías durmiendo. Llámame en cuanto puedas, bebé. Te quiero. Louis xx"

Bebé.

Mis labios curvaron una pequeña sonrisa cuando leí sus palabras, que provocaron mariposas en mi estómago cada vez que mis ojos pasaban sobre ellas.

-Voy a comer algo -me avisó Perrie con una de sus sonrisas perfectas-, no tardes en bajar a desayunar, Harry. Van a dar las 12 del mediodía.

Asentí con la cabeza mientras mis dedos tecleaban ansiosos el número de teléfono de Louis. Me lo llevé a la oreja impacientemente y mi mano libre revoloteó hacia mis labios, empezando a apretar el inferior entre el dedo índice y el pulgar. No llegaron a sonar dos pitidos cuando una dulce voz respondió por el otro lado de la línea.

-Buenos días mi Harry -sonó divertido y sonreí ante su tono, soltando mis labios.

-Buenos días mi Louis -me sonrojé llamándole de la misma manera.

-¿Justo ahora despiertas? -su risa melódica sonó en mi oído.

-Estaba muy cansado -murmuré avergonzado-, solo quería dormir, ni siquiera me había dado cuenta de tus llamadas.

-Tranquilo, te entiendo, yo tampoco quería despertar.

-¿Y por qué no te has quedado despierto durante más rato? -inquirí mientras ahora me tumbaba de nuevo en la cama.

-Pensé en ti, en nuestra conversación de anoche, y quise llamarte para dejarlo todo claro.

Mi pulso se aceleró en mi pecho, haciendo que los nervios volvieran a mí. ¿Y si ahora me decía que todo había sido un error, que no le gustaba, que él estaba enamorado de Eleanor y que no la dejaría? ¿Y si todo lo que habíamos pasado la noche anterior no iba a servir de nada? ¿Y si Louis se arrepentía de todo? ¿Y si? ¿Y si? ¿Y si?
Me tomé unos segundos para tratar de tranquilizarme y mentalizarme para lo que iba a llegar a continuación. La charla. El malentendido. La disculpa. Y finalmente mi corazón roto. Mis ojos se aguaron al instante.

East Of Heaven ~ Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora