Una Simple Historia Más [Gay]

Capítulo 18

Poco después que dejara el libro apoyado sobre su mesa de luz, alguien entró a su cuarto de un portazo.

–Ah, Emmet –dijo a modo de saludo–. Justo la persona con la que quería hablar.

–¿Luke? ¿Dónde estabas? –preguntó él.

–Me fui a casa de unos amigos por la noche. Te fuiste a la casa de Hiro, ¿verdad? Mamá me contó de tu mensaje.

–Bueno, sí ––––

–Escucha, mamá y papá estaban discutiendo sobre algo ayer... –lo interrumpió Luke. Emmet no le respondió. "¿Estuvieron discutiendo tanto tiempo...?", pensó–. ¿En serio te gustan los chicos...?

–¿P–por qué preguntas? –tartamudeó él.

–Soy tu hermano, quiero saber, prometo que no se lo diré a nadie –agregó–. ¿Te gustan los chicos o las chicas? ¿O ambos? ¿O las batidoras? Yo qué sé, sólo dime con qué quieres tener sexo.

Emmet no pudo evitar reírse ante el comentario de su hermano.

–Bueno, esto... M–me gustan los chicos –respondió–. N–no te burles ni nada por el estilo.

–Sigues siendo mi hermano –dijo Luke–. Aunque seas gay. Pero tengo una pregunta...

–Eh, dime.

–¿Es cierto que soy súper sexy? Si me lo dice un gay puedo estar seguro que es cierto –preguntó, con toda la seriedad del mundo–. Quiero que seas sincero ¿soy un bombonazo o no?

Su hermano le tiró un almohadonazo y ambos comenzaron a reír.

–Con la mayor sinceridad del mundo, puedo decirte que no.

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La mañana siguiente fue un día particularmente frío. Cuando se levantó, Emmet vio una bandeja con comida sobre su mesa de luz, y una nota al lado de una taza humeante que olía a té.

"Emmy, tuve que irme temprano a la editorial a trabajar, volveré al mediodía para preparar el almuerzo para ti y tu hermano. Tu padre estará todo el día fuera como siempre lo hace. Te amo, mamá."

"Una preocupación menos" pensó. "Ahora sólo tengo que concentrarme en la cita de hoy y cómo le voy a decir a Hiro que leí su declaración".

Su hermano ni siquiera se había despertado cuando había comenzado a desayunar. Cuando terminó de comer buscó su teléfono para enviarle un mensaje de texto corto a su madre sobre su salida con Hiro, y luego se acostó en la cama a pensar de nuevo.

–¿Comida...? –susurró Luke entre sueños–. Comida...

–¿Estás despierto? –preguntó Emmet en voz baja.

–¿Emmet...? –preguntó en respuesta–. ¿Tienes comida...?

–Aquí está el desayuno. Se nota que tienes hambre –acotó.

–Cállate y déjame desayunar, necesito comida... –Luke bostezó y luego de haberse desperezado agarró una de las tazas–. ¿Harás algo hoy?

–Tengo planes con Hiro por la tarde... –respondió. "Y necesito decirle lo de la maldita carta..."

–Te pusiste colorado –acotó travieso su hermano. Él ni siquiera se había dado cuenta que su rostro se había vuelto rojo–. Emmet, no me digas que te gusta.

–¿Quién...?

–Vamos, hermanito, a ti te gusta Hiro –agregó–. ¿Te volviste gay por él?