-Así que, Harley, ¿verdad? –preguntó Sakuya cuando los cuatro se sentaron en la mesa. No era una mesa per se, era una mesita bastante extraña. A Emmet le costó sentarse en ella; tenía que poner los pies debajo y se sentía extrañamente tibio allí.
-¿Sí? –respondió él.
-Espero que disfrutes de tu estadía aquí –agregó-. Lo ideal sería que tus padres resolvieran su pleito pronto, pero no nos molesta tenerte en nuestra casa.
De repente, sonó el timbre de entrada de la casa.
-Ah, tu padre llegó –acotó la mujer-. Discúlpenme, vuelvo en unos segundos.
Sakuya se retiró de la mesa, dejando a los tres chicos solos.
-¿Qué te parece el kotatsu, Em? –preguntó el chico de gafas.
-Es un poco incómodo –dijo-. Nunca tuve que poner los pies debajo de una mesa tan pequeña.
-Si tú te quejas, imagínate yo –rió Hiro-. Tú no mides metro ochenta y tanto.
-Eh, ¿cómo dijiste que se llamaba esta mesa...?
-Kotatsu –le aclaró-. Lo usamos mucho cuando hace frío, y siempre lo tenemos fuera cuando es invierno. Si supieras las siestas que nos hemos tomado aquí.
-Este es el lugag más calentito de la casa –dijo Sayumi divertida.
-Tadaima. Buenas noches –dijo una voz grave detrás de la cocina. Emmet se giró para encontrarse con un hombre alto y pálido, de cabello castaño y ojos también almendrados. El hombre se dirigió a él-. Disculpa, ¿cómo te llamas?
-Papá, él es Emmet –respondió Hiro-. Un amigo mío. Em, él es mi papá, Nozomu Takanashi.
-Un placer –saludó Nozomu, haciendo una reverencia-. Hiro nos habló mucho de ti a mí y a mi esposa.
-Eh, un gusto, igualmente –respondió. Por supuesto, no podía inclinarse estando sentado por lo que solo le extendió la mano.
-Llegaste justo a tiempo, amor –dijo Sakuya-. Acabo de terminar de cocinar la cena, y también te preparé el ofuro para cuando llegaras.
-Gracias, querida. Un baño me vendría genial –respondió. "¿Así que así es como trabaja un matrimonio funcional?" pensó Emmet.
-Harley-kun, ¿me respondes hasta cuándo te quedarás? –agregó la mujer, dirigiéndose a él.
-Ehm, ¿mañana está bien? –dijo.
-Mañana no hay clases –acotó Hiro-. ¿Te importa, mamá?
-No hay ningún problema –respondió Sakuya-. Creo que podría dormir en el futón de Sayumi, así ella duerme con tu padre y conmigo en el nuestro.
-Pego no quiego dogmig con too-chan y kaa-chan –Sayumi comenzó a hacer un pucherito-. Soy una niña gande.
-Está bien, Sa-chan –la calmó Hiro-. Em y yo entraremos en el futón. Podemos dormir juntos.
"¿Dormir juntos...?" pensó Emmet.
-¿Te molesta? –agregó.
-Ah, no, no, para nada –respondió, volviendo de su ensimismamiento y queriendo cambiar de tema-. ¿Qué vamos a cenar?
-Teriyaki –contestó Sakuya, haciendo que la observara con algo de desconcierto.
-Mamá, Em no está acostumbrado a la cultura japonesa –acotó Hiro-. Es pollo con salsa dulce. Espero que te guste.
ESTÁS LEYENDO
Una Simple Historia Más [Gay]
Novela JuvenilLa vida de Emmet Harley distaba de ser la ideal. Sin otro amigo más que su gemelo Luke y su madre Christa, solía pasar los recreos leyendo solo. Al menos hasta que conoció a Hiro, un estudiante de origen japonés muy similar a él. Una simple no tan s...