Capítulo 11

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La mañana de sábado no fue algo especialmente llamativo para Emmet. Siempre la pasaba en su cuarto, casi siempre despertaba a la misma hora que en los días de semana. Le parecía bastante aburrido, pero nunca en su vida había logrado irse a dormir tarde. Era como si su cuerpo estuviera programado para caer dormido donde fuera que estuviera justo a las diez de la noche. De todas maneras, eso lo ayudaba a pasar la mañana en silencio, ya que su hermano era todo lo contrario a él.

En cambio, por la noche, todos los miembros de la familia de Emmet estaban ocupados preparándose para la reunión familiar.

-¿Todo listo? Matt, ve a preparar el auto. Saldremos en unos minutos.

-Bien -respondió con indiferencia. Salió hacia el garage y Christa se tomó un momento para buscar el regalo de su hermano.

-Se ven algo más tranquilos... -comentó Luke a su hermano.

-Ah, sólo debemos esperar que dure -acotó.

-Chicos, vamos al auto -dijo su madre, quien acababa de volver de su habitación-. Tenemos que salir ya.

Cuando salieron hacia la puerta de su casa, Matt ya estaba fuera con el auto en marcha, preparado para la salida. Bajó de él para dejar pasar a Luke dentro, y estuvo a punto de cerrar pero Emmet logró colarse antes que su padre lo hiciera.

Durante el viaje nadie comentó nada, sólo era el sonido del motor, la radio, y el viento que entraba desde la ventana del asiento de Luke. La tensión podía palparse en el aire, y las horas fueron casi infinitas hasta que llegaron a la casa del hermano de Christa. Todos bajaron, pero Emmet tardó un rato en salir del auto, y cuando lo hizo se encontró con su padre frente a él.

-Emmanuel, habla con alguien más que Luke hoy -dijo Matt apenas lo vio-. No puedes ser un marginado por siempre.

-Claro -respondió. Pasó de largo de él tan rápido como pudo y entró a la casa de sus tíos, a quienes saludó. Luego fue a sentarse junto a su hermano, quien ya había agarrado bastante comida que había sobre una de las mesas.

-La comida es genial -dijo Luke-. ¿Quieres?

-Gracias -respondió Emmet, tomando un bocado.

-Parece que ambos se llevan mejor -comentó, observando a sus padres desde lejos.

-Se sentaron separados. No creo que sea buena señal –acotó.

-¿Crees que vayan a divorciarse? –preguntó su hermano.

-¿No podríamos hablar de otra cosa? Llevamos con esto desde ayer... -se quejó-. Ya te digo, en cualquier momento puede suceder cualquier cosa.

-Eh, bien -dijo Luke-. ¿Cómo te va en... ya sabes... la escuela?

-Luke, ven aquí un momento -los interrumpió su padre.

-Ah, claro -Luke se fue caminando hasta donde estaba su padre, dejando a Emmet solo. "Ah, como esperaba. Podría sacar mi teléfono y enviarle un mensaje a Hiro...", pensó mientras tomaba su celular de su bolsillo. Se alarmó un poco cuando vio que quedaba sólo la mitad de la batería, pero de todas maneras abrió los mensajes y tecleó uno a Hiro. "Qué extraño, creí haberlo cargado antes de venir... Pensando en eso, ¿dónde fue que dejé mi cargador?"

"Hey, llegué" envió Emmet.

"Hola, ¿cómo la estás pasando en tu reunión?" respondió Hiro, unos segundos después.

"Podría ser mejor" escribió.

"¿Sucedió algo? ¿Qué pasó?" envió Hiro, pareciendo preocupado. No podía notarlo, de todas formas estaba al otro lado de una pantalla a varios kilómetros de distancia. Pero de todas formas lo sabía.

"Nada en especial. Sólo..." Emmet no sabía si enviarlo o no. Luego de unos segundos de titubeo, apretó el botón de "enviar" por equivocación. Ni siquiera se había dado cuenta, y aún estaba pensando cuando le llegó la respuesta.

"¿Sólo?" respondió Hiro, interrumpiendo los pensamientos de Emmet.

"Sólo... ¿Puedo contarte algo? Sobre mi padre" Ya qué, pensó Emmet, se lo contaré.

"Claro, somos amigos. ¿Qué sucede?" envió Hiro.

"Bueno... Es complicado" fue lo único que consiguió enviar.

"Tómate tu tiempo"

"Siempre me ignora. Bueno, no siempre. Hoy se molestó en hablarme para decirme que hable más con la gente y que no sea un marginado"

"..." Hiro parecía no saber qué decirle.

"Está bien que te quedes sin comentarios. Yo también habría respondido lo mismo si me dijeras que tu padre no merece ser llamado como tal" respondió rápidamente.

"Tú no eres un marginado" fue lo único que pudo teclear.

"Ya sé que es un estúpido"

"¿Cómo puede ser que...?"

"No lo sé"

"¿Cómo es eso de que te ignora?" logró escribir Hiro.

"Así de simple. Me ignora. Sólo me presta atención cuando le conviene" Emmet comenzaba a sentir un quiebre en su garganta, incluso si no estaba hablando en voz alta.

"Lo siento mucho, Em, no sé qué decirte sobre eso..."

"No hace falta que digas nada"

Eso fue lo que Emmet habría tecleado si su celular no se hubiera descargado.

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Un saludo especial a @VeraZage , @Lulu1D_5SOS , y @suzanithaCN-e por haber seguido esta historia hasta ahora. ( @solosoyunahumanamas a vos no (?) mentira, ya sabes que te quiero)



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