Corazón de Oro entre Cadenas de Hierro

1. Desgracia

Parte 1: Una Vida Nueva

Nunca olvidaré ese día... Jamás me perdonaré no haber defendido a mi hermano.. en ese entonces tenía 14. Regresaba a casa, en realidad nuestra casa de campo. Eran las 12 en punto y todo estaba oscuro... Tenía un mal presentimiento. Llegué y entre a mi habitación, mis padres se habían quedado en la ciudad .

Se escuchó que algo se rompió. Salí de mi recámara y encontré la puerta de la casa abierta y un cuadro a su costado hecho trizas. No grité, pero corrí hacia donde estaba mi hermano de 11 años. Cerré la puerta del cuarto. Después de eso me quedé en total silencio y escuché algunos pasos acercándose. Traté de despertar a Daniel pero nada... Ya no había tiempo. Estaba temblando. Lo dejé y me escondí.

Al recordar lo que hize me recorre un río helado por todo el cuerpo y me siento avergonzada por mi cobardía... Por no haberme quedado ahí para él.

Se abrió la puerta, una sombra se pudo contemplar desde mi escondite detrás del armario. Era una silueta mediana, una chica. Tenía una gran y esponjosa cabellera. No se percibían bien los colores... En ese momento se apróximo a la cama en donde se encontraba Daniel... traté de acercarme poco a poco, pero pisé algo y la silueta se voltió justo un segundo después de haberme regresado.

Sacó entonces algo de una bolsa... Una navaja. Cuando la ví... No puedo describir el miedo que pasé. Ya con la navaja en la mano estiró el brazo hacia mi hermano como si quisiera saltarle encima pero justo entonces cuando la navaja ya se estaba acercando algo pasó. No se como describirlo era como si se cayera pero apropósito como si no quisiera hacerlo...

-"No... yo no, no puedo" Se escuchó un susurro...

Se paró en seguida y se fue pero antes agarró una vieja vasija de mi abuela y salió de la casa...

En ese momento agarré mi celular para decirles a la policía que vinieran por si volviera. Ya un poco más tranquila me acerqué a Daniel para despertarlo pero justo en ese momento otra cosa se escuchó, esta vez eran 3 señores grandes. Con grandes músculos.

Estaban en la cocina y desde la ventana del cuarto los podía ver asustada. Esta vez, por más grande que fueran no me alejaría de Daniel...

En ese instante ocurrió un milagro... sonaron las sirenas de los carros de la policía. Ví como reaccionaron. Agarraron sus cosas entonces y se fueron por una ventana trasera de la cabaña.

La policía entró...

-"¿Es usted la señorita Zambrano?"

Moví la cabeza hacia los costados.

-"¿Y se podría saber en donde se encuentra?"

Asentí. Mariana Zambrano era mi tía, quien nos iba a cuidar este verano en su casa de campo.

Se oyeron pasos bajando las escaleras.

-"¿Qué es lo que sucede, por qué tanto alboroto?"

El policía llamó a mi tía hacia un costado... Yo no me había movido del lado de la cama de Daniel que después de una eternidad al parecer se estaba despertando.

Me puse de cunclillas y recosté mi cabeza en la cama. Realmente estaba muy cansada...

Me paré y pude distinguir un cabello en la cama...

Era uno rizado y pelirrojo...

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Multimedia: Marina Zambrano