Cambiaste Mi Vida. Capítulo 38

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POV LAUREN

Ya era jueves y me estaba volviendo loca, Ally y Troy no me dejaban en paz ni un minuto y no he podido estar a solas con Camila por más de cinco minutos. Era frustrante ya que Ally estaba con mucho trabajo y llegaba a casa y no se movía de la sala y quería que estemos con ella hasta la hora de irnos a dormir, y Troy paraba cada minuto en mi oficina o me llamaba a la de él ya que ya estábamos empezando el diseño de el proyecto-Europa y me tenía todo el día a su lado. Ya no sabía qué hacer con ellos dos, los quería pero necesitaba que me dejen en paz, hoy Camila se iría de frente a casa así que era la oportunidad perfecta. Estaba ya pensando como persuadir a Troy para que llevara a cenar hoy a Ally. –Oye has ido al nuevo restaurante del centro?- pregunté mientras me recostaba en el asiento. –No, que tal es?- me pregunto. –Es buenísimo, me han contado que el diseño es muy bueno y ni hablar de la comida.- dije emocionada para poder llamar su atención. –Quien lo diseño?- me preguntó. –Uno de mis profesores, he visto el proyecto en fotos y tengo muchas ganas de ir a visitarlo.- sabia que la mejor forma de convencerlo era hablándole de la arquitectura del lugar, él era todo un obstinado y siempre iba a los lugares a los que le decían que el diseño era bueno. –Tu profesor?- preguntó y asentí. –Wow! Entonces debe estar bastante bueno, supongo que iré uno de estos día. –Y porque no vas hoy? Según tengo entendido hoy habrá cena Mexicana.- dije con mucha cautela para que no notara como le estaba insinuando que llevara a Ally. –Mexicana? Que restaurante es? –No tengo muy entendido en que se especializan, pero escuche que los jueves había cena Mexicana.- en realidad eso era toda una mentira pero no tenía idea de que decir. –Hace mucho que no ceno comida mexicana.- dijo pensativo. –Sí, hace varios días que no sales con Ally no?- pregunté ya que él siempre cuando llevaba a comer a algún lado a Ally iban a los restaurantes de comida mexicana. –Hace un par de semanas, creo que la última vez fue cuando llego de Nueva York.- dijo, y ya sabía eso ya que fue el día que vi películas con Camila. –Entonces porque no la invitas?- pregunté sin mucho interés, como dándole un consejo. –No es mala idea, pero creo que ella está trabajando mucho y supongo que esta algo cansada. –De hecho está bastante cansada, llega un poco cargada a casa. Pero sabes que un poco de aire fresco a nadie le viene mal.- si, sé que eso fue muy obvio pero me estaba empezando a poner nerviosa. –Tienes razón, la llamare dentro de un rato. Tienes la dirección del restaurante?- me dijo y estaba a punto de gritar de felicidad pero me controlé y le di la dirección. Después de eso seguimos trabajando y también llamo a Ally, ella aceptó y Troy se notaba contento. Cuando ya era la hora de salida fue a mi oficina por mis cosas y salí prácticamente volando de ella. –Qué raro que seas tú la primera en irse, casi siempre tengo que votarte.- me dijo Clara la cual estaba en la recepción. –Tengo algunas cosas que hacer.- dije sonriendo y despidiéndome de ella. –Ok, cuídate.- me dijo y salí de la oficina. Sabía que Troy iría por Ally así que Camila estaría sola en casa. Fui al centro comercial a comprar algo para la cena ya que si me ponía a cocinar seria tiempo perdido y precisamente no estoy en posición para perder tiempo valioso. Compre sushi y rogué para no encontrarme a alguien ya que en serio quería ir lo más rápido posible a casa. Habían un par de chicas que conocía en el restaurante pero me importaban muy poco así que ignore sus saludos y sus llamadas hacia su mesa. Recogí el sushi y me fui a casa con una sonrisa que no me sacaría nadie. Hoy tendría a Camila para mí un rato y eso era totalmente suficiente. Otro momento más para recordar.
POV CAMILA
El cambio de clima me estaba jugando sucio como siempre y en la academia me empecé a sentir realmente mal. Cada vez que cambiaba el clima me daba gripe y algo de fiebre, ya estaba acostumbrada a eso y mi mama siempre me cuidaba para que se me pasara lo más rápido posible. Esta vez estaba sola en casa y no tenía idea de que hacer, estaba en mi cama cubierta con todas las frazadas que encontré y no quería llamar a Ally ni a Lauren para preocuparlas. Me había pasado toda la tarde en la misma posición, estaba segura que ya tenía fiebre pero no quería ni moverme para buscar un termómetro, el cual no tenía idea de en donde se encontraba. Sentí que la puerta se abría y supuse que era Ally ya que ella siempre llegaba primero. Se escucharon los pasos por la sala y después de un par de minutos los pasos en la escalera. –Camila? Estás acá?- preguntó la inconfundible voz de Lauren abriendo mi puerta. Quise decirle algo pero el frio no me dejaba. –Camz? Eres tú?- preguntó mientras sentía como levantaba por un lado las frazadas. –Sí, tengo frio no me quites nada.- dije con dificultad, jalando ya que había hecho un hueco por donde entraba el aire. –Que te ha pasado? Porque estás tan abrigada?- me preguntó mientras sentí como se apoyaba en la cama. –Me siento mal.- dije con mi voz entrecortada por el frio, en serio me sentía morir. –Que te pasó? Deseas que te consiga algo?- dijo con un tono preocupado. –Me muero de frio Lolo, si te consigues un calentador o algo por el estilo te lo agradecería. –Bueno, yo conozco algo mejor que un calentador.- dijo y sentí que abrió la frazada rápidamente y se metió en la cama conmigo. –Que estás haciendo?- pregunté mirándola, no la había visto desde la mañana y ver su sonrisa me hacía sentir mejor. –Ven acá.- dijo y me envolvió con un brazo fácilmente y me jalo poniendo todo mi cuerpo apoyado en el suyo mientras me envolvía con sus brazos. –Mierda Camila, estas quemando.- dijo colocando una de sus manos en mi frente. Sentirla tan cerca me hacia olvidar del dolor de cabeza y el dolor de garganta que sentía. –Creo que tengo fiebre.- dije abrazándola más fuerte y vi su sonrisa ladeada cuando lo hice. –Que ha pasado? Porque estás así?- me preguntó mientras acariciaba mi mejilla dulcemente. En ese momento no sabía si estaba en un sueño, en el cielo o en mi cama acostada con la única mujer que me hacía sentir en esos dos lugares. –Amor, tienes que hablarme porque me estoy poniendo nerviosa.- dijo y supuse que me había quedado callada por un buen rato. –El cambio de clima siempre me afecta y supongo que este año no sería la excepción.- dije. –Ok, recuerdo lo que tú mama hacia para que te bajara la fiebre así que iré por un termómetro y prepararé una sopa caliente. – dijo soltándome para levantarse y no la deje. –No te vayas, tengo frío.- dije aferrándome más fuerte. –Ya te va a pasar, bebe.- dijo mientras pasaba una de sus manos lentamente por mi espalda y otra enredaba en mis cabellos. Seguía teniendo frio pero con ella a mi lado me sentía más caliente, no sé si era porque era un ser humano y de hecho eso calentaba más que una frazada o era por lo caliente que me sentía al tenerla a mi lado. Cerré mis ojos aferrándome a este momento, me sentía horrible pero me sentía bien. Era raro, pero con ella me sentía segura.
POV LAUREN
Ver a Camila así me destruía, se notaba frágil y realmente enferma. Me abrazaba tan fuerte que me sentía la mujer más valiosa del mundo. La tuve así en mis brazos hasta que vi como ella cerraba sus ojos entregándose al cansancio. Su cuerpo estaba realmente caliente y estaba asustada ya que sabía que estaba con fiebre. Agarre un almohada y la acomode en sus brazos para que no se diera cuenta que me estaba yendo. Tenía que prepararle algo caliente y buscar el termómetro para controlar esa fiebre. Me levanté y la observé unos segundos, tan linda, tan ella. Fui al cuarto de Ally a buscar el termómetro y alguna medicina que pueda servirme, estaba en plena búsqueda hasta que mi celular vibró y era Ally. -Alo.- dije mientras seguí buscando. –Hola Lau, estoy yendo a cenar con Troy, no hay problema no?- me preguntó, pensé en decirle lo de Camila pero me di cuenta que no sería muy buena idea ya que tendría a Ally en segundos acá. –Todo bien Ally, no te preocupes. –Camila está bien? –Sí, todo en orden. –Ok, llegare a casa tarde así que no me esperen. –Dale, no hay problema, diviértete.- dije antes de colgar. No estaba bien que no le dijera como estaba Camila pero en serio quería pasar un rato con ella, no me importaba que estuviera enferma, con que solo este a mi lado me parecía perfecto. Encontré el termómetro y unas pastillas. Ally tenía una especia de botiquín detallado, sabía que yo no tenía idea de nada así que tenía una lista con los nombres de las pastillas escritas y para que servían. Salí de su habitación y fui hacia la cocina a preparar una de las sopas que preparaba su mamá. La observe tantas veces que sabia como las hacía. Mientras la preparaba comí un poco del sushi para no desperdiciar y lo demás lo guarde en el refrigerador. Fui hasta su habitación con una bandeja en donde estaba el tazón con la sopa, el termómetro y un refresco para que se tomara las pastillas. Cuando entré sentí como su voz ronca decía palabras sin sentido y como su cuerpo se movía debajo de la frazada. Estaba tiritando de fiebre y me estaba asustando. –Camz, estas bien?- dije dejando la bandeja en el escritorio y me acerque a ella. Levanté la frazada y ella estaba temblando. –Camila, me escuchas?- pregunté poniendo mi mano en su frente. –Mierda, estas ardiendo.- dije en un susurro asustada y nerviosa. –Camz, abre los ojos, vamos.- dije moviéndola y nada, no reaccionaba. Fui por el refresco y empecé a aplastar la pastilla para echarla al refresco ya que estaba segura que no me la recibiría. Me acerque a ella nuevamente con el refresco en la mano y empecé a moverla, vi como sus ojos se entreabrían. –Dale bebe, tienes que tomar esto.- dije y apoye la cucharita en sus labios y ella me recibió el contenido. –Eso es.- dije un poco más tranquila mientras le daba todo el refresco en la boca. Recordé que su mamá le ponía toallas húmedas en la frente para bajar la fiebre así que fui por las toallas a mi cuarto y las remoje, cuando entre a su habitación nuevamente y recogí un poco la frazada para verla y ella estaba mucho más caliente que antes y ahora si juro que estaba totalmente asustada, quería jugar a la enfermera antes pero ahora tenía demasiado miedo y la preocupación me estaba ahogando. –Mierda Camila.- agarré las toallas y las empecé a pasar por su frente, vi como Camila temblaba por el contacto con el agua helada y aún así de mal, me parecía la mujer más hermosa que mis ojos hayan visto. –Camz, tengo que sacarte esta polera.- dije y ella se quejo cuando se la quitaba. Jamás pensé que desnudaría a una mujer para curarla, no pude evitar sonreír antela situación. Le quite la polera y ella estaba solo con sostenes y ahora la que temblaba era yo, su piel era blanca pero estaba bronceada dándole un color exquisito. Trague seco y recordé que tenía que pasarle las toallas. Se las pasé y sentí que empezaba a bajar un poco su temperatura así que le puse otra polera, muy a mi pesar ya que me encantaba verla así, pero tenía que tenerla abrigada. Ella dejo de quejarse y se acostó, me acosté a su lado abrazándola con un brazo y acariciando sus cabellos, me encantaba enredar mis dedos en ellos, eran tan suaves. Sabía que se despertaría en cualquier momento así que tenía que estar ahí para velar por ella y ver si ya se le había bajado un poco la fiebre.


Cambiaste Mi Vida (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora