Cambiaste Mi Vida. Capítulo 44

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  POV CAMILA

Me quede un rato acostada en la cama solo para memorar este momento, para no olvidar este aroma que te decía "quédate acá toda la vida" y lo haría feliz, sin dudarlo me quedaría acá. El inminente sol irradiaba la habitación indicando que hoy sería un día soleado y que tenía que despertar. Me levanté y fui a mi habitación, me duche y cambie, me vi al espejo unas cuarenta veces y baje las escaleras. Lauren estaba con su pijama gris probando lo que había cocinado. –Esto estará en un minuto, lo puedes apagar y después colarlos?- me preguntó mientras lo removía, creo que eran fideos, no debe ser muy difícil no? Así que asentí. –Ya listo, me dare una ducha rápida para irnos bien terminemos.- dijo dejando el cucharon. Cuando paso por mi lado acaricio una de mis mejillas y subió corriendo las escaleras. Caminé para ver los fideos y los removí, paso un minuto y aun no estaban listos así que los deje un segundo más, no les quite mi mirada ni un segundo, no tengo idea de cómo se cocina ni nada que tenga que ver con ella, pero he visto a mi madre muchas veces y alguna idea tengo. Pasaron unos minutos y los volví a probar, ya estaban listos así que los escurrí y los serví en dos platos. Revisé la otra olla y tenía una salsa de carne, como hizo para haberlo preparado tan rápido? Lo calenté con mucho cuidado para no quemarlo y después lo apague y serví. Estaba por sentarme en la mesa y se escucho la puerta de Lauren. Ella bajo las escaleras y aun tenía el cabello mojado viéndose demasiado sexy. Como hacía para verse sexy las 24 horas del maldito día? No era normal, debería ser ilegal verse siempre tan perfecta. –Ya lo serviste? Me demore mucho?- preguntó un poco apenada mientras se sentaba en su sitio de siempre. –Fue bastante rápido, yo me demoro por lo menos 30 minutos para verme decente y tú en 5 te ves así.- dije señalándola con mis manos y ella sonrió. –Como es así?- preguntó. –Así, linda.- dije ruborizada. –Te parezco linda? –Dale Lolo, te lo deben haber dicho miles de veces. –Y? Es mil veces más especial si me lo dices tú.- dijo inclinándose en la mesa para estar cerca a mí. Me incliné y bese sus labios suavemente viéndola sonreír. Me encantaba su sonrisa, y más cuando era yo la causante de ella. –Hay que comer para no desperdiciar el sol.- dijo regresando a su sitio. Mientras comíamos me conto sobre como conoció a Cece y porque ella hacia todo lo que le hizo hasta ahora. La tipa estaba loca, eso ya lo sabíamos, pero creo que lo de anoche fue demasiado. Terminamos de hablar de ella y me conto sobre la familia de Troy y como eran sus almuerzos familiares, según entendí su familia era muy convencional y siempre se reunían, sus padres vivían bastante lejos así que ellos regresarían en la noche. Terminamos de comer, lavamos y guardamos todo. Salimos y nos subimos a la camioneta. –Te presentaré mi lugar favorito de Los Angeles. –Tu lugar favorito no era ese al que me llevaron con Ally y Normani?- pregunté. –Ese es mi lugar favorito con las chicas, mi lugar favorito personal nadie lo conoce.- dijo mirando fijamente la pista. Vi que entramos a la carretera. –Y me lo vas a mostrar a mi?- pregunté emocionada. –Siéntete privilegiada.- dijo dándome una sonrisa ladeada. Ella dijo que iríamos a la playa a caminar así que supongo que su lugar favorito era una de ellas. Me concentré en ver el paisaje, Los Angeles era hermoso, por donde lo vieras, y aún más cuando tenías de acompañante a alguien tan especial como Lauren.
POV LAUREN
Me encantaba ver como Camila apreciaba cada lugar por donde pasábamos, Los Angeles era mi hogar, jamás me sentí tan en casa como estando acá y especialmente en el lugar a donde estábamos yendo. Conocí esta playa en uno de los tantos viajes que hice cuando lo único que quería era escapar, amaba esta playa por dos razones. La primera, era que siempre estaba sola, era una de las últimas y como no había muchas olas no llamaba la atención de la gente. La segunda, la arena era realmente suave, sentías que flotabas literalmente. Me estacioné y Camila observaba toda detenidamente. Sabía que cada vez que iba a un lugar nuevo le costaba asimilar el ambiente y me encantaba ver sus gestos y sentir su respiración algo agitada, era algo que disfrutaba de ella, me parecía especial. –Te gusta? –Esta playa es genial! Porque no hay mucha gente?- me preguntó bajando de la camioneta y yo salí rápidamente para alcanzarla. –No hay muchas olas.- le respondí tomando su mano para llevarla hacia la arena para que sienta verdaderamente porque esta playa es especial. Sus dedos se entrelazaron rápidamente con los míos provocándome una gran sonrisa. –Hay que sentarnos.- dije y me senté. La observé detenidamente, ella miró el lugar y se apoyo para sentarse a mi lado, cuando su mano toco la arena su expresión cambio, y cuando se sentó, una sonrisa la invadió. –Wow, es como estar en el cielo.- dijo dejando caer la arena entre sus dedos. –Por esa razón, esta playa es especial para mí.- afirmé atrayéndola para que su cuerpo se apoyara al mío. –Como conociste este lugar?- me preguntó. –Hace unos años necesitaba huir, no llegue tan lejos, pero llegue hasta acá, y me quedé.- dije sintiendo los recuerdos volver, eso no era bueno. Camila se alejo de mí para verme, supongo que sintió mi voz diferente. –Porque necesitabas huir?- me preguntó y hice una mueca, tenía miedo de hablar y contar más de lo necesario, no quería que se asustara de mí. –Necesitaba espacio, tiempo, no sé, pero necesitaba algo. –Y lo encontraste? –No, pero encontré este lugar, de algo sirvió.- dije con una tímida sonrisa. –En qué año conociste este lugar?- me preguntó. –En el segundo año. –Entiendo. –Que entiendes?- pregunté. –Ally me contó que los dos primeros años fueron bastante difíciles para ustedes, supongo que en una de esas escapadas llegaste hasta acá.- supuso mirándome para descubrir si estaba en lo correcto. –Este lugar es lo mejor que hice en esos dos años. Venir fue la mejor decisión que tomé. –A que te refieres con eso? Qué pasó? Osea, se porque te fuiste, pero ya estabas acá, ya estabas lejos, porque sufrieron tanto?- preguntó y vi su mirada preocupada, le importaba, le importaba saber de mí y eso me hacia feliz. –Pensé que yéndome todo estaría solucionado, que ya no sentiría dolor, ni rencor y que todos mis miedos ya no existirían, me equivoqué. Me choque duro contra la pared cuando llegue y sentía todo igual.- dije mirando el mar, sabía que ella me estaba viendo, sabía que no me había escapado del todo con esa respuesta. –Pensaste que huyendo las cosas iban a cambiar.- dijo y asentí. –Te hiciste daño?- me preguntó colocando un mechón de mi pelo detrás de mi oreja. –Me choque contra el muro del alcohol, de las drogas, de la vida salvaje, de la vida en donde no existe el autocontrol.- admití, era la primera vez que lo hacía. Solo Ally y Normani sabían que consumí drogas, decirlo y ver su expresión totalmente horrorizada hizo que mi corazón se sintiera avergonzado, sentía vergüenza de mi misma, de lo que me había convertido. –Te drogabas?- me preguntó después de unos minutos de silencio pronunciado. –Durante el primer año.- respondí con sinceridad. –Lograste dejarlo? –Fue difícil, pero lo logré, no volvería a consumir nunca más. –Como así llegaste a ese nivel? –Necesitaba olvidar, estaba perdida Camz, quería no ser como mi padre y terminé siendo como él.- dije mirándola fijamente, sus ojos chocolate estaba totalmente sorprendidos. –No eres como tu padre, tú no mientes y también puedes dejar de pensar en ti para pensar en los demás. –Eso solo me pasa contigo, yo solo pienso en mí. Nunca me importo nadie, nunca me importo como se sentía la otra persona, para mí todo era diversión, hasta ahora lo seguía siendo solo que con autocontrol. –No digas eso, no solo es por mí, me gustaría saber que soy tan especial, pero no es solo conmigo.- dijo sonriendo. –Eres especial. –Gracias.- dijo acariciando mi mejilla. –Como así lograste dejar las drogas?- me preguntó nuevamente. –Ally me ayudó mucho y aparte conocí a Clara y no sé, ella confiaba en mí, y me hizo tener sueños, me hizo trazarme una meta. Fue todo un proceso.- dije recordando que cuando Clara llego a mi vida, llego como un angel, ese angel que me salvó. –Sabes, estoy orgullosa de ti.- dijo y la mire extrañada, le había admitido que había sido una drogadicta y me decía que estaba orgullosa? –Me siento orgullosa de saber que lograste afrontarlo, sabes la cantidad de personas que desearían salir? Hay muchas que cuando entran, ya no salen. –Lo sé. –Fuiste muy valiente. –Digamos que se lo debo también a tu hermana, posiblemente me habría abandonado si seguía consumiendo.- dije con una sonrisa. –Es muy probable.- admitió también sonriendo. –Como lo haces?- le pregunté. –Hacer qué? –Esto! Lograr que te cuente todo, lograr sacarme todo y sin necesidad de obligarme, hacer que sea tan sencillo.- dije tomando una de sus manos y entrelazando mis dedos con los suyos. –No sé, supongo que es porque te hablo del corazón, porque realmente me importas, todo lo que tenga que ver contigo me importa.- dijo mirándome y mi corazón latió, latió como quizás nunca lo habría hecho. –Gracias, gracias por darme el placer de estar a tu lado.- no sé porque lo dije, pero tenía la necesidad de agradecerle y lo hice. –Siempre estuviste a mi lado, crecí viéndote.- dijo sonriendo. –Pero esto es diferente, antes eras la hermana menor de mi mejor amiga. –Y ahora que soy?- me interrumpió. –Eres la chica con la que quiero estar en estos momentos.- dije tomando su otra mano. –Esa es una declaración?- preguntó alzando una ceja. –Tómala como tal, soy cero romántica e hice mi mayor esfuerzo.- dije sonriente, ver sus ojos brillar era más que suficiente para saber que estaba haciendo lo correcto. –Me estás hablando en serio? –Sí, será difícil, no te prometo un paraíso, pero hare lo posible para que lo sea. Solo necesito un poco de tiempo más y hablare yo misma con Ally. No quiero que creas que estoy jugando contigo, nunca haría eso.- dije rápidamente y nerviosa ya que Camila no me respondía y estaba asustándome. No podría salir corriendo porque estábamos bastante alejadas y las llaves de la camioneta estaban en mi poder. –Vas a decirme algo?- pregunté cerrando los ojos con miedo, esto era ridículo, yo jamás tenía miedo, aparte nunca me dirían que no, no? Sería lo peor del mundo, aunque me lo merecería por haber hecho sufrir a tantas mujeres, me niego a creer que ella me diga que no. Estaba a punto de abrir los ojos cuando sentí sus labios sobre los míos. Los besé, los acaricié, haciéndole entender toda la emoción que sentía. Se podría decir que tengo novia? Lauren Jauregui de novia? Estoy completamente loca, pero loca por ella, eso es seguro. –Esto es un sí?-pregunté apoyando mi frente en la suya y acomodando sus cabellos para por ver sus ojos. –Creías que te diría que no?- pregunto besándome nuevamente. –La verdad me estaba empezando a asustar, no me decías nada.- dije mirándola, ahora nada me impedía besarla, acariciarla, mirarla, disfrutaba con solo mirarla. –Me quede en shock, no me esperaba esto. Aparte, siempre nuestros temas terminan variando drásticamente.- dijo riendo. –Voy a hacerte feliz.- dije tratando de convencerme a mi misma de que si era capaz. –Lo dices para o para ti? –Para las dos, tengo miedo amor, no podría vivir sabiendo que te lastimé.- admití juntando mi frente con la suya y cerrando mis ojos. Había dado un paso importante, y sabía muy bien las coincidencias que vendrían. Nunca estuve en algo pactado con alguien, mi única relación si se podría llamar así, fue muy libre, sin prototipos, sin nada que nos hiciera sentir amarradas, y así como empezó, terminó. Porque en el momento en el que teníamos que decidir yo no pude y hui, y le hice daño, después me perdono, pero siempre cargue con el hecho de haberla hecho sufrir, era una gran persona. Ella merecía a alguien mil veces mejor que yo, alguien que si supera comprometerse, y Camila también, Camila merecía a alguien mejor, lo malo es que me negaba a verla en otros brazos, no podría. –Que estás pensando?- me preguntó. –En que necesitas a alguien mejor que yo. –Porque no dejas que eso lo decida yo? Siempre decides todo tú, si estaremos juntas las cosas tienen que cambiar. Yo también pienso, yo también tengo ideas y miedos. Yo también creo que mereces a alguien mejor que yo, a alguien más madura, más mujer, pero no te diré que te vayas, prefiero ser egoísta, quiero que te quedes conmigo, quiero disfrutarte yo.- mis ojos se abrieron al escucharla, ella sentía lo mismo que yo. –Eres la mujer más madura que conozco, en serio lo eres.- dije acariciando su mejilla. –Te quiero.- admití y sus ojos brillaron, era la primera vez que se lo decía despierta. –Yo a ti, no te imaginas cuanto.- dijo y sello sus labios con los míos. Una gran forma de empezar, una gran forma de decirme "no tengas miedo, estoy yo". Y ella estaba, era real, lo que sentía era real.  

Cambiaste Mi Vida (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora